La mujer ha quedado postrada en cama y la familia ha denunciado al hospital: exigen una compensación que, como mínimo, cubra los gastos del tratamiento que necesita
En EEUU la sanidad pública universal no existe: los ciudadanos dependen de un seguro médico. Pero existen organismos como Ascension: una red nacional de hospitales y centros sanitarios sin ánimo de lucro que da atención a pacientes con o sin seguro, además de ofrecer ayudas económicas. Aunque muchos tratamientos siguen siendo de pago, ya que es una red privada.
Por desgracia, este sistema que es lo más parecido a la sanidad pública que tienen en Norteamerica (sin serlo), no está libre de negligencias. Esta paciente lo sufrió y lo sigue sufriendo: no pudieron reimplantarle un trozo de cráneo tras un derrame porque lo perdieron. Lo más denigrante es como la compensaron: con un vale de gasolina que no le daba ni para llenar el depósito. Como es lógico, la familia ha denunciado al hospital.
"Dejó de hablar, dejó de comer, quedó postrada en cama"
Edna Burton fue ingresada el 14 de junio de 2023 en el Ascension St. John Hospital de Detroit: había sufrido un derrame cerebral. Necesitó ser atendida con cirugía, concretamente mediante una hemicraniectomía descompresiva derecha que significa extraer una parte del cráneo para aliviar la presión.
Como se detalla en la denuncia el cirujano explicó a la familia que este fragmento de su cráneo debía conservarse para implantárselo en una segunda cirugía, ya que había que esperar a que disminuyera la inflamación. Jamás ocurrió.
Confundieron su cráneo con el de otra paciente. Cuando Burton estuvo lista para esta segunda intervención, el equipo de cirujanos se topó con que su sección de cráneo había desaparecido. La hipótesis que manejaron es que el personal que debía clasificarlo y preservarlo para reimplantarlo lo había confundido con el de otra paciente. Lo que significa que o bien acabó en la basura o bien en la cabeza de otra persona.
El centro médico explicó a la familia que en su lugar le colocarían una prótesis, lo que calificaron como incluso más óptimo que el hueso original. Y admitiendo que se trataba de una negligencia propia, compensarían a paciente y familia. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando la recibieron: un vale de gasolina de 25 dólares (unos 21 euros al cambio actual). Por ponerlo en contexto, por ese precio llenas como mucho medio depósito del coche.
Secuelas irreparables. Pese a que en teoría no iba a haber mucha diferencia entre implantarle su propio cráneo o la prótesis, el cuerpo de Burton lo rechazó y su deterioro tras la segunda intervención fue notable. "Dejó de hablar, dejó de comer, quedó postrada en cama con úlceras por presión", comentó una de sus hijas a Click on Detroit. La fisioterapeuta tras el postoperatorio optó por suspender el tratamiento: "No voy a continuar con la terapia porque la estamos torturando con el dolor que siente".
Una indemnización de verdad, no un vale para combustible. Finalmente optaron por denunciar a Ascension. Los abogados de Burton exigen una compensación adecuada a la negligencia que le ha dejado semejantes secuelas. Y que, como mínimo, cubra el tratamiento médico que tiene que asumir de por vida y de forma irreparable, ya que jamás podrá recuperar su trozo de cráneo.
"Nuestra cliente merecía un cuidado médico confiable durante una emergencia que amenazaba su vida. En cambio, sufrió una lesión evitable y que cambió su vida por una negligencia", declaró una de las abogadas. También defienden que el centro mintió ya que una prótesis no fue en ningún caso mejor que el cráneo original.
Como es obvio, la cifra que solicitan en la demanda está a años luz de 25 dólares para llenar medio tanque de gasolina del coche. Más si cabe si hablamos de EEUU y de un tratamiento que no está entre los incluidos sin pago en esta red sanitaria.
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