Tras los graves incidentes en la guerra del taxi, Uber y Cabify son los grandes beneficiados

El sector del taxi ha vuelto a alzarse. La ciudad de Barcelona abrió ayer con la primera de las que serán dos jornadas de huelga total en la Ciudad Condal. Hoy toca la segunda en un escenario que desde ayer es algo más que delicado y donde los más perjudicados serán los viajeros.

Ayer unos 2.000 participantes convocados por las asociaciones del taxi barcelonés se manifetaron desde el Arco del Triunfo de Barcelona; hoy replicarán desde el aeropuerto de El Prat para reclamar sus derechos. En el otro lado de la balanza altercados con ataques a VTC, heridos, detenidos y Uber y Cabify paralizando su actividad cautelarmente debido un clima que se tornó insostenible.

Los episodios de caos vividos ayer en Barcelona

El episodio de máxima tensión se vivió ayer por la tarde en la calle Aragón y fue captado por Carlos Márquez (periodista de El Periódico que estaba siguiendo la manifestación) cuando un grupo de manifestantes rodearon a un Hyundai i40, un VTC en servicio, y comenzaron a golpearlo, zarandearlo, pintarlo y lanzar objetos contra los cristales.

En su interior además del conductor también se encontraba una familia francesa con una niña, y pese a los intentos del conductor por evitar la agresión al grito de "¡hay una niña!", el ataque no cesó. El padre llegó a salir del coche, momento en el que uno de los manifestantes le roció la cara con el spray de pintura que estaba usando.

Eduardo Martín (presidente de Unauto, la asociación espaola que aglutina la mayor representación de VTC) está determinado a recopilar todos los ataques vividos y llevarlos ante la justicia, puesto que el anterior no ha sido un caso aislado. Se han registrado otros altercados en la tarde de ayer, incluyendo un disparo con escopeta de perdigones contra una Mercedes Clase V de alquiler que ni siquiera era una VTC.

Ante este espectáculo lamentable, Uber, Cabify y todo el sector VTC ha reaccionado de inmediato suspendiendo temporalmente su actividad en Barcelona hasta que la situación no se normalice. Unauto ha sido determinante con los sucesos vividos y los ha calificado de gravedad extrema: "A un conductor le han quemado la cara con decapante y otro ha tenido que ser trasladado al hospital inconsciente tras una paliza".

Por su parte, las asociaciones del taxi de Barcelona han ofrecido un comunicado en el que aseguran que si bien "la manifestación ha transcurrido con una organización y una actitud ejemplar totalmente pacífica y reivindicativa", también "lamentamos los incidentes producidos [...], nos desmarcamos y los condenamos".

En unas digamos curiosas declaraciones de Alberto Álvarez, el portavoz de Élite Taxi condenó las agresiones violentas "igual que también condenamos la inacción de los políticos que provoca que en las calles haya guerras".

"Queremos un marco legal claro sin competencia desleal"

En esta ocasión las legítimas reclamaciones del sector del taxi nacen de la suspensión cautelar que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha iniciado sobre la iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona para exigir una licencia municipal adicional sobre las VTC para poder operar.

Además, los taxistas también reclaman que se cumpla el ratio 1 VTC por cada 30 taxis que actualmente no se cumple debido a las consecuencias de la derogación de la Ley Omnibus de 2009 a través del Reglamento de Ordenación del Transporte Terrestre (ROTT) de 2015. Las reclamaciones judiciales han ido incrementando el número de VTC hasta 1.437 licencias en Barcelona (con 10.523 taxis) y que podrían incrementarse en octubre hasta otras 2.300, según el colectivo taxista.

Inicialmente, el decretazo del Gobierno para proteger al taxi contra el auge de las VTC aprobado recientemetne, y con posterior ratificación del Tribunal Supremo satisfacía las exigencias de los taxistas, pero no del todo.

A su vez, el Ministerio de Fomento actual está a favor de recurrir la decisión del Área Metropolitana de Barcelona sobre la licencia adicional para operar en la capital catalana, contando además con el apoyo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), algo que de nuevo ha hecho enfurecer al colectivo taxista.

Esta huelga del taxi coincide además con la ya consabida huelga de Ryanair. El aeropuerto de El Prat seguirá hoy jueves sin contar con ningún taxi para llevar a los viajeros que llegan en los vuelos con destino a Barcelona, obligando a turistas y ciudadanos a buscarse la vida con el transporte público que sí está trabajando con normalidad.

Lo que está consiguiendo el sector del taxi es todo lo contrario a lo que busca. Se están labrando una muy mala imagen de cara a los usuarios y, además, tratando de evitar la huelga los clientes han disparado las descargas tanto en Uber como en Cabify pese a que no están prestando servicio.

Un conflicto con pocas soluciones

Escenas como las vividas ayer con paros totales sin respetar los servicios mínimos y algo más que casos violentos aislados que cada vez parecen ir incrementándose, sacan a la luz la peor cara de un sector que no cree en una competencia sana y que no parece dispuesto a dialogar ni a presentar alternativas razonadas.

La reclamación del cumplimiento del ratio 1/30 supondría no sólo la congelación en la emisión de licencias VTC, sino además la eliminación de miles de licencias ya otorgadas y ratificadas dentro del amparo legal de los tribunales.

A su vez, la limitación de licencias VTC (cumpliendo o no el 1/30) se traduciría en un incremento disparatado del precio de dichas licencias, cuando el taxi también ha argumentado que la especulación con los precios es uno de los grandes problemas de su competencia. Precisamente una réplica de lo que ya ocurre desde hace décadas en el taxi y en cuyo fondo se encuentra la raíz del problema.

La defensa del sector del taxi no es una defensa por un sector de transporte sano con un servicio de calidad para los clientes, es una defensa de un modelo de vida donde el negocio no está en el servicio sino en el valor de las licencias del taxi. A más VTC, menos necesidad de taxis y menor valor de sus licencias. Con cero VTC, el valor de las licencias de taxi se mantiene intacto.

El horizonte de este conflicto no parece tener un final. Hoy los taxistas de Barcelona se citan a las 9:00 en el aeropuerto de El Prat para iniciar una marcha desde la T2 para reclamar sus derechos y esperar la decisión que a lo largo de la jornada el TSJC emitirá sobre si mantiene o levanta el recurso contra la licencia urbana adicional sobre las VTC.

Élite Taxi Bcn en un comunicado ha asegurado que "no es la primera vez que el sector derrota a la CNMC y honestamente pensamos que debería volver a suceder". Esperemos que, esta vez sí, la manifestación transcurra pacíficamente aunque los viajeros difícilmente podrán moverse con normalidad por Barcelona.

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