Sistemas multimedia integrados en el coche: en el futuro todos los coches llevarán uno

Decíamos hace poco, hablando de los servicios basados en las comunidades de usuarios, que vivimos en un mundo conectado, y siendo así, cada vez estamos más acostumbrados a llevar con nosotros un smartphone o un tablet, a escuchar música en mp3, a enviar y recibir mails, a buscar cualquier cosa a través de Google, por lo que los coches también caminan imparables hacia el coche conectado.

Lo vemos cada día más, en cada vez más modelos, premium o generalistas, y en casi todos los tamaños de coche. Los sistemas multimedia integrados en el coche están cada día más presentes, y aunque al principio era algo reservado a marcas más bien caras, ahora hasta se pueden encontrar en marcas low cost (como por ejemplo Dacia).

¿Qué es un sistema multimedia?

Quien tenga un coche con ciertos años, puede que desconozca de qué estamos hablando. Podemos utilizar diferentes nombres para referirnos en esencia a lo mismo, aunque pueda haber ciertos detalles diferentes: sistema multimedia, sistema de conectividad multimedia, sistema telemático, sistema de infoentretenimiento, navegador conectado...

Nos referimos a una solución que evoluciona el equipo de sonido del coche. Hoy en día encontramos ya casi como algo imprescindible que el equipo de sonido reproduzca audio digital en mp3, que se le pueda conectar un iPod, o que tenga bluetooth y manos libres para el teléfono.

Esto debería de ser un estándar a día de hoy y venir de serie en todos los coches, desde los más básicos. Pero los fabricantes nos ofrecen más: los sistemas multimedia de los que os hablamos. Estos se caracterizan por ampliar las posibilidades y mejorar la interfaz de uso, con respecto a un equipo de sonido básico.

Lo habitual es que cuenten con una pantalla a color más grande, a veces táctil, pero no siempre, mandos al volante o un mando específico parecido a un joystick en la prolongación de la consola central (normalmente cuando la pantalla no es táctil), y a veces también un sistema de control por voz.

Podríamos poner diferentes ejemplos pues los fabricantes están incorporándolos lo más rápidamente posible a su gama, progresivamente, eso sí, según se van renovando los modelos, para no quedarse atrás con respecto a la competencia.

Así podríamos hablar de tantos sistemas como marcas: Peugeot Connect, Audi Connect, Lexus Enform, Renault R-Link, Nissan Connect, Fiat UConnect, Ford Sync, BMW Connected Drive, Volkswagen Composition Media (que se usa también en Skoda y Seat), Volvo Sensus Connected, Opel IntelliLink, Toyota Touch, Citroën Multicity Connect, Mercedes-Benz Commmand, Hyundai BlueLink, Chevrolet MyLink... (y tantos otros).

En el fondo hay pocos fabricantes y sistemas operativos

Hay que tener presente también que, aunque cada marca le ponga su nombre, y estén personalizados, al final podemos encontrar el mismo sistema en diferentes modelos, pues estos suelen ser un componente OEM que fabrican ciertos proveedores. Podríamos citar a Blackberry QNX, Bosch, Continental, Denso o Delphi.

De hecho detrás de esos sistemas multimedia hay muy pocos sistemas operativos que se encargan de ejecutar esas funciones e interfaz gráfica de manejo, aunque no nos demos cuenta porque el diseño visual se personaliza para cada marca de coches. Básicamente se resumen en tres principales: los basados en Linux, que son los más habituales, y entre ellos tenemos a Android, ya presente en coches como el Chevrolet Volt, los basados en QNX (de la compañía del mismo nombre), y los basados en Windows Embedded (de Microsoft).

Y por encima del sistema operativo lo que tenemos son los protocolos de comunicación y conexión entre el smartphone y el sistema multimedia, que permiten integrar y manejar mejor el teléfono con el sistema del coche, por ejemplo para arrancar una aplicación instalada en el teléfono a través de la pantalla táctil de la consola central del coche, o a través del control por voz.

Los más importantes por tener más apoyo de los fabricantes serían MirrorLink y Apple CarPlay, pero Android ha movido también ficha con la Open Automotive Alliance, y Microsoft tiene el sistema Sync con AppLink presente en Ford y Lincoln.

Apple CarPlay, por explicar uno, no es un sistema operativo en sí, es una capa de personalización de la interfaz del sistema operativo del sistema multimedia del coche, cuando conectamos un teléfono iPhone (o en otras palabras, es el MirrorLink propio de Apple, porque no le valía el mismo protocolo que para el resto de fabricantes de smartphones).

Cada vez más funciones

Los sistemas multimedia incluyen dos funciones principales siempre: todas las relativas al equipo de sonido, incluyendo la sintonización de la radio, reproducción de CD y de archivos de audio digital (mp3, etc), y además las relativas a un manos libres por bluetooth para el teléfono.

El disponer de una pantalla grande y a color permite enriquecer la experiencia, siendo más fácil buscar un tema, viendo la carátula del disco, o visualizando la foto de la persona que nos llama por teléfono.

Sobre estas funciones suelen ser muy habituales también las relativas a la computadora de a bordo del coche, con diferentes ajustes y controles personalizados, y con la visualización de los datos de recorrido, consumo, etcétera.

Después, según el modelo, y muy habitualmente como un extra con sobreprecio, se incluye la navegación GPS, y en los sistemas con conexión a Internet, ya sea aprovechando la del teléfono, ya sea con una tarjeta sim embebida y su propia conexión, se pueden realizar búsquedas, por ejemplo en Google, se puede recibir información en tiempo real del estado del tráfico, se pueden recibir mensajes y mails, y se pueden instalar diferentes aplicaciones como si fuera una tablet (por ejemplo Waze, Coyote, Spotify, Twitter, Facebook, u otras).

Algunos sistemas incluso incluyen en la pantalla táctil los controles del climatizador, calefacción y aire acondicionado del coche, sustituyendo a los mandos físicos tradicionales, como por ejemplo en el Citroën C4 Picasso o en el Peugeot 308, además del Tesla Model S, por citar algunos.

Aunque puede haber cierto riesgo de aumentar las distracciones para algunos conductores con un sistema multimedia de este tipo, lo cierto es que utilizadas de manera responsable aportan indudables ventajas. Pueden resultar un poco más complejos de manejar al principio, sobre todo por los conductores mayores, que pueden asustarse un poco pensando que hay demasiadas funciones, pero la realidad demuestra que la gente se acostumbra bastante bien a la experiencia tipo tablet, y que se evitan consolas centrales repletas de botones, que tampoco resultan fáciles de manejar a todo el mundo.

Eso sí, hay quien podrá decir que muchas de las funciones que tienen estos sistemas se pueden tener más barato, o incluso gratis, a través de un smartphone. Cierto es, lo repasamos en un artículo en Xataka hace poco, pero no es menos cierto que el hecho de que el sistema venga integrado en el coche aporta ventajas de diseño, comodidad y ergonomía, e incluso de funcionamiento, con antena exterior para señal GPS y teléfono, que dan mejor cobertura, o con integración con otros sistemas del coche, como la cámara de marcha atrás, etc.

Hay ya sistemas para todos los precios, y cada vez son más asequibles. En muchos modelos vienen ya de serie, y en otros donde sean opcionales pueden costar un precio razonable de alrededor de los 400 o 500 euros (aunque las marcas premium suelen cobrar más).

Reflexionando sobre todo esto, es muy razonable pensar que en el futuro no muy lejano, todos los coches llevarán un sistema de estos, y no será algo exclusivo de los conductores más puestos en lo último en tecnología.

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