De 70 millones de dólares a no venderse: así ha acabado la puja del único “Porsche” Type 64 por un malentendido con las pujas

El "Porsche" Type 64 de 1939 es uno de los coches más importantes de la historia de Porsche y al mismo tiempo uno de los más desconocidos. De este coche, el precursor del 356 que llegaría a finales de los años 40, tan solo se fabricaron tres unidades y solo una ha sobrevivido intacta a la Segunda Guerra Mundial.

Este modelo único fue el que se subastaba este fin de semana en la Monterey Car Week y con motivo del concurso de elegancia de Pebble Beach. Durante unos minutos parecía que el coche iba a ser el más caro del mundo con una puja de 70 millones de dólares. Resulta que eran 17 millones. Y ya nadie quiso el coche.

RM Sotheby's había hecho los deberes. El Type 64 estaba en muchos medios especializados y se anunciaba su puesta en venta. Hasta Top Gear, con Cris Harris al volante, le dedicó un reportaje. La expectación era máxima para lo que era básicamente el coche que prefiguraba el futuro 356. Una pieza histórica única. RM Sotheby's calculaba que el coche podría alcanzar los 20 millones de dólares.

Sin embargo, la subasta arrancó con una puja de 30 millones de dólares. Y las pujas fueron escalando a toda mecha hasta alcanzar los 70 millones de dólares. Destrozaba literalmente el récord anterior alcanzado por este Ferrari 250 GTO, que cambió de manos por 48,4 millones dólares.

Sin embargo, al alcanzar la astronómica cifra de 70 millones de dólares, resultó que se trataba de un error. La puja inicial era de 13 millones de dólares (thirteen, en inglés) y no de 30 (thirty). Lo mismo ocurrió con la puja final de 70 millones (seventy) que resultó ser en realidad de 17 millones (seventeen).

El error es humano y pudo oír mal las primeras pujas. Sin embargo, cada vez que se subía la puja en medio millón, otro comprador “pujaba” en casi 10 millones más. Lo cual debió parecer extraño a más de uno de los asistentes.

RM Sotheby's, en un comunicado, explica que se escucharon mal las pujas y se fueron mostrando en pantalla de forma errónea. Un error que se fue amplificando debido al ruido de la sala viendo cifras tan altas.

La realidad es que tras la puja real de 17 millones de dólares, todos los potenciales compradores perdieron interés en el coche y al no alcanzar el precio de reserva (precio mínimo y oculto al público al que el vendedor acepta vender el coche), el Type 64 se marchó por donde vino.

El “Porsche” Typ 64 60K10

No es un secreto, en los años del régimen Nazi, Ferdinand Porsche aceptaba todos los encargos que le llegaban, ya fuesen los del KdF (o coche del pueblo, el Volkswagen y futuro Escarabajo), del primer Auto Union de gran premio o bien de los tanques Tiger y Elefant.

La versión oficial es que probablemente lo hizo con el objetivo de mantener a flote su estudio de ingeniería, así como por los retos técnicos que suponían para él todos esos encargos.

Y uno de esos encargos fue el de un coche para la carrera Berlín-Roma, imitando el concepto de la Brescia-Roma-Brescia, más conocida como las Mille Miglia. Para esa carrera, Porsche creó el Typ 64-60K10 (su nombre completo en los archivos). Este coche tenía mucho que ver con el KdF. Huelga decir que no es un Porsche como tal, pues la marca todavía no existía (aunque con posterioridad se le añadió la inscripción Porsche como en los 356).

Los tres coches se fabricaron sobre la base de los prototipos KdF de 1938. Porsche realizó las modificaciones en su taller, mientras que las carrocerías fueron fabricadas por Reutter, al otro lado de la calle y delante del Werk 1 de Porsche.

De los tres coches fabricados para la carrera que nunca llegó a celebrarse debido al inicio de la guerra, solo uno ha sobrevivido intacto hasta hoy. El número 1, con chasis 38/41 se lo regalaron a uno de los integrantes del proyecto. El coche está en paradero desconocido.

El segundo, el 38/42 estuvo en manos de la familia Porsche, pero en 1941 sufrió un accidente y fue posteriormente utilizado como coche experimental. Posteriormente fue confiscado por las tropas estadounidenses. Solo ha sobrevivido el chasis y algunas piezas sueltas. Este chasis sirvió de base para la recreación del 64-60K10 que se exhibe en el genial Prototyp Museum de Hamburgo.

El tercer coche, el 38/43, también fue propiedad de la familia Porsche. Lo uso durante un tiempo para luego vendérselo al famoso piloto austriaco Otto Mathé. Éste lo matriculó entonces T2222 (T por Tyroll). Compitió con el coche, ganando por ejemplo la Copa de los Alpes en 1950.

A la muerte de Otto Mathé, en 1995, el coche fue vendido en una subasta a un particular. Este fin de semana, en un inesperado giro de acontecimientos no llegó a venderse.

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