Volvo V40

Aunque ya vimos alguna avanzadilla del Volvo V40 hace unos días, el nuevo familiar de la marca sueca despuntó ayer en el Salón de Ginebra con unas formas más cercanas al sport que a salir de paseo con los niños, y muy encajado en la filosofía de decrecimiento que preside el mundo ahora mismo: menos consumo manteniendo prestaciones y más seguridad.

El Volvo V40 se presenta con ocho motorizaciones, cinco de gasolina y tres diésel, que abarcan desde los 115 CV hasta los 254 CV con transmisiones manuales y automáticas de seis relaciones y una preocupación por el consumo como características técnicas que a modo de tarjeta de visita nos deja el familiar sueco.

También presenta una variante en su estructura básica. De un lado, tenemos el chasis estándar, con la suspensión McPherson del Volvo S60 en la parte delantera y una suspensión monotubo de respuesta rápida, y luego está el chasis sport, con una altura rebajada en 10 mm y con unos ajustes más firmes en la suspensión para darle más control, que confirma la impresión de que Volvo se mueve hacia una parte más deportivilla con este coche, del que quieren vender 90.000 unidades al año.

Una amplia variedad de motorizaciones

La tabla completa de motores, resumida, vendría a ser así:

  • Gasolina de cinco cilindros 2.5 T5, 254 CV y 360 Nm más 40 Nm en overboost

  • Gasolina de cinco cilindros 2.0 T5, 213 CV y 300 Nm

  • Gasolina de cinco cilindros 2.0 T4, 180 CV y 300 Nm, sólo en algunos mercados, sin especificar

  • Gasolina de cuatro cilindros 1.6 GTD T4, de 180 CV y 240 Nm más overboost de 30 Nm

  • Gasolina de cuatro cilindros 1.6 GTD i T3, de 150 CV y 240 Nm

  • Gasóleo de cinco cilindros 2.0 D4, de 177 CV y 400 Nm

  • Gasóleo de cinco cilindros 2.0 D3, de 150 CV y 400 Nm

  • Gasóleo de cuatro cilindros 1.6 D2 DRIVe, de 115 CV y 270 Nm más 15 Nm en overboost

Es una gama amplia, donde los motores T5 vienen conectados a transmisión automática, los T4 se ofrecen en automático y en manual, mientras que los T3 van asociados exclusivamente a cambios manuales, todos de seis relaciones. Por su parte, todos los diésel se ofrecen con transmisiones manuales o automáticas, siendo Powershift en el caso del 1.6 D DRIVe.

En cuanto a consumos, las cifras se quedan en unos representativos 7.9 l/100 km en ciclo mixto europeo para el motor de gasolina T5 de 2,5 litros, que acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, y 5,8 l/100 km en el caso del T3.

En diésel, el D4 logra 4,5 l/100 km con caja manual y 5,3 l/100 km con automática, con una aceleración de 0 a 100 km/h de 8,3 segundos con transmisión automática y 8,6 segundos en manual. La versión de caja de cambios manual se queda en un nivel de emisiones de CO2 de 119 g/km, con lo que se ahorra el impuesto de matriculación. También obtiene buenos resultados en este aspecto el D2 con caja manual y sistema start-stop, cuyo consumo se cifra en 3,6 l/100 km, lo que supone un nivel de emisiones de CO2 de 94 g/km.

Sorpresa en el exterior, detalles en el interior

En el exterior, sorprende de forma agradable la línea del Volvo V40, muy dinámica y más alejada que nunca del concepto familiar. Estamos ante un premium hatchback mucho más sport que break, y todo con una estética que goza de personalidad propia, a la que contribuyen detallazos como el techo panorámico, ese alerón trasero pronunciado ma non troppo y las llantas de 18 pulgadas, aunque estas dos últimas características son opcionales.

La iluminación del Volvo V40 se realiza por ledes en las luces de posición, las de conducción diurna, los intermitentes situados en los retrovisores, las luces de matrícula y las de freno, lo que sin duda realza la estética del coche a la vez que le otorga un cierto carácter.

En el interior, además de cinco asientos ergonómicos de tipo bucket, aunque la plaza central posterior es algo estrecha en comparación al resto, encontramos detallitos como la iluminación por ledes hasta en la palanca de cambio de marchas (y no es una exageración mía). La tapicería es textil en tres acabados, Charcoal, Charcoal/Blond y Espresso/Blond, y en cuero en tonos azules Azure.

De la larga lista de posibilidades relacionadas con la tecnología y la conectividad (Bluetooth, USB, reproducción de mp3 y Div-X, por ejemplo), quizá la más interesante es la aplicación para smartphone que conecta el Volvo V40 con su propietario en todo momento, incluso avisándole por teléfono si algún amigo de lo ajeno se adueña del coche. Otras características del sistema son estas:

  • localización del vehículo con mapa y brújula,

  • cierre centralizado desde el teléfono,

  • arranque o programación de la calefacción a distancia,

  • datos del ordenador de a bordo en el móvil,

  • comprobación remota de los sistemas y niveles del vehículo,

  • bitácora del vehículo, con datos exportables a hoja de cálculo,

  • información básica del vehículo, con número de bastidor, etcétera.

Sistemas ya vistos… y algún detalle muy interesante

El Volvo V40 incorpora ayudas a la conducción ya vistas, como el Lane Keeping para mantener el rumbo dentro del carril, el detector de señales, el BLIS o el asistente al aparcamiento apoyado en la dirección asistida eléctrica que monta el vehículo con tres niveles de funcionamiento, programables por el conductor para intensificar o reducir la ayuda al giro.

Por otra parte, los ingenieros de la marca se han esforzado en lograr que los sensores que monta el Volvo V40 para detectar pérdidas de estabilidad dentro de su control de estabilidad y tracción DSTC entren en funcionamiento antes y con mayor precisión incluso tirando de un remolque o caravana.

Y en materia de tracción, tenemos el Corner Traction Control, un sistema que se encarga de transferir par a las ruedas de forma selectiva para mejorar la estabilidad en carreteras sinuosas y, en general, cuando salimos de un giro cerrado para abordar un tramo recto.

Otra mejora interesante consiste en que el sistema que evita la colisión contra obstáculos en el caso del Volvo V40 funciona hasta una velocidad de 50 km/h. El que habíamos visto hasta ahora, en los modelos de Ford, sólo llegaba a 30 km/h. En el V40, por debajo de 15 km/h el coche se detiene al detectar un obstáculo, y de 15 km/h a 50 km/h, reduce la velocidad para minimizar los riesgos derivados de una posible colisión.

Pero si por algo destaca en materia de seguridad el Volvo V40 es por sus sistemas de detección de peatones y, como novedad, por el airbag que en caso de atropello protege al viandante. Esto es más importante de lo que parece, no sólo ya para el peatón sino para los fabricantes de automóviles en general, ahora que los criterios de EuroNCAP van a endurecerse en esta parcela de la seguridad.

Por tanto, que no nos extrañe ver, de ahora en adelante, sistemas de detección mil y airbags exteriores para hacer del atropello un susto sin mayores consecuencias. Una vez que se ha garantizado de forma suficiente la seguridad de los ocupantes, ahora le toca el turno a los demás.

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