Tomarse la vida con humor está en vías de extinción. Por suerte de vez en cuando encontramos a gente que sabe hacerlo y que disfruta de las cosas más mundanas y molestas, como un radar. Es lo que han hecho unos vecinos de la localidad alicantina de Alcoy.
Les pusieron un radar pedagógico o informativo cuya función es 'educar' al conductor que pasa por un punto conflictivo para informarle de su velocidad sin llegar a emitir una sanción por exceso de velocidad. Los vecinos decidieron ponerlo a prueba de la mejor forma posible: corriendo delante de él.
Cuando es más divertido correr delante de un radar que quedarse en casa
"Esto solo pasa aquí". Es una de las frases que más se escuchan y con razón, porque los habitantes de este municipio se han viralizado por echar carreras nocturnas delante del nuevo radar.
La expectación es máxima: todos los allí congregados observan quién es capaz de poner en números rojos al radar. Lo mejor de todo es que uno de los corredores parecer superar el límite de 30 km/h impuesto. Que se haya puesto en una calle cuesta abajo ayuda.
Estos dispositivos, cada vez más habituales, constan de un sensor láser que mide, en tiempo real, la velocidad de los vehículos que se aproximan (a una distancia de entre 50 y 300 metros) y de una pantalla LED. Cuando un vehículo -y parece que también un vecino- se acerca al radar, este detecta su velocidad y muestra en la pantalla LED si está dentro del límite establecido (en cuyo caso, aparece en color verde) o si lo sobrepasa (empleando entonces un color rojo).
De iniciativas vecinales virales también saben en un pequeño pueblo francés llamado Bezannes, donde un vecino, harto de que los coches y motos pasaran a toda pastilla continuamente por su calle fabricó su propio radar casero. Resultado: los vehículos disminuían la velocidad a su paso y el éxito fue tal que hasta el alcalde le aplaudió la jugada e instaló un radar pedagógico real.
Claro que hacerlo no es legal. Por si lo estás pensando.
Foto | Instagram/corosydanzasamanecer