Nadie sabe qué pasará con Jaguar ahora que ha decidido romper con su pasado y convertirse en una marca completamente nueva. Lo que está claro es que muchos echarán de menos los viejos tiempos de la firma inglesa y el diseño de sus clásicos.
Para todos ellos, existe una solución: comprar el Mitsuoka Viewt. Parece un Jaguar Mark II de los años sesenta, o eso pretende, pero en realidad es un Toyota Yaris actual con un kit de carrocería que transforma su diseño.
El Mitsuoka Viewt no es el único coche (también puedes llamarlo sacrilegio) de la compañía japonesa
La cultura del automóvil en Japón es muy particular. Hay devoción por los modelos nacionales, conocidos en el mundillo como JDM, por las siglas en inglés de Japan Domestic Market (mercado local japonés), pero también hay una fiebre brutal con los clásicos europeos, normalmente por los modelos que nunca se llegaron vender en el país asiático.
El que puede permitírselo, importa clásicos europeos, pero hay quien no tiene esta opción, por lo que algunas empresas se dedican a ofrecer algo parecido. Todo comenzó con el Nissan Figaro a principios de los años 90; la firma nipona creyó que era buena idea lanzar un kei car, pero con un diseño retro inspirado en modelos clásicos, tanto europeos como japoneses.
El Figaro fue un éxito y animó a otras compañías a hacer cosas parecidas. Algunas, directamente decidieron copiar el diseño de iconos europeos, aunque la base de sus creaciones eran modelos japoneses actuales. Podríamos considerarlo una especie de tuning.
Así nacieron modelos como el “Renault 4L” de DAMD. En realidad, es un Suzuki Alto Lapin que lleva un kit de carrocería para parecerse al utilitario francés. DAMD lleva ofreciendo este kit de carrocería desde hace casi 20 años.
Pero el mejor ejemplo de este tipo es Mitsuoka. Vende muchos coches cada año y lleva décadas cosechando cierto éxito, pero no se puede considerar un fabricante.
Más bien es una especie de preparador artesanal que trabaja sobre la base de coches de otras marcas, como hace Hurtan en España, de hecho, podríamos decir que es la Hurtan japonesa porque sus proyectos recuerdan mucho a los de la compañía de Granada.
Básicamente, lo que hace Mitsuoka es coger coches modernos y transformarlos por fuera y por dentro para que tengan la estética de un coche clásico.
En Motorpasión hemos hablado de sus proyectos desde muchos años y lo cierto es que tiene un catálogo bastante grande, con deportivos, como el Mitsuoka Orochi hecho sobre la plataforma de un Honda NSX, el Mitsuoka Himiko Classic, que se parece mucho a los Morgan británicos o el Mitsuoka Rock Star, que parece un Corvette Stingray y se basa en el Mazda MX-5.
Mitsuoka también tiene un Honda Civic que se parece al Dodge Challenger y un Toyota RAV4 que imita el diseño de un todoterreno americano de los años 70. Sin embargo, el Mitsuoka Viewt es el coche más vendido de esta compañía.
Durante muchos años, el Mitsuoka Viewt ha utilizado como base el Nissan Micra, pero ahora se ha actualizado y en su interior esconde un Toyota Yaris de la generación actual, aunque estéticamente sigue rindiendo homenaje al Jaguar Mark II de los años 60, si es que se puede decir que su diseño es un homenaje porque muchos lo considerarán un sacrilegio (y con razón).
Por dentro cambia menos por fuera y deja todavía más claro que en realidad se trata de un Yaris y no de un clásico británico sesentero (si es que alguien tenía alguna duda). Simplemente cambia el logotipo del volante, la tapicería de los asientos y el color de algunas molduras.
A nivel mecánico, está disponible con los mismos motores que el Yaris, incluidas sus alternativas híbridas; con este conjunto híbrido, el Mitsuoka Viewt tiene un precio de partida de 4.497,799 yenes, el equivalente al cambio actual a unos 26.200 euros, por lo que no es mucho más caro que el Yaris sin transformar.
Imágenes | Mitsuoka
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