Fue un encargo de una familia de Dubái fascinada por el espacio
La Vía Láctea pintada a mano en el techo: más de 160 horas de trabajo artesanal
Rolls-Royce ha demostrado que ningún sueño es demasiado grande cuando se trata de personalización, siempre que el presupuesto acompañe. Su última creación, el Cullinan Cosmos, lleva el famoso techo Starlight Headliner a otra dimensión: en lugar de las habituales luces LED, este SUV único luce una representación pintada a mano de la Vía Láctea, un trabajo que requirió más de 160 horas de meticulosa labor artesanal.
Encargado por una familia a través del Private Office Dubai, este modelo refleja la fascinación compartida por el espacio exterior de unos padres con su hijo de cuatro años. El resultado es probablemente una de las piezas más espectaculares jamás creadas por el programa Bespoke de Rolls-Royce.
El 'Starlight Headliner' más asombroso de la historia
El Cullinan Cosmos es el primer Rolls-Royce en el que el techo se convierte en lienzo. La artista (cuya identidad no ha sido revelada por la marca) pintó a mano, capa tras capa, una interpretación etérea de la Vía Láctea, empleando más de 20 aplicaciones de pintura acrílica para lograr el efecto nebuloso característico de la galaxia.
Una vez completada la pintura, se perforó el techo para insertar fibras ópticas que recrean estrellas reales, de modo que la obra combina arte tradicional y tecnología actual. Según Phil Fabre de la Grange, responsable de Bespoke: “Este proyecto demuestra cómo Rolls-Royce convierte en realidad las visiones de otro mundo de sus clientes, con dramatismo, profundidad y absoluta precisión”.
La carrocería está pintada en un tono exclusivo, ‘Arabescato Pearl’, que “evoca el brillo de la luz de la luna sobre un cielo de medianoche” dice la marca. A lo largo del coche, va rematada con una finísima línea pintada a mano en color ‘Charles Blue’ y sobre el capó brilla la icónica Spirit of Ecstasy iluminada, como si fuera una estrella lejana.
En el interior, los asientos de cuero Charles Blue y Grace White, junto con molduras en Piano White, crean un ambiente sereno. Un exclusivo motivo Star Cluster (inspirado en los cúmulos de estrellas), pintado y bordado a mano, aparece en el salpicadero, los reposacabezas y los paneles de las puertas.
Todo, desde la iluminación hasta el bordado, está pensado para prolongar la sensación de estar viajando entre constelaciones. Bajo el capó de esta obra maestra late un V12 biturbo de 6,75 litros, con 563 CV y tracción total, heredado del Cullinan Series II.
Rolls-Royce y el espacio: una relación que viene de muy lejos
El Cullinan Cosmos se suma a una larga lista de creaciones de Rolls-Royce inspiradas en el universo. Desde el Spectre Lunaflair hasta el Cullinan Blue Shadow, la firma británica ha hecho de la astronomía un tema recurrente en sus encargos más exclusivos. Y desde hace años, sus clientes pueden incluso personalizar el Starlight para que muestre el cielo nocturno de un momento concreto, con constelaciones reales y estrellas fugaces.
Rolls-Royce no ha revelado el precio de este ejemplar único, pero si un Cullinan de serie ya parte de 400.000 dólares (unos 368.000 euros), el Cosmos probablemente supere con holgura el medio millón de dólares (más de 460.000 euros). Más allá del valor económico, este SUV representa un ejemplo perfecto de cómo la marca británica es capaz de transformar cada coche en una pieza de arte.
Imágenes | Rolls-Royce
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