Bentley Mulsanne Birkin

Mientras estos días todas las miradas están puestas en el Salón de Detroit, los chicos de Bentley han decidido presentar una edición limitada únicamente para Europa, el Bentley Mulsanne Birkin. ¿Y ese nombre? Pues bien, es un coche que pretende rendir homenaje a Sir Henry "Tiger Tim" Birkin, uno de los Bentley Boys que se hizo famoso en los años 20 por sus múltiples peripecias al volante dentro y fuera de la competición en el viejo continente.

Cada una de las unidades de esta edición limitada a 22 unidades del Bentley Mulsanne, estarán identificadas en los estribos de las puertas. Dentro encontrarás la "B alada" cosida en los reposacabezas e incrustada en las mesas de picnic que hay en la parte trasera. Si si, el Bentley Mulsanne tiene mesas de picnic aunque sus usuarios acostumbren a comer en restaurantes de alto postín.

Las mesas de picnic de madera maciza ayudan a amenizar las veladas en la fila trasera del Bentley Mulsanne Birkin mientras disfrutas de tu programa favorito en las televisiones de ocho pulgadas o consultas la actualidad de Twitter en el iPad, todo ello integrado en el equipamiento de serie.

En el exterior llama la atención por las llantas de 21 pulgadas que están inspiradas en las que lucía el prototipo original del Mulsanne. Está disponible en tres colores específicos para esta edición limitada, y no te preocupes porque el juego de maletas, que también va numerado como el coche, irá a juego con el color del interior.

Sir Tim Birkin tendría uno

Según la marca del Grupo Volkswagen, el Bentley Mulsanne Birkin trata de evocar el coche que este singular personaje se compraría en la actualidad. Este hombre que según dicen era la encarnación perfecta del piloto-caballero británico, compró su primer Bentley porque le apasionaban, como a nosotros, los coches buenos.

Birkin poco a poco se fue implicando en los proyectos de Bentley tanto en competición como en cuanto a coches de calle, tanto que acabó trabajando directamente en el desarrollo del Bentley Blower en 1928. Birkin fue quien se dio cuenta que el motor de 4,5 litros debía desarrollar más de 132 CV, para lo que propuso ponerle un turbo de la época con el que la potencia llegó a los 245 CV.

Él mismo fue quién convenció a Woolf Barnato, entonces propietario de la compañía, y a la inversora financiera Dorothy Paget para que produjesen 50 unidades, el número mínimo que les permitiría participar con el en Le Mans.

Mecánicamente no hay cambios, sigue contando con ese estratosférico motor 6.75 V8 Twin Turbo que desarrolla 512 caballos de potencia y unos impresionantes 1.020 Nm de par motor capaces de desnucar a cualquiera que se atreva a intentar domarlo. Excepto a Sir Tim Birkin...

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