Parte del mérito de que los coches nuevos sean cada más seguros es de los ADAS, es decir, de los sistemas de asistencia a la conducción. Desde hace años, es obligatorio que los coches tengan un número mínimo de ADAS y la mayoría de fabricantes va más allá de ese mínimo obligatorio por ley.
Esos ADAS están incrementando el precio de los coches, pero también tienen la culpa de que las reparaciones sean mucho más caras. Las aseguradoras son conscientes de ello y están subiendo el precio de las pólizas a sus clientes.
La cara B de tener coches más seguros gracias a la tecnología
Gracias a la tecnología, los coches cada vez son más seguros. Primero fue el ABS, luego el airbag, más tarde vinieron los controles de estabilidad y tracción y ahora todos tienen un arsenal de sistemas cuyo único objetivo es hacer que el coche sea más seguro. Este conjunto de sistemas son los ADAS, que es el acrónimo de sistemas avanzados de ayuda a la conducción.
Los coches nuevos deben equipar una serie de sistemas de asistencia a la conducción obligatorios de fábrica y ese paquete de ADAS se va incrementando por ley con el paso de los años.
Es el caso del detector de fatiga y somnolencia, de la frenada de emergencia o del reconocimiento de señales de tráfico con aviso cuando se superan los límites de velocidad, entre muchos otros. Aunque algunos de estos sistemas, como este último, pueden ser insufribles, en conjunto hacen que los coches sean más seguros, como señala Thatcham Research, pero también tienen un precio oculto.
Y es que estos sistemas pueden romperse, ya sea por avería o por accidente, como muchos otros componentes de los coches, y arreglarlos no es barato. Cuanto más avanzada es esa tecnología, más caras son las reparaciones. Un golpe por alcance con otro coche ahora puede tener un coste disparatado porque hay que sustituir componentes clave de los ADAS, como el radar frontal para la frenada de emergencia, sensores de aparcamiento, cámaras y faros que son tecnológicamente mucho más avanzados que los que montaban los coches de antes.
Para que te hagas una idea, los pilotos traseros LED de un GMC Hummer EV cuestan 6.100 dólares cada uno, es decir, más de 5.300 euros al cambio actual. Otro ejemplo son los faros LED matriciales del Porsche Taycan que roban con “abrelatas”; cada uno de estos faros cuesta casi 3.350 euros en tiendas de recambio online, por eso son tan apetecibles para los ladrones.
Esto ha provocado que el precio de las reparaciones de coches nuevos se haya disparado, no solo porque las piezas son más caras, sino también porque los arreglos son más complejos y no basta con cambiar componentes. Incluso una sencilla sustitución de la luna delantera requiere recalibrar los sensores que utilizan algunos ADAS y van instalados detrás del cristal, por lo que es una reparación mucho más cara que hace años, cuando los coches no tenían ADAS y, como mucho, llevaban sensor de luces y sensor de lluvia.
Lo están comprobando de primera mano los dueños de los coches que tienen que afrontar cualquier reparación, incluso grandes empresas, como Hertz cuando compró una flota de 100.000 Tesla y tuvo que deshacerse de ellos por un precio de derribo porque era muy caro repararlos. También las aseguradoras.
Un informe publicado por la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA por sus siglas en inglés), señala que los ADAS ya suponen, de media, el 37,6% del precio de la reparación de un coche nuevo.
Muchas de las reparaciones las pagan los seguros porque, generalmente, los coches nuevos están asegurados a todo riesgo, y a las aseguradoras no les salen las cuentas. Según cuenta Bloomberg, después de la pandemia del coronavirus y en un periodo de menos de cinco años, el coste de las reparaciones de vehículos ha aumentado casi un 50%, en buena medida por culpa de esos ADAS.
Las aseguradoras han apretado todo lo posible los precios con los talleres, pero también están repercutiendo el coste extra de las reparaciones a sus clientes. A la hora de calcular el precio de las pólizas, los actuarios de cada aseguradora tienen en cuenta muchos factores y, por supuesto, este es uno de ellos, de hecho, es probable que el precio de tu póliza se haya incrementado a lo largo de los últimos años, aunque no hayas tenido ningún siniestro.
En algunos casos, las compañías de seguros se niegan directamente a asegurar ciertos coches, como algunos eléctricos chinos, que suelen ir cargados de ADAS, sencillamente porque consideran que las marcas chinas no entienden el funcionamiento del sector postventa europeo.
Imágenes | Carglass, Fesvial, Repxpert