Probamos el Abarth 124 Spider: divertido, eficaz, pero caro

Nota de Motorpasión

El Fiat 124 Spider de 1966 dio lugar a una potenciada versión Abarth seis años más tarde. Los fans de rallyes la recordarán, pues obtuvo tres victorias en el mundial de rallyes y el título europeo en 1975. Esta vez la espera será más corta. A los dos meses de comercializarse el Fiat 124 Spider, el Abarth 124 Spider ya está oficialmente en venta. Y aunque las primeras entregas se harán en noviembre, tuvimos la oportunidad de sentarnos al volante del Abarth 124 Spider en una muy breve toma de contacto.

El Mazda MX-5, modelo que sirve de base para el 124 Spider, propone dos motores atmosféricos: el 1.5 de 131 CV y el 2.0 de 160 CV. Fiat, por su parte, propone el 1.4 turbo de 140 CV en el Fiat 124 Spider y el mismo 1.4 Turbo en versión de 170 CV para el Abarth asociado a un cambio manual de seis relaciones o automático de seis marchas. Es con este último cambio que pudimos probar el Abarth 124 Spider.

Si bien fue el Lotus Elan el modelo que sirvió de referencia para la creación del Mazda MX-5, la reinterpretación moderna del 124 Spider no podía soñar con mejor base para su creación. Ya conoces la historia, Fiat deseaba un modelo halo y llamativo para arrojar algo de luz sobre su gama en Estados Unidos y en Europa, pero sin que le costase un dinero que no podía destinar a ello, mientras que Mazda buscaba la manera de amortizar rápidamente la inversión en el desarrollo del nuevo MX-5. El primero repetir el éxito de su coche en Estados Unidos, mientras que el segundo quería seguir haciendo historia. La colaboración no podía haber sido más beneficiosa.

Técnica

Los Fiat y Abarth 124 Spider se fabrican en Japón, en la factorái Mazda de Hiroshima con motores procedentes de Fiat y con una carrocería 14 cm más larga que la del MX-5 y diseñada en Turín. La batalla no cambia, pero si los voladizos que son bastante más largos que en el Mazda. A mayor carrocería, mayor peso. El Abarth 124 Spider pesa 75 kg más que el MX-5 2.0 litros. Al menos, el voladizo posterior tiene una ventaja: el maletero de los Fiat es algo más grande (140 litros, frente a los 130 litros del Mazda).

El motor de nuestro Abarth 124 Spider es el 1.4 T-Jet MultiAir con alzada variable en continuo de las válvulas de admisión y sobrealimentado por un turbo Garrett que sopla a 1.5 bares. Manual (reforzada para soportar más par motor) o automática, la caja de cambios es de origen Mazda.

La puesta a punto, como veremos más adelante, es también muy diferente del Mazda. De entrada, el Abarth 124 Spider cuenta con amortiguadores y muelles más duros (Bilstein), así como con barras estabilizadoras específicas. Luego, las vías son ensanchadas y los discos de frenos y las pinzas son obra de Brembo. Por último, cuenta con una línea de escape Monza con dos doble salidas, las cuales no solo le dan agresividad junto al difusor trasero, también mejoran notablemente la banda sonora de esta prueba.

Estos cambios en el chasis, así como los diferencias estéticas (parachoques más agresivos, capós negros opcionales) e interior cuero-Alcantara suponen un sobrecoste con respecto al Fiat 124 Spider. Y seamos sinceros, el suplemento a pagar es elevado. El precio del Abarth 124 Spider sin opcionales es de 40.000 euros, con cambio manual, y 42.000 euros con cambio automático.

Obviamente, habrá que añadir opcionales como el color de carrocería por 850 euros (sólo el blanco y el negro son gratis), los faros LEDs y sensores de aparcamiento (incluidos en un pack de 1.800 euros) o el sistema multimedia con pantalla táctil para el GPS por 1.200 euros o el equipo BOSE por 800 euros. Al final, nuestra unidad de prueba estaba en 46.650 euros. A título de comparación, el Fiat 124 Spider Lusso -con un equipamiento de serie similar- cuesta 26.600 euros... Al final, el Abarth 124 Spider no se mueve en la misma categoría que su hermano de Fiat, tanto en términos de precio como de prestaciones.

Interior

Exceptuando el logotipo Abarth en el volante, el escorpión en el apoyabrazos central y la placa conmemorativa para las primeras 2.500 unidades entre los dos asientos, el interior del Abarth 124 Spider es el del Mazda MX-5. Incluso la interfaz en el sistema multimedia es la de Mazda.

La posición de conducción, heredada del MX-5, es casi perfecta. Los asientos deportivos son cómodos, pero podrían sujetar mejor. Tras probar el MX-5 con asientos Recaro, los asientos del Abarth hacen que el interior del 124 Spider me parezca más amplio, pero no es así, son idénticos. Y los que midan más de 1,90 m se sentirán un poco atrapados en su interior. La capota, como en el MX-5, sigue siendo manual y se abre -o cierra- con una sola mano y sin bajarse del coche. En menos de 10 segundos la abres o cierras.

Al volante

Por si fuera necesario, Fiat y Abarth nos traen hoy la prueba que la clásica arquitectura de motor central delantero y tracción trasera es la mejor para un roadster biplaza. Y Fiat lo sabe mejor que nadie, tras haber intentado convencernos en los años 90 que el Fiat Barchetta -un tracción delantera sobre base de Fiat Punto- era el heredero del 124 Spider, nadie se lo creyó. Sí, el coche tenía su público y era divertido, pero en términos de cualidades dinámicas no pudo hacer nada frente al Mazda MX-5. En esta ocasión, el 124 Spider recupera las cualidades dinámicas básicas del MX-5, como el equilibrio y la agilidad, pero lo hace con una puesta a punto muy diferente.

Los escapes cantan alto y grave, con un ligero petardeo en ocasiones al levantar el pie del acelerador. El coche lo oyes venir a lo lejos. Y eso, cuando te compras un coche tan llamativo, es justamente lo que quieres. Las aceleraciones, habida cuenta del motor, son tal y como lo esperas: el 0 a 100 km/h es abatido en 6,7 segundos.

Sin embargo, es en la reaceleración, al salir de una curva, que esta versión deportiva se revela: no hay pérdida de motricidad de la rueda interior gracias al diferencial autoblocante. La deriva del tren trasero no llega -hay que ser bastante bruto y buscarlo para conseguirlo-. El Abarth no es la máquina de drift que algunos no quieren hacer creer: su terreno es la eficacia. De hecho, el coche tenderá a irse de las cuatro ruedas antes de que lo haga la trasera.

Y se irá sin avisar debido a una falta de comunicación en la dirección y de las suspensiones. Y es que a pesar de unas suspensiones más duras, el italiano filtra mejor las irregularidades del asfalto y acusa menos balanceo que el japonés. Al final, estamos más aislados del comportamiento y el coche filtra mucho de los matices que nos habrían avisado de un inicio de derrape.

Conclusión

En términos absolutos, el Abarth 124 Spider es una joya. Tiene pedigrí, una buena base (reparto de pesos ideal, bajo centro de gravedad), es rápido y ágil. Sin embargo su comportamiento donde prima la eficacia choca con la herencia del 124 Spider original, campeón de rallyes.

La eficacia, en un coche deportivo, es más bien para los circuitos. Es para los obsesivos compulsivos que buscan siempre repetir la mejor trazada. En un coche de rallyes, la eficacia se obtiene gracias a un coche equilibrado y ágil, como en circuito, pero con una agilidad que roza la inestabilidad. Son como los aviones de caza modernos: naturalmente inestables para ser los más ágiles. Un Audi quattro de Grupo B o el Peugeot 205 Turbo 16 son los ejemplos claros de esa "inestabilidad": no había manera -o casi- de llevarlos rectos. Con este Abarth 124 Spider pasa lo contrario: es el coche ideal para track days, no tanto para tramos.

Pero en el fondo, esto no deja de ser una consideración filosófica y su puesta a punto que favorece la eficacia se puede entender por los gustos actuales de la clientela que prefieren un coche rápido, ágil y eficaz. El verdadero problema del Abarth 124 Spider es su precio. En su rango de precio (40.000 euros) el coche se queda sin rival directo. El BMW Z4 ya no está en producción, el Mercedes-Benz SLC 200 tiene otra filosofía y en cuanto al Porsche 718 Boxster, juega en una liga superior (en precio, comportamiento, calidad, etc).

Al final, sólo tiene en frente al Nissan 370Z Roadster (41.750 euros) y su V6 de 328 CV. El Nissan ya tiene sus años, pero es también muy ágil (arquitectura similar), aunque para llevarlo rápido tendrá que ganártelo. Además, ofrece "más de 300 CV", un 0 a 100 km/h en 5,5 segundos, una calidad percibida un tanto superior y un habitáculo más amplio (el maletero es también de 140 litros).

Vale, el Nissan 370Z está más cerca de la puerta de salida que de lograr arañarle ventas al Abarth. En realidad, para Fiat, el Abarth 124 Spider es el coche halo que hará vender los Fiat 124 Spider, mientras que para nosotros todo se resumirá a si queremos un Abarth nuevo o un Porsche Boxster de segunda mano (o un BMW Z4 M o... la lista es larga). Da qué pensar.

Fotos | Daniel Murias

En Motorpasión | Nuevo Fiat 124 Spider, de roadster japonés a deportivo clásico italiano

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 17 Comentarios