Peugeot 308, presentación y prueba en Francia (parte 2)

Si ayer conocíamos a fondo el nuevo Peugeot 308 tanto por fuera como por dentro, y os explicábamos cómo se estructura su gama, hoy es el momento de hablar de su comportamiento en carretera, su oferta de motores y de todas las asistencias a la conducción que incorpora el modelo, que son novedad en Peugeot.

Las regiones francesas del Franco Condado y Alsacia nos sirvieron la semana pasada como zona de pruebas para disfrutar de este nuevo Peugeot 308, un coche que se deja querer tanto en autovía como en carreteras convencionales, puertos de montaña o zonas urbanas. ¿Quieres saber qué nos pareció? Vente con nosotros.

Gama de motores

Tal y como adelantábamos ayer, Peugeot ofrece para el nuevo 308, que llega el 10 de octubre, tres motores turbodiésel y dos de gasolina, aunque la próxima primavera renovará a fondo la gama mediante nuevos motores tricilíndricos de gasolina y los novedosos Blue HDi, que pretenden reducir las emisiones de dióxido de carbono hasta los 82 gramos por kilómetro.

La oferta actual cuenta en gasolina con un 1.2 VTi de 82 CV, un 1.6 THP de 125 CV y un 1.6 THP de 156 CV, mientras que en diésel se ofrece un 1.6 HDi de 92 CV y un 1.6 e-HDi de 115 CV. Tanto el gasolina de acceso como el diésel montan una caja de cambios de cinco velocidades, en lugar de la caja de seis que montan el resto de motores y cuyo tacto y funcionamiento es bastante mejor que la unidad de cinco marchas.

Los motores Euro 6 (los de ahora son Euro 5) llegarán en primavera en forma de motores de gasolina de tres cilindros y motorizaciones turbodiésel de bajas emisiones (con filtro de partículas y catalizador de oxidación). Los gasolina sustituirán a los actuales mientras que los diésel convivirán con los de la oferta actual. Además, también llegará el nuevo cambio automático, que será de convertidor de par en lugar del manual pilotado o CMP. Las opciones nuevas serán las siguientes:

  • 1.2 e-THP 110 CV Manual 5v
  • 1.2 e-THP 130 CV Manual 6v * 1.2 THP 130 CV Automático 6v

  • 1.6 Blue HDi 120 CV Manual 6v

  • 2.0 Blue HDi 150 CV Manual 6v
  • 2.0 Blue HDi 150 CV Automático 6v

Impresiones de conducción

Como usuario de Peugeot durante años he de reconocer que antes de montarme en el Peugeot 308 esperaba un coche de típico tacto francés de los de hace unos años, es decir, "blandengue". El caso es que para nada es así, sino más bien todo lo contrario. Es un coche que sorprende desde el primer momento y que, en general, es un producto redondo del que Peugeot pretende vender unas 3.000 unidades en lo que queda de año y unas 16.000 durante el próximo. Veamos por qué.

Como dicen los británicos, first things first, así que primero lo primero, que es sentarse y ponerse cómodo. El puesto de conducción del 208 recibió muchas críticas porque el volante obstaculizaba la visión del cuadro de mandos. En el nuevo Peugeot 308 ya no ocurre igual puesto que el volante, de pequeño tamaño, se ha achatado por arriba y por abajo y, además, el cuadro de instrumentos se ha elevado ligeramente y el recorrido en altura del volante es más bien corto.

Aún así, es posible que, según cómo lo coloquemos, el volante tape ligeramente la zona central del cuadro de mandos. En nuestro caso no tuvimos problemas al respecto, aunque quizá convenga probarlo antes de tomar una decisión. Lo que sí es una auténtica gozada es el volante, de los más pequeños que recuerdo y muy agradable al tacto. Además, la dirección tiene una dureza correcta ya que no resulta demasiado blanda ni está artificialmente endurecida.

Sin duda una de las cosas que más llama la atención cuando empezamos a rodar con el coche es el hecho de que la aguja del cuentarrevoluciones, a la derecha del cuadro de mandos, se mueve en sentido contrario al habitual. Es decir, la aguja no gira en el sentido de las agujas del reloj, sino al revés.

A esto hay que acostumbrarse, ya que en un principio nos parece que cuando pisamos el acelerador el motor cae de vueltas en lugar de subir y, por el contrario, cuando circulamos a bajas vueltas a velocidad de crucero y echamos una mirada de reojo al cuentavueltas, puede darnos la sensación de que circulamos "pasados de vueltas". Cuestión de hacerse a ello, pero no deja de ser curioso.

Una vez recorridos unos cuantos kilómetros nos damos cuenta de lo cómodo que es el coche casi sobre cualquier piso y lo bien que se sujeta si afrontamos un tramo de curvas. El equilibrio que han conseguido en la suspensión es muy bueno y parece mentira que pueda pasar tan suavemente un badén y a la vez podamos afrontar zonas reviradas sin demasiado movimiento de la carrocería y con una pisada firme y de las que transmite confianza.

La suspensión es uno de los temas más comentados entre los compañeros, ya que realmente nos sorprendió el buen trabajo realizado en este aspecto. Parte de culpa en el buen hacer de la suspensión corresponde a la nueva arquitectura del modelo y a nuevos esquemas de suspensión, Pseudo McPherson delante y barra de torsión detrás.

Otro de los puntos clave de este Peugeot 308 es el aislamiento del habitáculo, mucho mejor insonorizado que la generación anterior. Aunque queda algo de ruido de rodadura, lo cierto es que tanto el ruido aerodinámico como el del motor se camuflan muy bien. En un punto del trayecto llegamos a pensar en lo silencioso que era el motor, cuando en realidad lo silencioso es el habitáculo. Sólo hay que bajar las ventanillas para comprobarlo. En el THP de 156 CV, por ejemplo, apenas se oye el ralentí. Está así de bien aislado.

El nuevo Peugeot 308 se siente ágil, ligero, como si estuviéramos al volante de un coche más pequeño. No es que sea grande precisamente, con sus 4,25 metros de largo, pero parece incluso más compacto de lo que en realidad es por la facilidad con la que sigue nuestras órdenes sin rechistar. Durante la ruta, con muchísimas curvas, no tuvo problemas de estabilidad ni tracción en ningún momento, incluso con el suelo mojado.

Sorprende que, tratando la dirección con suavidad, el coche no haga amago de subvirar ni siquiera cuando afrontamos curvas cerradas a buen ritmo y con el asfalto mojado. Tampoco tiene problema en la salida de las curvas, ya que tracciona muy bien. Se me ocurren muchos coches de su categoría que no nos habrían transmitido tanta confianza por estas mismas carreteras y en estas circunstancias. De nuevo, es un coche que transmite tranquilidad por su aplomo y buena pisada.

Según el tamaño de la llanta, el 308 puede equipar neumáticos Michelin Pilot Sport 3 (en 18") o bien unos Michelin Energy Saver + de muy baja resistencia a la rodadura, diseñados específicamente por el fabricante francés para este modelo de Peugeot y disponibles para las versiones con llantas de 15, 16 ó 17 pulgadas. Según la marca estas gomas reducen las emisiones en hasta 3 gramos por kilómetro.

Durante los recorridos de prueba tuvimos ocasión de probar varias motorizaciones. La que más tiempo condujimos, algo más de 200 kilómetros, es el 1.6 HDi de 115 CV, una opción muy recomendable por consumo (5,3 litros en más de 200 kilómetros por todo tipo de vías y a buen ritmo) y por lo agradable que resulta de conducir. Tiene potencia suficiente para mover el 308 con agilidad y no echamos en falta más fuerza salvo que nos guste mucho la conducción deportiva, caso en el que deberíamos optar por el THP de 156 CV o esperar directamente al 308 R.

También pudimos probar, aunque mucho menos tiempo, el 1.6 THP de 125 CV y el 1.6 HDi de 92 CV. Ambos son opciones también recomendables, ya que son muy agradables de conducir, sobre todo el THP. En el caso del HDi, lo que menos gusta es el cambio de cinco velocidades, que resulta mucho más áspero e impreciso que las cajas de seis relaciones, que son ciertamente más agradables para el conductor.

Por último, hicimos unos pocos kilómetros a bordo del 1.6 THP de 156 CV, un motor que ya es un viejo conocido puesto que lo hemos probado anteriormente en otros modelos del grupo PSA como el Citroën DS3. Nos sigue pareciendo una opción muy buena por lo elástico que resulta y lo bien que mueve a un coche de este peso, sin devolver unos consumos excesivos. Es probablemente la mejor alternativa para quien busque una conducción más animada y un sonido de motor agradable.

Novedades en asistencia y seguridad

Peugeot estrena en el Peugeot 308 varios sistemas de seguridad y asistencia a la conducción que se hacen necesarios a estar alturas para poder seguir los pasos de la competencia. Los tres primeros de la lista se agrupan en el denominado "Driver Assistance Pack".

  • Regulador de velocidad activo: Es un control de crucero convencional con algunas funciones adicionales gracias a un radar frontal. El sistema es capaz de regular la distancia con respecto al vehículo precedente y adecuar nuestra velocidad a la de éste.
  • Alerta de riesgo de colisión: Si el radar detecta que el vehículo que nos precede está demasiado cerca nos alerta mediante un aviso en la pantalla y otro sonoro para que activemos los frenos.
  • Frenada automática de emergencia: En caso de que el conductor no frene y el sistema detecte una colisión inminente, se accionan los frenos de forma automática que puede evitar o mitigar las consecuencias del impacto. Funciona a partir de 20 km/h.
  • Control del ángulo muerto: Un pequeño diodo luminoso integrado en los espejos retrovisores exteriores nos alerta de la presencia de otro vehículo en el carril adyacente, a cualquiera de los dos lados.
  • Park Assist: No llega hasta primavera, pero permitirá aparcar de forma automática en batería.
  • Cámara de marcha atrás: Una cámara colocada en la zaga permite ver en tiempo real lo que tenemos detrás. En caso de equiparla, se activa automáticamente al engranar la marcha atrás.

Fotografía | Javier Álvarez En Motorpasión | Peugeot 308, presentación y prueba en Francia (parte 1)

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