Probamos el Mercedes-AMG A 35, un compacto de 306 CV que puede jugar en la liga de los mayores

Nota de Motorpasión

Son las 8 de la mañana de un viernes a finales de noviembre. La isla de Mallorca amanece como aletargada después de que los millones de turistas que cada verano abarrotan sus carreteras, hayan huido a sus países de origen, dejando sus preciosos paisajes como dormidos en el tiempo. Es el entorno perfecto para probar el coche que hoy nos ocupa, el Mercedes-AMG A 35. Un compacto de 306 CV y tracción total que, además de ser el Mercedes-AMG más asequible de la historia, quiere conquistarnos con su comportamiento. ¿Vienes?

El pueblo de Soller era el punto de partida de la primera ruta que íbamos a poder hacer al volante del nuevo A 35. Desde allí subiríamos hacia Puig Mayor y después hacia Pollensa atravesando la preciosa Sierra de Tramuntana, con sus espectaculares paisajes montañosos que recuerdan la riqueza que tiene nuestro país en el que en una isla como Mallorca, puedes encontrar paisajes típicamente veraniegos o trasladarte a zonas de alta montaña en solo unos minutos.

Para la ocasión elegí la configuración más llamativa del A 35, la que luce su musculosa carrocería en color Sun Yellow, aunque tampoco me hubiese importado llevarme una unidad del otro color que es novedad, el Denim Blue.

Del A 45 AMG se vendieron más del doble de unidades de las inicialmente previstas. Eso, unido a que cada vez hay más gente demandando compactos de altas prestaciones, ha llevado a Mercedes-AMG a desarrollar este modelo. Pero ojo, habrá otro A 45 por encima de este.

El color amarillo permite dos cosas. Por un lado, le da un aspecto mucho más fresco y agresivo a un coche que está llamado a conquistar a clientela joven, lo cual considero que es un completo acierto. Por otro lado, genera el contraste necesario para que destaquen los infinitos detalles en color negro brillante, como alerón, lamas en el paragolpes delantero, difusor de aire posterior, perfiles de las ventanillas, etc.

Sentado en el espectacular asiento baquet forrado en piel que hace que te sientas como un rey desde el puesto de conducción, con unos mullidos laterales muy marcados para evitar movimientos en las curvas, lo que ven tus ojos es difícil de superar por cualquier otro coche de su precio y planteamiento.

La combinación de la doble pantalla digital que preside el habitáculo (la misma que estrenó el Clase A) con unas salidas de aire de nuevo diseño con acabado en aluminio, el pad de gran tamaño situado en la consola central o el espectacular volante AMG, con la parte inferior achatada, el punto cero marcado y los laterales achatados y tapizados en alcántara, hacen que lo único que apetezca sea ponerlo en marcha y empezar a disfrutar de él. Y eso hicimos.

Una afinada puesta a punto dinámica

Nada más poner en marcha el motor, el sonido que emite es nulo. ¡Oh, no! Eso es lo que pensamos todos hasta que nos dimos cuenta de que por defecto el coche hace un Silent Start para no despertar a la familia y al vecindario. Basta con cambiar al modo Sport para que, mientras va cogiendo temperatura al ralentí, afloren las ganas de sacarle el máximo partido a este compacto de tan buen ver.

Salimos por las sinuosas carreteras que nos llevarán a través de la Sierra de Tramuntana, ganando mucha altitud en solo unos minutos, tras recorrer infinidad de curvas en un trazado serpenteante que parecía no tener fin. Lo primero que destaca, es la elasticidad del motor, que ofrece respuesta a casi cualquier régimen.

La doble salida de escape ovalada, una a cada lado del coche, es de verdad. Son salidas de escape reales, no ficticias como en el Clase B que probamos esos mismos días.

Entrega unos contundentes 400 Nm de par a solo 3.000 RPM, pero desde el ralentí y hasta ese régimen, la respuesta es más que suficiente para movernos con la dignidad que esperas de un modelo de su potencia, nivel y planteamiento. No es necesario jugar demasiado con el cambio de nombre más enrevesado del mercado, el cambio de doble embrague SPEEDSHIFT DCT AMG 7G.

La unidad de pruebas tenía en la parte inferior derecha del volante el mando giratorio con pantalla (opcional), a modo de manettino. Girándolo se pueden seleccionar los diferentes modos de conducción disponibles. Le llaman AMG Dynamic Select y permite configurarlo en los modos Comfort, Sport, Sport+, mojado e Individual, este último permitiendo configurar los parámetros de tacto de dirección, entrega de potencia, rapidez del cambio y sonido de motor a nuestro antojo.

En el modo normal y sin exigirle demasiado, las diferencias entre este y un Clase A 200 son casi inapreciables. Es confortable (llevaba las suspensiones regulables opcionales), poco ruidoso y perfectamente útil como coche de diario, que es lo que al fin y al cabo son todos los Clase A independientemente de que lleven o no apellido AMG.

Pero no habíamos venido a Mallorca para corroborar que el A 35 puede ser tan buen coche como su hermano el A 200 de gasolina, algo que ya presuponíamos. Habíamos venido a saber si el A 35 AMG, a pesar de ser el AMG más asequible de la historia, cumplía con lo que podíamos esperar de él y si estaba al nivel de sus rivales más directos, el Audi S3 y el BMW M140i xDrive.

Para ello, nada mejor que girar esa rosca y comenzar a conducir en el siguiente modo, el Sport. El carácter del coche y el tacto en general del conjunto cambian notablemente, hay un salto significativo entre un modo y el otro.

El sonido que se cuela en el interior gana un punto de intensidad, al cual le acompaña una respuesta más inmediata a los movimientos de acelerador y una dirección más directa y precisa. La primera zona de curvas enlazadas en subida las hacemos a un ritmo realmente alto, y a pesar de que la temperatura a duras penas pasaba de los 8 grados y que todavía había zonas húmedas en los segmentos más sombríos del asfalto, el coche parece ir sobre raíles.

El sistema de tracción 4matic es completamente nuevo, y creo que ahí reside una de las claves del buen comportamiento del coche. Mientras el anterior A 45 recurría a un sistema de reparto de par hidráulico, en este se monta un sistema electromecánico, con una respuesta mucho más ágil y natural.

Constantemente va repartiendo el par entre el eje delantero y el trasero, circulando en circunstancias normales únicamente en tracción delantera y haciéndolo al 50:50 cuando es necesario.

Es una delicia el tacto general del coche, que se percibe muy asentado sobre el asfalto. Curva tras curva va apeteciendo exprimirlo un poco más, estirar un poco más las vueltas del motor mientras el sonido se cuela en el habitáculo es realmente estremecedor.

Es un claro indicador de que la puesta a punto de este coche, está mucho más conseguida que en su antecesor natural el A 45 AMG, un coche en el que las sensaciones que transmitía la dirección y el chasis estaban demasiado filtrados y no incitaban tanto a ir 'al ataque'.

El siguiente tramo con el que nos iba a deleitar la preciosa sierra de Tramuntana, desierta de tráfico y ciclistas, era una serie de rectas cortas seguidas de curvas de 180 grados serpenteantes a través de toda la ladera de la montaña. Ese tramo sirvió para poner a prueba la resistencia del equipo de frenos, realmente buena.

El A 35 monta discos delanteros perforados de 350 milímetros de diámetro y traseros de 330 milímetros. Las pinzas son de cuatro pistones delante y de uno detrás, suficientes para ofrecer un tacto y potencia de frenado realmente bueno y además, ser capaz de mantener la compostura tras 20 minutos de uso extremo.

Lo mejor, además de la resistencia a la fatiga, es que el coche permite hacer frenadas en apoyo e incluso dentro de la curva sin que se mueva apenas. Clavas frenos con algo de volante girado y el coche va allí dónde le marcas con la dirección. El subviraje no está dentro de sus habilidades.

Sport+, ahí donde el A 35 consigue el notable alto

Seguimos subiendo sin aburrirnos de lo que estábamos experimentando. Admito que había subestimado al A35, usando como referencia a su hermano mayor y antecesor, el A45. En este coche toda la puesta a punto está mucho más conseguida, más trabajada, y eso permite ir notablemente más rápido, con más confianza.

Selecciono el modo Sport+ y una vez más, el salto respecto al Sport es muy notable. El sonido se convierte casi en sonido de carreras, la dirección lee cada movimiento de volante con absoluta precisión y el motor... El motor es increíble, ofrece unas sensaciones mucho más agradables que las del A 45 AMG, en el que adolecía de falta de rotundidad y grandeza.

Estamos ante un motor de 2.0 litros con turbocompresor completamente nuevo, desarrollado desde cero tomando como base el grupo M 260 de cuatro cilindros que estrenó el nuevo Clase A.

Apretándole las tuercas, estirando el motor hasta el corte y apurando al máximo las frenadas, además de ser muy rápido, el A 35 es capaz de ofrecernos un comportamiento sobresaliente a nivel dinámico.

Se percibe muy ágil del tren delantero, y creo que el motor con poco peso gracias a su reducida cilindrada y a la fabricación con fundición de aluminio, son elementos clave. Pero no solo es una cuestión de peso. Esa precisión de la dirección, que hace exactamente lo que le indquemos con el volante, tienen que esconder algo más.

Y cuando digo esconder, es por algo. Hay una plancha de aleación de aluminio atornillada bajo el motor que aumenta la rigidez a la torsión en la sección delantera del vehículo. Dos tirantes diagonales adicionales en la parte delantera de los bajos del vehículo reducen a su vez la torsión y aumentan la rigidez.

El único punto de todo el conjunto que creo no está al nivel que ofrece el aspecto dinámico, es la caja de cambios de doble embrague SPEEDSHIFT DCT AMG 7G, o más bien su configuración electrónica.

Si bien a la hora de subir marchas es absolutamente inmediata y basta con tocar la leva para que aumente de forma inmediata, dando incluso un pequeño trallazo si no sueltas el acelerador entre marcha y marcha, es en las frenadas y reducciones donde puede no ser todo lo fiel que te gustaría.

Así, en alguna frenada en la que estábamos exigiendo al equipo de frenos lo mejor de sí, la caja de cambios no admitió esa reducción extra que le pedíamos, quedándose en una marcha superior a la que nos hubiese gustado.

No es un gran problema ya que el par motor para tener respuesta a la salida de la curva es muy alto, pero estaría bien que le permitiesen bajar una o dos marchas a nuestro antojo, incluso acercándose a la zona roja.

Aun así con todo, creo que el Mercedes-AMG A 35 4matic está a un nivel muy superior al que esperaba en el apartado dinámico, en el estético y en el visual. El cuadro de mandos digital dispone de una configuración 'clásica', otra 'deportiva' y una tercera llamada 'supersport'.

Todos los estilos pueden seleccionarse mediante los botones Touch Control en el volante. Si vas en el 'Supersport', exprimiendo al máximo todo el potencial dinámico del coche, te sentirás como si estuvieses en un simulador de conducción capaz de excitarte, emocionarte y lo que es más importante, capaz de mantener el tipo con soltura a sus rivales más directos.

Primeras impresiones y precio del Mercedes-AMG A 35 para España

Creo que Mercedes-AMG ha dado en el clavo con el A 35, un coche que si bien en Alemania tiene un precio inferior a los 50.000 euros y se posiciona como el AMG más asequible de la historia, a nuestro mercado llega por 57.675 euros con un equipamiento de serie más amplio. Los primeros se entregarán en marzo, y entonces habrá que probarlo de nuevo a fondo.

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