Probamos el Mazda3 2017, un virtuoso compacto que sigue su propio camino

Nota de Motorpasión

El compacto de Mazda, el Mazda3, también se ha sometido el previsible ejercicio del restyling. Aunque con indudables cualidades (calidad, comportamiento dinámico, equipamiento), el Mazda3 nunca consiguió imponerse en el mercado europeo dominado por el Volkswagen Golf y otros modelos europeos.

En este restyling del Mazda3, los ligeros retoques estéticos muy sutiles vienen acompañados de mejoras técnicas. ¿Será suficiente para que el público se rinda a Mazda? Especialmente cuando la principal novedad del coche sólo se aprecia conduciéndolo en carreteras reviradas.

El Mazda3 ha sido y es para Mazda un modelo clave de su crecimiento en España. Hasta la llegada de los SUV CX-5 y CX-3, el Mazda3 era sencillamente el modelo estrella de la marca en nuestro país. En el resto de Europa, el Mazda3 es igualmente importante para la marca de Hiroshima, pero el camino para desbancar a los modelos líderes en nuestro continente es todavía largo.

Un restyling (demasiado) sutil

Como viene siendo habitual en los últimos restyling de marcas generalistas, los cambios estéticos son muy sutiles y limitados. Las razones de esa falta de atrevimiento son muchas en función de la marca y el modelo, pero globalmente hay dos razones principales que encontramos en todos los casos. La primera es no romper con la racha de éxito del modelo. Si comercialmente funciona, no lo cambies, no vaya a ser que las ventas caigan. Y la segunda razón es sencillamente para mantener lo más alto posible el valor de reventa del modelo saliente. Pero volvamos al Mazda3.

Los principales cambios se aprecian en el frontal. Sinceramente, sin un Mazda3 de 2013 para comparar, los cambios no se aprecian. La calandra se une ahora con los faros, el logotipo de la calandra está situado más bajo y los faros antiniebla y sus huecos tienen formas nuevas.

Un interior que cambia aún menos

A bordo, los cambios son todavía más sutiles. Salta a la vista la ausencia de un freno de mano mecánico, sustituido por una unidad eléctrica, pero también nos encontramos con un nuevo volante (inspirado en el del MX-5) cuyo diseño facilita el uso de los mandos situados en los brazos del volante. Seguimos con un head-up display ahora en color y unos asientos delanteros más largos y que ofrecen una mejor sujeción lateral.

Estos retoques no transformarán radicalmente el interior del Mazda3, pero si le darán un aire más actual. El espacio a bordo sigue siendo bueno en todas las plazas (siempre y cuando viajen cuatro personas) y la capacidad del maletero -en la versión de 5 puertas hatchback- se sitúa en la media baja del segmento con 364 litros de capacidad.

Más equipamiento de sistemas activos

Finalmente, los mayores cambios del Mazda3 están en su equipamiento. De serie equipa el sistema G-Vectoring que regula el par motor para provocar ligeras transferencias de peso entre los ejes y mejorar así el paso por curva y la agilidad del coche. Al asistente de cambio de carril (LAS), control de ángulo muerto con alerta de tráfico trasero (útil cuando sales marcha atrás de un estacionamiento), el Mazda3 equipa ahora faros adaptativos con tecnología LED bautizados Smart Full LED.

Por otra parte, el sistema de asistencia a la frenada en ciudad SCBS, de serie en los acabados Style y Luxury, puede ahora detectar peatones además de vehículos. Este sistema ha visto, además, su rango de uso ampliado notablemente gracias al uso de nuevas cámaras -en lugar de sensores infrarrojos en el modelo anterior-; funciona ahora entre 4 y 80 km/h (anteriormente era sólo hasta 30 km/h). En cuanto al SBS, asistente de frenada en carretera y corolario del SCBS, funciona ahora hasta 160 km/h (anteriormente hasta 145 km/h) gracias a un nuevo radar (de 77GHz).

Al volante

La gama de motorizaciones se mantiene intacta. En gasolina, la gama se compone del Skyactiv-G 1.5 litros de 100 CV y del Skyactiv-G 2.0 litros en su versiones de 120 y 165 CV (con i-Eloop este último). En diésel, la oferta es más limitada (el 70 % de las ventas del Mazda3 se hacen con motores gasolina). Se compone del Skyactiv-D 1.5 litros de 105 CV (que ya probamos) y del 2.2 litros de 150 CV, que pueden ir asociados a una cambio manal de 6 relaciones o un automático de 6 marchas, con algunas excepciones, como el 2.0 litros 165 CV gasolina únicamente disponible con cambio manual.

La novedad del restyling del Mazda3 está en un nuevo equipamiento tecnológico que, actuando sobre el motor, modifica su comportamiento dinámico. Se trata del G-Vectoring que ya hemos mencionado. ¿Cómo funciona? Cuando aceleras, el morro del coche se levante y cuando levantas el pie del acelerador, con el freno motor, el morro se hunde ligeramente. El G-Vectoring provoca esa situación y trasnferencia de peso para mejorar la estabilidad en curva al mismo tiempo que la agilidad del coche.

Este sistema analiza el ángulo de giro de las ruedas y la posición del acelerador junto con la velocidad del coche y en cuando detecta una curva reduce el par motor que éste entrega para transferir el peso del coche sobre las ruedas delanteras en cuestión de milésimas de segundo y entregarlo de nuevo al salir de la curva.

Lo que hay que saber es que funciona. No lo notarás mucho en ciudad y algo más en las grandes curvas de las autopistas, pero si vas por carreteras secundarias, de montaña o simplemente algo reviradas el comportamiento dinámico del Mazda3 ha cambiado mucho con respecto a la versión prerestyling.

El tren delantero es ahora incisivo, directo y relativamente preciso, mientras que el tren trasero sigue la trayectoria indicada por las ruedas anteriores. Y todo gracias al G-Vectoring. La sensación no es tan evidente como en un Renault Mégane equipado de la dirección a las cuatro ruedas 4Control –un sistema brillante- pero las sensaciones que da el G-Vectoring recuerdan un poco las del sistema de Renault. Tanto que vuelves a echar en falta en la gama un Mazda3 MPS (una pena que Mazda haya abandonado el segmento de los GTI).

Por lo demás, el Mazda3 2017 conserva las buenas calidades del modelo anterior, como el silencio (se nota una mejora en la insonorización en la zona de las lunas laterales) y el confort de marcha al mismo tiempo que se muestra estable y con apoyos francos en la curvas. La prueba, una vez más, que se pude hacer un coche que se agarre en las curvas sin recurrir a suspensiones extremadamente firmes. Sencillamente, es uno de los mejores compactos del mercado europeo.

Conclusión

Al igual que el Mazda6, el Mazda3 merecería mejores cifras de venta. Y es que cualidades no le faltan. El equipamiento de serie es suficientemente completo, su interior elegante y de calidad y sus cualidades dinámicas excelentes. Es incluso uno de los modelos que mejor aguantan su valor para la reventa. El Mazda3 ofrece una de las mejores relaciones precio/equipamiento/calidad/dinamismo del mercado.

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