Hyundai i10 2013, presentación y prueba en Cerdeña

Como ya habíamos adelantado hace un par de días, esta semana hemos tenido oportunidad de conocer de primera mano el nuevo Hyundai i10, un pequeño urbano que se ha renovado a fondo para ser más competitivo y atraer a los clientes, más que nunca, por los ojos.

Primero fue el Atos, en 1999, y después el i10, en 2008. No obstante, este nuevo i10 poco tiene que ver con sus predecesores, tanto por calidades como por diseño, interior y comportamiento dinámico. El nombre lo conserva, pero ofrece mucho más. Vamos a verlo.

Diseño más seductor

A nivel estético el cambio es importante. Atrás queda ese aspecto redondeado para dar paso a líneas más marcadas y afiladas. Cambia casi todo, pero destacan las ópticas traseras, que abandonan la disposición vertical, o la nueva parrilla hexagonal, más llamativa que la de su antecesor.

Los nuevos faros delanteros, y sobre todo, los grupos de LED de marcha diurna alojados en el paragolpes delantero, aportan al Hyundai i10 2013 una nueva presencia, más moderna y atractiva que antes. Ese aspecto "cuco" del anterior deja paso a un diseño seductor. Ahora se parece más a su primo, el Kia Picanto, aunque salvando las distancias.

Entre los colores de carrocería más interesantes encontramos el naranja metálico de las imágenes y, el más curioso de todos, un color gris que no es muy común. Se llama Baby Elephany Grey, es decir, Gris bebé elefante, literalmente (ver foto). A algunos compañeros no les gustó este gris, pero la originalidad también es una virtud. Ya se sabe que para gustos...

Nuevo 'look' interior

Si por fuera el salto cualitativo es importante, dentro del habitáculo no lo es menos. Tanto el diseño general del interior como la disposición de mandos e instrumentos es nueva. Inserciones en el color de la carrocería en el salpicadero y la zona inferior de la consola y las puertas contribuyen a que el aspecto general sea mucho más "chic".

Los materiales interiores son los que esperas de un coche de su segmento y precio. A la vista son agradables, aunque en su mayoría (salvo alguna excepción más mullidita), son plásticos duros. Aún así, los acabados son mejores que los que acostumbraba a tener el modelo urbano de la casa surcoreana.

Además, el nuevo modelo equipa ESP desconectable de serie, elevalunas elétricos con control sobre las cuatro ventanillas desde el puesto de conductor, y ofrece la posibilidad de equipar comodidades como el volante calefactable, faros regulables en altura o sensores de aparcamiento.

A pesar del envase pequeño, la habitabilidad interior del i10 sorprende. En las plazas delanteras es todo lo buena que podríamos pensar, pero es detrás donde una persona de 1,80 metros viaja con un espacio para las piernas correcto, teniendo delante a otro ocupante de la misma estatura.

Mi compañero de viaje mide 1,85 metros y también viajaba cómodamente (delante y detrás). Eso sí, tres adultos detrás no caben, salvo que sean sílfides. No obstante, en un coche de este tipo es más común ver niños que adultos en la parte trasera, y estos obviamente no tienen problemas de espacio (ver foto).

El espacio para la cabeza en las plazas traseras es justo para personas de más de 1,80 metros de altura, ya que la zona del techo más cercana a la zaga cae levemente y si echamos la cabeza hacia atrás para apoyarla en el reposacabezas, tocaremos el techo. Si somos más altos, daremos con la cabeze en el techo sí o sí.

Según Hyundai la capacidad del maletero aumenta en 27 litros, hasta un total de 252 litros (ver foto) ó 1.046 litros con los asientos traseros abatidos (ver foto). En la práctica el maletero es suficientemente grande como para cargar con la compra (si no es la de todo un mes) y caben varias maletas de viaje que no sean exageradas en tamaño. Bajo el suelo del maletero no hay rueda de repuesto, sino un kit antipinchazos.

Al volante del Hyundai i10

Durante esta presentación a la prensa del Hyundai i10 2013 pudimos hacer rutas por el norte de la isla de Cerdeña con las dos motorizaciones disponibles para el modelo, un 1.0 litros tricilíndrico de 66 CV (ver foto) y un 1.2 litros de 87 CV.

Los 3,66 metros que mide de largo lo hacen un urbano muy ágil y manejable. Además, la dirección es blandita y permite maniobrar con mucha comodidad. Sin duda la ciudad es el hábitat de este pequeñín, aunque eso, como vamos a comprobar ahora mismo, no significa que no le guste la carretera.

De hecho, el i10 se siente cómodo en vías interurbanas y en vías rápidas. Es un coche con buena pisada. La puesta a punto de la suspensión nos ha parecido buena, puesto que es cómoda a la hora de afrontar baches o badenes, pero no deja que la carrocería balancee en exceso.

Además, a este pequeño le gustan las curvas. Si bien hay modelos pequeños que no se sienten demasiado cómodos en zonas reviradas, el i10 digiere las curvas con muy buenas maneras y ofrece un agarre más que correcto. Las unidades de pruebas equipaban llantas de 14 pulgadas (en el 1.0) y de 15 pulgadas (en el 1.2) con neumáticos Continental ContiEcoContact en medidas 175/65 R14 y 185/55 R15, respectivamente.

Aunque la marca asegura haber trabajado para conseguir un mejor tacto de la dirección, lo cierto es que es ideal para ciudad pero no tanto para una conducción más animada, puesto que no es muy comunicativa (es decir, no transmite apenas sensaciones sobre lo que están haciendo las ruedas).

El tacto del volante sí es acertado y nos ha gustado sobre todo el del cambio, muy agradable de usar. La caja manual de cinco velocidades es de funcionamiento suave y de las que parecen absorber la marcha con sólo indicarle cuál queremos engranar. Vamos, que no es precisamente de las que parecen no querer meter la marcha que buscamos. La caja automática no la hemos probado.

Raro es el fabricante que no tiende hoy en día a incorporar relaciones de cambio muy largas, por aquello de mejorar las cifras de consumo, y Hyundai no es menos. En ambas motorizaciones las marchas son, quizá, demasiado largas, lo que nos obliga a recurrir al cambio si dejamos que las vueltas caigan más de la cuenta.

El 1.0 litros tricilíndrico de 66 CV destaca por su suavidad. Apenas hay vibraciones y no hace nada de ruido a bajas vueltas. Al ralentí, por ejemplo, casi no distinguimos si el coche está o no arrancado. No obstante, cuando pisamos el acelerador a fondo el escape emite un sonido muy agradable para un motor de su tamaño y configuración.

Con este motor en versión Blue Drive conseguimos un consumo de unos 5 litros a los cien kilómetros en un recorrido de aproximadamente 70 kilómetros de vías interurbanas con mucha curva y tramos tanto en ascenso como cuesta abajo, a velocidades normales, siguiendo el ritmo del resto del tráfico.

El motor más potente y enérgico de la gama es el 1.2 de 87 CV, que resulta más indicado si nos gusta llevar una conducción más alegre o si bien tenemos pensado realizar algún viaje con él, ya que mantendrá mejor la velocidad en vías rápidas y tiene fuerza para afrontar repechos sin demasiado problema.

En definitiva, el Hyundai i10 es un coche más sólido que antes, que ofrece un diseño más actual, un interior ciertamente más atractivo y una calidad de marcha que nos ha sorprendido para bien. Según Hyundai, es un segmento B en un frasco de segmento A.

Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

Fotografía | Javier Álvarez

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