Probamos el Audi RS 4 Competition Plus: un coche deportivo con la piel de un familiar que emociona

Nota de Motorpasión

¿Buscas un coche familiar, polivalente y discreto? Esto te va a interesar. Sobre todo si lo que quieres es un lobo con piel de cordero y tu cuenta del banco está tirando a bien cargada.

El Audi RS 4 Avant Competition Plus es un coche con el que igual que vas a hacer la compra te metes en unas tandas de circuito. No es un decir. Va en serio. Es rápido y uno de esos coches a los que sí o sí vamos a echar de menos.

Audi RS 4 Avant Competition Plus: la magia de un familiar

El mercado se ha convertido en un escenario lleno de SUVs. Los coches que hasta hace bien poco eran la norma han ido dejando paso a formatos más elevados y empujando a utilitarios, compactos, berlinas y monovolúmenes hacia cuotas más discretas.

Al final resulta que prácticamente cualquier coche puede ser un SUV, pero hay uno al que han hecho especialmente daño: el de las carrocerías familiares, o rancheras, o como las quieras llamar.

¿Son lo mismo? No. Ni siquiera se parecen. Pero cuando un cliente busca un coche para utilizar a diario, polivalente, cómodo y con buena capacidad de carga es fácil que acabe rebuscando en el baúl de los todocaminos. Más aún cuando la oferta de familiares se ha ido reduciendo progresivamente.

Pero aún quedan algunos ejemplos de resistencia. Unos apuntalados con muy buenos argumentos porque seamos claros: un SUV puede ser muy polivalente, pero no puede ser bueno en todo ni el mejor contra ejemplos como el que os traemos hoy.

Audi tiene solera ya en esto de la creación de familiares deportivos. Los Audi RS 2 Avant de 1994 son coches que han creado escuela hasta llegar al más nuevo de la estirpe de los todopoderosos Audi RS 6 Avant con 666 CV en la versión Performance.

Pero en medio de estos 20 años de historia hay otros productos que igual no son tan grandilocuentes, pero sí pueden llegar a ser aún más interesantes. Hablamos del Audi RS 4 Avant, un coche que comparte plataforma con los RS 5 y RS 5 Coupé de la última generación y que en esta versión Competition Plus supone una vuelta de tuerca y un fin de fiesta a un coche tan divertido como equilibrado.

Para distinguir a este familiar de altas prestaciones de su versión mundana hay que hilar muy fino porque exteriormente hay pocos cambios. Quizá el más relevante es que la carrocería va 10 mm más baja y los pasos de rueda apenas ofrecen holgura entre su borde y los neumáticos.

Esto es porque Audi Sport ha metido mano al chasis montando una nueva suspensión de tipo coilover (Pro Sport RS) con ajuste manual de compresión (alta y baja) y del rebote, y de la que vamos a hablar luego cuando nos pongamos en marcha.

También es diferente el acabado exterior de algunos detalles porque los aros del logotipo están pintados en negro como las taloneras, los marcos de las ventanillas, el splitter delantero o el difusor trasero mientras que los retrovisores tienen carcasas de fibra de carbono. Se puede pedir en un color exclusivo para esta variante: Negro Sebring.

Por supuesto no podían faltar las colas de escape ovaladas con embellecedores que ahora vienen acabados en negro mate. Las llantas de 20 pulgadas son específicas para el Competition Plus y calzan neumáticos de 275 mm de ancho y los cristales traseros vienen oscurecidos para darle un toque más radical.

Interior sobrio, elegante y no muy deportivo

Si nos metemos en el interior del este RS 4 especial encontramos un habitáculo que no difiere demasiado del resto de la familia A4. Tenemos un buen espacio en las plazas delanteras, materiales bien escogidos y unos ajustes sólidos. Solo encontraremos algún crujido si intentamos manipular elementos que no vamos a tocar normalmente.

En cuanto a los asientos delanteros tenemos dos butacas de ajuste eléctrico y una configuración con el mismo apoyo lateral que antes, aunque no me ha parecido que sean especialmente deportivos. Son cómodos y hasta me parecen discretos para tratarse de una edición especial. Opcionalmente hay otros más radicales pero creo que estos son suficientes para la gran mayoría del público que los pueda utilizar.

Por lo demás tenemos una configuración muy Audi. Se ha estandarizado el diseño y el volante de tres radios ya es el clásico de la familia RS. Viene tapizado en Alcantara que no es la mejor opción para usar en el día a día pero le da un toque de distinción y las levas que lleva instaladas son pequeñas y de plástico. El tacto tanto del volante como de los mandos que incorpora es fantástico.

Delante suyo hay un cuadro de mandos completamente digital de 12,3 pulgadas idéntico al de casi todos los Audi de estas últimas generaciones. Es muy sencillo, fácil de utilizar, con una buena carga de información y pocas florituras sobre un fondo siempre negro. Han preferido la practicidad a la vistosidad y a mí me convence.

En el salpicadero y la consola central tenemos fibra de carbono y negro piano, inserciones de aspecto metálico y una pantalla táctil de 10,1 pulgadas que nos sirve de acceso al sistema de infoentretenimiento. Han seguido la misma receta que con el cuadro de mandos con un fondo oscuro sobre el que se proyectan gráficos sencillos y sin fuegos artificiales innecesarios.

Teniendo en cuenta que este coche supone el fin de ciclo de esta plataforma y la despedida de la saga actual de los A4, me sorprende lo bien que ha envejecido este sistema operativo y su gestión. Sigue siendo muy fluido, se ve moderno y no acusa el paso de los años como otros competidores. Mantiene la conectividad con Apple CarPlay y Android Auto (no inalámbricos).

Si pasamos a la parte trasera tenemos un espacio ejecutado de manera muy correcta para cuatro ocupantes y justo para cinco porque hay un túnel de transmisión bien pronunciado. Quitando este punto el espacio para las piernas es muy generoso, también el disponible para los pies debajo de los asientos delanteros y amplio para los hombros.

El punto más crítico del RS 4 Competition Plus es que resulta un coche bajo para aquellos que no vayan muy sobrados de movilidad y para los que la operación de entrar y salir pueda ser un tanto más complicada. Si me ha gustado que la apertura de las puertas deja mucho espacio disponible.

En la zaga trasera nos topamos con uno de los mejores argumentos del RS 4 Avant Competition Plus y es que como buen Avant aparte de tener una retaguardia muy, muy sexy, también su silueta familiar nos deja con un espacio muy práctico.

Tiene portón de apertura automática y en su interior nos recibe una bandeja retráctil automática. Debajo caben 495 litros de bártulos que se pueden ampliar hasta los 1.495 litros si abatimos los asientos. Hay redes en los laterales, espacio de carga plano muy regular y argollas para atar la carga. Lo mismo te vas a quemar unas curvas que te pasas por el Ikea a la vuelta.

3.0 litros de gloria y ruido

Aunque es una variante especial para despedir al RS 4, el Competition Plus conserva el mismo bloque que antes sin ningún cambio. Hablamos de un propulsor de seis cilindros en uve de 3.0 litros, gasolina y turboalimentado con unas cifras bastante prometedoras: 450 CV entre 5.700 y 6.700 rpm y 600 Nm entre 1.900 y 5.000 rpm.

Sí hay algún cambio en la gestión electrónica para tener una respuesta más afilada, algo que rebaja ligeramente la aceleración de 0 a 100 km/h para dejarla en 3,9 segundos (0,2 menos) para un coche que supera los 1.800 kg de peso. La velocidad máxima es de 290 km/h, 10 km/h más).

¿Qué significa esto? Pues que en la práctica tenemos un motor con muchísimo empuje disponible desde muy bajas vueltas. Es un motor extremadamente elástico que puede rodar tranquilo a pocas revoluciones y que cuando empieza a estirar... ojo.

La zona media del cuentavueltas es gloriosa. Rodar en torno a las 4.000 rpm y acelerar a fondo te llena los oídos de unas notas graves y profundas que se transforman en un empuje intenso que te pega bien fuerte al asiento. Suena bien y empuja muy bien. Pero es que el toque picante del sonido emociona.

No solo cala a cualquier régimen en el interior, sino que en el exterior también se deja escuchar como un coche potente sin contemplaciones. Aunque no es exagerado deja caer de vez en cuando algunos petardeos bien majos.

Y es que desde que arranca el RS 4 Competition Plus notamos algo llamativo: suena bastante. El rugido del motor sale a través de una línea de escape con un ajuste específico, pero además también se ha reducido el material aislante debajo del capó hasta rebajar el conjunto en 8 kg.

Seguramente el chasis es uno de los puntos fuertes de la familia. De hecho los últimos Audi me han gustado especialmente por esto mismo, por lo bien que pisan el suelo y transmiten a la hora de aplicarse al volante.

Este bastidor ahora se ha mejorado con la inclusión de un conjunto de suspensiones diferentes con muelles más elásticos, amortiguadores de tres vías y otros cambios pensados para sacar el máximo potencial: barras estabilizadoras más rígidas, neumáticos Pirelli P Zero Corsa y una dirección con desmultiplicación dinámica 13,1:1 (antes 15,9:1). Además el RS 4 Competition Plus es uno de los pocos (por no decir el único) coches familiares del mercado que en el maletero traen un juego de útiles para ajustar manualmente las suspensiones.

Este ajuste tiene un propósito claro: afinar aún más su rendimiento para un uso intensivo a poder ser en circuito, y que además puede rebajar la suspensión del conjunto en otros 10 mm extra.

El resultado es un comportamiento extremadamente equilibrado. Me esperaba que fuera un coche seco de reacciones o que fuera rebotando en cada bache, pero no, al contrario. En un uso normal con los modos de conducción más civilizados el RS 4 más radical no es un coche reactivo, sino que es perfectamente utilizable.

Otra historia es cuando pasamos a los modos RS, que ya la cosa se pone seria y notamos que el comportamiento de las suspensiones se vuelve más directo y sentimos que el familiar quiere sacar las uñas. Es fácil encontrar apoyos extremadamente consistentes en cada curva y es una gozada aprovechar los tramos de carreteras retorcidas de buen asfalto.

Además de conseguir un muy buen paso por curva gracias a la precisión que te dan las suspensiones retocadas, también se nota que a la salida de las curvas el RS 4 Competition Plus pisa muy bien. La tracción es buenísima y salvo que vayamos por encima de lo razonable no encontraremos un coche que quiera pelearse con el asfalto, ni siquiera con las asistencias desactivadas.

Sí es cierto que hay un comportamiento ligeramente distinto porque ahora el diferencial quattro se ha retocado. En este caso se ha ajustado para meter más tracción en el eje trasero lo que le convierte en un coche con unas reacciones más vivas y que le sienta fenomenal.  Lo mismo pasa con la caja de cambios automática de convertidor de par y ocho relaciones, que ha ajustado su cerebro electrónico para cambiar de marcha más rápido cuando es necesario.

Me ha gustado el tacto de la transmisión porque la mayor parte del tiempo pasa desapercibida. En modo automático funciona bien aunque tiende a subir de marcha pronto incluso rodando rápido y en modo manual no me ha gustado que salte de marcha al llegar a la zona alta del tacómetro. Algo que no por común deja de incomodarme.

Es un coche que se disfruta yendo rápido porque notas que puedes hacer lo que quieres hacer y se nota la ayuda del control vectorial de par. El tacto de la dirección es directo, rápido y no demasiado filtrado. Eso sí, hay que saber dónde apuntar antes de disparar, porque las cosas se pueden complicar muy rápido.

Para eso también tenemos un buen aliado, y es que el conjunto de frenos va bien dimensionado. Tenemos un conjunto de discos cerámicos (opcionales) con rotores de 375 y 330 mm delante y detrás respectivamente mordidos por unas enormes pinzas de seis pistones en el eje delantero.

20.000 euros que merecen la pena (si los puedes pagar)

Para el día a día no resulta un coche incómodo, es incluso dócil en los modos más de tranqui, pero ¿los consumos acompañan? La respuesta es: depende. Depende de lo que te pese el pie.

Siendo un coche con una orientación tan deportiva dentro del punto del que parte nos encontramos con un consumo que incluso puede resultar razonable. Estamos hablando que al final de nuestra prueba nos ha arrojado una media de 11,1 litros cada 100 km. Un consumo que está alejado de los 9,8 litros que homologa de media pero que en la práctica con un poco de cariño sobre el pedal derecho podría rebajarse. Otra cosa es que queramos renunciar a las sensaciones que nos ofrece a cambio.

En cuanto a precio pues no estamos hablando del típico coche familiar al alcance de todos, pero tampoco pretende serlo. El Audi RS 4 competition plus TFSI quattro arranca en unos nada asequibles 125.500 euros, a lo que habría que sumar el Azul Ascari metalizado (1.955 euros) y todos los accesorios que quieras. Como curiosidad, el acceso sin llave es de serie, pero para no tener que apretar el botón del mando hay que pagarlo aparte.

El precio de partida está 20.000 euros por encima de lo que cuesta el Audi RS 4 Avant a secas y llega incluso al empate técnico con el BMW M3 Touring que cuesta 124.000 euros y es más potente (510 CV) y más moderno, y el Mercedes-AMG C 43 4MATIC Estate se queda en 93.126 euros.

La exclusividad se paga. En cualquier caso es difícil que un afortunado comprador se arrepienta de una compra así. Yo le echo de menos. Mucho.

Audi RS 4 Avant Competition Plus 2023 - Valoración

7,6

Diseño exterior 9
Diseño interior 7
Calidad 8
Habitabilidad 8
Maletero 7
Motor 9
Seguridad 6
Comportamiento 9
Comodidad 7
Precio 6

A favor

  • Motor emocionante
  • Carácter polivalente
  • Tacto deportivo
  • Sonido glorioso

En contra

  • Faltan algunas asistencias
  • Precio elevado
  • Mucho negro piano
  • Consumo alto si pisas

Hay que asumirlo: es el fin de una era. Los motores de gasolina grandes y de talante deportivo tienen los días bastante contados así que tenemos que aprovechar todo lo que podamos con ellos.

El Audi RS 4 Avant Competition Plus no tiene etiqueta Eco ni CERO, ni pretende hacer por tenerlas. A cambio nos ofrece un planteamiento de familiar radical pero sin pasarse con el que lo mismo llevas a los niños al colegio que te vas a quemar ruedas en circuito.

La dualidad de un coche emocionante que va realmente bien, pero que por desgracia no está al alcance de muchos. Y eso lo hace aún más especial.

Audi RS 4 Avant Competition Plus 2023 - Ficha técnica

Audi RS 4 Avant Competition Plus



Motor térmico




TIPO

Gasolina. Seis cilindros en uve turboalimentado


CILINDRADA

2.894 cc


POTENCIA MÁXIMA

450 CV a 5.700 - 6.700 rpm


PAR MÁXIMO

600 Nm a 1.900 - 5.000 rpm


TRANSMISIÓN

Automático de ocho velocidades


TRACCIÓN

Total

etiqueta


C

dimensiones




LARGO

4.782 mm


ANCHO

1.866 mm


ALTO

1.438 mm


BATALLA

2.826 mm


PESO

1.812 kg


CAPACIDAD MALETERO

495 litros

Prestaciones y consumos




0-100 KM/H

3,9 segundos


VELOCIDAD MÁXIMA

290 km/h


CONSUMO HOMOLOGADO

9,8 l/100 km


CONSUMO MEDIO PRUEBA

11,1 l/100 km

precio


125.500 euros

El coche para esta prueba ha sido prestado por Audi. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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