Audi A3 2.0 TDI, prueba (exterior e interior)

En el mes de mayo mi compañero Javier Álvarez viajaba a Mallorca, cuna del turismo alemán en España, para asistir a la presentación de un nuevo modelo compacto, el nuevo Audi A3 (parte 1 y parte 2). Se trata de la tercera generación del exitoso modelo lanzado en el año 1996, y aunque a primera vista sea complicado diferenciarlo del modelo precedente, estamos ante un coche completamente nuevo.

Después de llevar unos cuantos meses en el mercado, hemos tenido la oportunidad de conducir durante unos días una de la versiones diesel más populares, el Audi A3 2.0 TDI de 150 caballos con caja de cambios manual de seis velocidades. ¿Quieres saber como se comporta?

Es actualmente la versión más potente de la gama TDI, ya que por debajo hay un 1.6 TDI de 105 caballos y seguro que en breve llegan nuevas motorizaciones diesel para cubrir el salto de potencia entre uno y otro. El protagonista de la prueba se puede equipar además con la caja de cambios S-Tronic de 6 velocidades, pero en esta unidad se ha dejado la caja de serie con accionamiento manual.

Exterior

Cuando vi por primera vez fotos del nuevo Audi A3, pensé que la marca alemana se había equivocado y había vuelvo a enviar las fotos del modelo anterior. Sobre la pantalla de un ordenador o en las páginas de las revistas, el nuevo modelo apenas se diferencia del anterior, sobre todo en vistas como la delantera.

Ahora que he podido conducirlo en persona durante una semana, matizo mis palabras porque sí que se aprecia y cambio, una evolución y una puesta al día más que notable, manteniendo siempre los rasgos que lo identifican desde un primer momento como un auténtico Audi.

El nuevo modelo adopta la plataforma MQB del Grupo Volkswagen, que comparte con sus primos el Volkswagen Golf o el SEAT León entre otros. Con esta plataforma, las medidas del nuevo modelo se han quedado exactamente iguales que las del anterior, de ahí que los cambios se aprecien menos.

Es igual de largo, pero algo más ancho (12 milímetros) y tiene más batalla a costa de disminuir el voladizo delantero. Si pones un Audi A3 de la anterior generación al lado, verás que miden lo mismo pero que sus proporciones son completamente distintas.

En la vista frontal es dónde menos diferencias se aprecian respecto al modelo anterior. La parrilla delantera Singleframe de Audi es más moderna, con formas angulosas en las aristas y mayor superficie sobre el conjunto del frontal. Además en la unidad de pruebas incorporaba el radar de distancia en la parte inferior.

Los faros de tecnología xenón plus con luz diurna LED, recuerdan demasiado a sus hermanos mayores los A4 y A6, y tal vez por eso el coche transmite un aspecto conocido, familiar y no apreciamos demasiadas diferencias, a pesar de que dentro de la familia A3 si que supone un gran cambio.

En la vista lateral también se notan las diferencias respecto a su antecesor, sobre todo por una línea de la cintura muy alta y muy marcada, que a pesar de su altura deja un espacio más que digno para las ventanillas, que destacan por mantener la visibilidad y luminosidad que esperan los ocupantes.

El pilar C está muy inclinado hacia delante y es muy robusto. Con sus formas ayuda a crear el contorno de la ventanilla trasera, que se convierte en uno de los elementos de mayor peso en la vista lateral del coche.

Las llantas de serie de esta versión 2.0 TDI con el nivel de equipamiento Ambition son de 17 pulgadas, pero en esta unidad de pruebas se han gastado 1.175 euros en unas llantas más llamativas de 18 pulgadas con un diseño bastante clásico. En el catálogo de opciones hay otras por el mismo precio inspiradas en las del Audi RS5 que probamos hace ya un par de años.

Bajo mi punto de vista, los cambios más significativos y llamativos se dan en la trasera, dónde el coche evoluciona radicalmente respecto al modelo anterior. Las anteriores ópticas de formas casi cuadrada, han dejado paso a unas mucho más estilizadas con diseño muy fino en posición horizontal.

Son el elemento que marca las diferencias respecto al modelo anterior, ya que el resto sigue un esquema clásico con líneas suaves y tradicionales. Si algo funciona, no debemos cambiarlo demasiado. Eso debieron de pensar en Audi a la hora de darle forma a este coche.

Interior

Si durante todo el repaso de los principales cambios del exterior del coche hablábamos de pequeñas evoluciones, en el interior podemos hablar de una completa revolución. El interior del nuevo Audi A3 no tiene nada que ver con el de los modelos anteriores.

Aquí si que se aprecia un cambio notable y bajo mi punto de vista muy acertado. El nuevo compacto de Audi destaca por su estilo moderno y minimalista en el salpicadero. Se ha reducido al máximo el número de botones desperdigados por el salpicadero, concentrando casi todos ellos en una consola central de forma horizontal.

Debajo está el climatizador bizona, con unos mandos que bajo mi punto de vista no transmiten toda la calidad al tacto que esperaba. Es el único punto negativo de un interior muy conseguido, dónde rápidamente tienes todos los mandos a mano y te familiarizas con el coche como si llevases conduciéndolo toda la vida.

Además los múltiples reglajes del volante y los asientos, permiten encontrar con facilidad una posición de conducción cómoda. Hay que destacar que para tratarse de un compacto, el espacio disponible a nivel de hombros para arriba es muy amplio.

La calidad general de los materiales es excelente, gracias a unos plásticos blandos y con buen tacto, que además encajan a la perfección. Los acabados son muy buenos, en estos detalles si que se aprecia que estamos ante un modelo del segmento Premium.

La unidad de pruebas venía además cargadita de extras, tanto que sumaban más de 10.000 euros en total respecto al precio base de 29.100 euros que tiene este modelo 2.0 TDI con acabado Ambition. De eso hablaremos más adelante en la tercera parte de la prueba, pero antes de abandonar el interior hay que hablar de las plazas traseras y el maletero.

El tamaño de las plazas traseras es correcto, ni sobra ni falta espacio para que viajen dos adultos (tres un poco apretados). Los asientos delanteros se desplazan bien hacia delante, dejando espacio de sobra para que una persona corpulenta pueda acceder a las plazas traseras, que además son cómodas cuando estás en marcha.

El maletero destaca por su amplitud, ya que dispone de 365 litros de capacidad y un sistema modular que permite diferenciar varias alturas para adaptarlo al tipo de carga que llevemos. Son detalles que antes solo encontrábamos en el A4 y modelos superiores, y que demuestran que aunque de cotas el nuevo A3 mida casi lo mismo que el anterior, como coche ha crecido considerablemente.

Continuará.

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