Peugeot defiende corona en el Dakar 2016: viaje a las raíces del 3008 DKR

En apenas cinco días arranca un Dakar que promete ser uno de los más duros de los últimos años. Mientras los más puristas siguen acusando a las pruebas latinoamericanas de no conseguir llegar al nivel de las africanas, hay quienes alegan que todo forma parte del progreso de la competición.

Los coches que toman parte hoy en día distan mucho de los de hace unos años. Con ayudas a la conducción, incluyen comodidades para los pilotos que les hace más llevadera la experiencia. Para hacernos una idea comparamos el primer coche con el que Peugeot tomó parte en el Dakar, el Peugeot 205 Turbo 16, con el flamante 3008 DKR con el que competirán este año. 30 años separan a estos dos modelos diseñados y construídos con el mismo espíritu ganador.

Antes de entrar a hacer una comparativa, cabría recordar de dónde surge este 205 Turbo 16 que dominó las etapas africanas. Para dar el salto al Dakar, Peugeot optó por diseñar este modelo sobre la base de una versión de calle homologada como Grupo B. Tras tomar parte en el Mundial de Rallyes entre 1984 y 1986 -donde sumaron dieciséis victorias con pilotos de la talla de Ari Vatanen- el equipo de Peugeot en el Dakar con Jean Todt a la cabeza se puso mano a las obras para hacer de este modelo un coche ganador.

Tras ampliar la distancia entre ejes a 33 centímetros consiguieron alojar un depósito de combustible adicional de 190 litros, que permitiera cubrir las largas etapas del Dakar. También se aumentaron los recorridos de la suspensión, y se montaron nuevas rótulas y triángulos reforzados, y llantas y neumáticos más resistentes. El trabajo en el chasis se completó con la introducción de la dirección asistida y en el habitáculo se adaptó la instrumentación a los nuevos requerimientos de la competición, con instrumental de navegación.

En el motor se trabajó en aumentar la fiabilidad, en adaptarlo al trabajo en altas temperaturas ambientales y en mejorar la respuesta a medio régimen. Por este motivo, el bloque de aleación XU8T de cuatro cilindros y 1.775 cm3, con un enorme turbo Garret, redujo su potencia hasta 380 CV. La caja de cambios recibió una nueva piñonería reforzada y desarrollos adaptados al Dakar, con un desarrollo final más largo para rodar "desahogado" a altas velocidades en las pistas y desiertos africanos.

Por lo que a los pilotos respecta, Jean Todt apostó por Ari Vatanen -debutante en la prueba- como piloto estrella y a los dúos Mehta-Toughty y Zanussi-Arena.

30 años de evolución y un objetivo: la victoria

Ante todo destacar que ambos modelos fueron diseñados de acuerdo a la normativa vigente en cada época por lo que algunos de los detalles que les diferencian forman parte de éstas exigencias de guión.

Aunque sin duda alguna la principal diferencia es la base de trabajo. Mientras que, como hemos explicado, el 205 Turbo 16 partió de una buena base de un coche de rallyes -que a su vez derivaba de un coche de calle-, el 3008 DKR se ha diseñado desde cero con el 2008 DKR del año pasado como referencia.

No obstante, ambos automóviles tienen una configuración básica parecida. Los dos disponen de un chasis tubular de acero (que en el caso del 205 T16, añade una zona central monocasco derivada del coche de serie), con suspensiones de dobles triángulos y grandes recorridos; y el motor ubicado en posición central (en disposición longitudinal, en el caso del 3008 DKR).

"Todavía diseñas los coches de la misma manera. Todavía tenemos una cierta cantidad de datos de finales de los años 80 que podemos usar. Pero sobre todo, hemos acumulado una considerable experiencia en el diseño de coches de rally. Los raids y los rallyes convencionales son diferentes, pero el enfoque y el conocimiento son exactamente los mismos. Y ese conocimiento lo tenemos" Bruno Farmin, director de Peugeot Sport y Team Puegeot Total

La mayor diferencia entre estas dos máquinas de competición se centran en su motor, sistema de tracción, interior y dimensiones generales. El 205 Turbo 16 monta un pequeño bloque de gasolina de 4 cilindros en línea y 1,8 litros de cilindrada, que gracias al aporte de un enorme turbo, ofrece una elevada potencia. El 3008 DKR apuesta por un bloque diésel de mayor tamaño y cilindrada, que entrega menos potencia máxima, pero más par motor.

El sistema de tracción del 205 es integral, porque se adaptaba a un reglamento de coches con cuatro ruedas motrices. Al encuadrarse dentro de la categoría de los buggies, al 3008 DKR no se le permite disponer de tracción a las cuatro ruedas. A pesar de ello y gracias a su diseño, y a sistemas como el Grip Control y el hinchado/desinflado automático de los neumáticos en marcha, es capaz de superar los terrenos más complicados con nota.

Una vez en su interior, el 205 es mucho más espartano y ofrece menos comodidades a sus pilotos. A su lado, el puesto de mando del 3008 DKR parece el de un avión, por la enorme cantidad de mandos y la instrumentación que incorpora. Eso sí, lo que más agradecerían los pilotos del 205 T16 es el sistema de sistema de aire acondicionado que incorpora el 3008 DKR, capaz de trabajar hasta 12 horas al día para reducir los 60 grados centígrados que se pueden alcanzar en el habitáculo.

En cuanto a las dimensiones, el Peugeot 205 es un coche de otra época, más pequeño y basado en un utilitario. El 3008 presume de su silueta SUV y de unas medidas más generosas, con una impresionantes anchura y altura.

Ya solo faltan cinco días para ver si el instinto ganador de Peugeot le ha vuelto a servir para llevar el nuevo 3008 DKR a lo más alto. Por el momento, parten como campeones después de que nadie pudiese ponerle oposición a Stephane Peterhansel el año pasado -no en balde es apodado como Monsieur Dakar.

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