Cómo Jutta Kleinschmidt se convirtió en la primera mujer de la historia en ganar un Dakar

Jutta Kleinschmidt tiene el honor de ser la primera mujer de la historia en ganar el Rally Dakar -decimos la primera, porque seguro que dentro de no mucho, no será la única-. La piloto alemana se alzó con la victoria en el raid más duro del mundo tras superar, entre otros, a su exnovio, que incluso llegó a recurrir el resultado por una sanción.

Una historia de superación protagonizada por una joven nacida en Colonia que comenzó en motos y que terminó por dar el salto a coches: consiguió llegar a lo más alto de una de las carreras más duras del mundo. En igualdad de condiciones, sin favoritismos.

Jutta nació en Colonia, Alemania, el 29 de agosto de 1962. A los dieciocho años se compró su primera moto, con la que pretendía vivir grandes aventuras. El motor se convirtió en su pasión. Estudió física y trabajó durante seis años como ingeniera en el Departamento de Investigación y Desarrollo de BMW hasta que lo dejó todo para dedicarse profesionalmente a las carreras.

De las dos a las cuatro ruedas

Tras haber participado en varios rallyes en moto se atrevió a probar suerte en el Dakar en 1988. En 1992 los resultados comenzaron a llegar en las categorías femeninas: quedó primera en esta categoría en el Rally Paris-Cape Town y en el Rally de los Faraones.

Tras cuatro participaciones en motos en el Dakar, en las que puso el dinero de su propio bolsillo, en 1995 dio el salto definitivo a los coches. A pesar de que era un gran reto, supo aprovechar el momento y demostrar todo su potencial.

Su primer éxito a bordo de un coche fue una victoria de etapa con un buggy de la escudería de Schlesser en 1997, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo. No fue hasta 1998 cuando fichó por Mitsubishi, donde ayudó a desarrollar el legendario Pajero Evo con el que compitió.

En 2001 cerca estuvo Mitsubishi de no renovarle el contrato, pero finalmente tras los resultados obtenidos el año anterior, terminaron por darle una oportunidad.¡Y menos mal! No sabían lo que vendría después...

Una victoria para el recuerdo

A pesar de que ya había quedado entre los tres primeros antes, 2001 fue el año de Jutta. No partía como favorita pero las luchas -un tanto antideportivas- entre Hiroshi Masuoka, Josep María Servià y Jean-Louis Schlesser, con quien la piloto había tenido una relación, fueron determinantes en la lucha por la victoria.

La piloto alemana se ponía líder de la clasificación general a dos etapas del final cuando Serviá y Schlesser fueron sancionados con una hora por tomar la salida antes que Masuoka. El japonés, además, sufrió problemas en las suspensiones poco después de tomar la salida de la etapa y perdió mucho tiempo.

Jean-Louis Schlesser recurrió la sanción de los comisarios al alegar que todo se debía a un error. La edición terminó y a pesar de haberse tomado los comisarios unos meses para tomar una decisión, la penalización se mantuvo.

A pesar de todo, Jutta Kleinschmidt ganó aquella edición del Dakar convirtiéndose en la primera mujer de la historia en conseguirlo y alzándose a lo más alto del automovilismo internacional. Su llegada por la orilla del Lago Rosa es ya parte de la historia viva de esta competición.

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