Tesla culpa a sus clientes de los fallos en las suspensiones de los Tesla Model S y Model X

Tesla ha llamado a revisión casi 30.000 Model S y Model X en China debido a un problema en la suspensiones de estos dos modelos. En concreto la medida afecta a los modelos vendidos en China entre 2013 y 2017. Sin embargo, Tesla no está de acuerdo con la llamada a revisión y culpa a los conductores de los problemas que sufren sus coches. Vamos, que la culpa es de como conducen en China.

Algunos propietarios de Tesla Model S y Model X en China llevan quejándose de fallos en las suspensión de sus coches desde al menos el 2015.

En concreto, el brazo superior trasero de suspensión podría romperse tras un impacto, por ejemplo, al pasar un poco fuerte sobre un bache. El pasado viernes, el gobierno chino tomó cartas en el asunto. O bien Tesla llamaba a revisión de forma voluntaria sus coches o bien tendría que enfrentarse a la burocracia del país para explicar su disconformidad con la llamada a revisión.

Al menos, así lo explica Elizabeth H. Mykytiuk, asesora administrativa de Tesla para asuntos regulatorios, en una carta que envió a la NTHSA (la administración de Tráfico estadounidense) para informarles sobre la llamada a revisión en China.

Tesla asegura que sus coches no padecen los defectos endémicos que habrían propiciado la llamada a revisión. En lugar de un defecto de fabricación o concepción, Tesla culpa directamente a los conductores de China.

Mykytiuk escribió en su carta a la NHTSA:

“Tesla no ha determinado que exista un defecto en la suspensión delantera o en el brazo superior de la suspensión trasera y cree que la causa principal del problema radica en la conducción, el uso que el conductor le da al coche y la expectativa que el coche no sufra daños es excepcionalmente alta en el mercado chino. Si el cliente tiene una conducción brusca (por ejemplo, impactando con la acera, un golpe al pasar sobre un bache profundo, etc.), entonces las piezas pueden dañarse, lo que puede provocar un fallo inmediato o un fallo a posteriori por los efectos combinados del choque inicial y la carga posterior [a la que está sometida la pieza debilitada]"

Básicamente, Mykytiuk está diciendo que en China conducen como brutos y que esperan, además, que el coche no se rompa. Echarle la culpa a como conducen en un país, podría no ser la mejor estrategia comercial. De hecho, para Tesla, el fallo en cuestión ocurrió en menos del 0,05% de los vehículos fuera de China y en aproximadamente el 0,1% de sus coches en China.

Una gestión de la llamada a revisión mejorable

Tras este episodio hay principalmente dos aspectos que llaman la atención. El primero es por qué se llama a revisión solo los coches vendidos hasta 2017. ¿Introdujo Tesla algún cambio en las suspensiones a partir de ese año? ¿Son ahora suspensiones más robustas, capaces de soportar un mayor maltrato?

Tesla pudo perfectamente introducir cambios en la concepción y fabricación de esas piezas en los coches posteriores a 2017. Muchos fabricantes introducen pequeños cambios en los componentes de sus coches sin comunicarlo, no es un procedimiento extraño. Es un proceso de mejora continuo, como hay en muchas empresas.

Pero para mí lo más llamativo es que un fabricante con una imagen de marca tan fuerte, capaz de vender coches por internet, sin que el cliente lo haya probado y sin gastarse ni un solo dólar en cualquier tipo de publicidad en sus 10 años de existencia maneje de forma tan pésima esa llamada a revisión.

Lo lógico habría sido acatar la llamada a revisión, sin hacer más olas. De este modo, se transmite el mensaje que la marca escucha y valora la opinión de sus clientes. Y eso es una clientela satisfecha, mejorando aún más su imagen de marca. En lugar de ello, culpa a las conductores de un mal uso de sus coches.

Entendemos que en Tesla hayan tenido que dar una explicación a la NHTSA para prevenir una posible llamada a revisión o de investigación en Estados Unidos, pero quizá con las estadísticas en la mano, en las que apenas se dan casos, habría sido suficiente.

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