El fiasco de los Tesla de alquiler le ha costado el puesto al CEO de Hertz: Elon Musk destrozó su mayor apuesta por el coche eléctrico

A Hertz no le salió bien la apuesta por el coche eléctrico que hizo en 2021 comprando 100.000 unidades de Tesla. Desde entonces, el precio de estos coches ha bajado, incluido el de los modelos que tenía Hertz en su flota, por lo que el valor de la compañía del alquiler cayó.

Eso ha provocado que Hertz ralentice sus planes de electrificación, pero también tiene otra consecuencia: Stephen Scherr, que ha sido el CEO de la compañía a lo largo de los últimos años, acaba de renunciar a su puesto.

Comprar 100.000 Tesla de una tacada fue muy arriesgado

Solo unos meses después de que Hertz saliese de la bancarrota en Estados Unidos, la compañía de alquiler anunció que había hecho un pedido de 100.000 Tesla para electrificar su flota. Más tarde redobló su apuesta para electrificarse llegando a un acuerdo con General Motors y Polestar para sumar otros 175.000 y 65.000 coches eléctricos de estas marcas, respectivamente.

Tenía tan clara su estrategia para electrificarse que incluso algunas de sus oficinas llegaron a dar coches eléctricos de alquiler a sus clientes, aunque no los quisieran. Sin embargo, con el paso del tiempo, Hertz se ha visto obligada a ralentizar sus planes de electrificación. De paso, la persona que ha dirigido a la compañía a lo largo de los últimos años, ha dimitido.

El próximo 31 de marzo, Stephen Scherr dejará Hertz y Gil West se convertirá en el nuevo director ejecutivo de esta empresa. La compañía de alquiler no ha explicado el motivo de este cambio de cromos, pero tiene sentido que los últimos movimientos de Hertz hayan acabado motivando la salida de Scherr, que se va de la empresa de forma voluntaria, en teoría.

Esos movimientos están directamente relacionados con la estrategia de electrificación. Cuando Hertz compró los 100.000 Tesla, su precio no tenía nada que ver con el que tienen ahora. Tesla ha rebajado el precio de sus coches varias veces desde entonces, de manera que su valor en el mercado de ocasión también ha caído.

Al comprar esos coches, Hertz calculó que tendrían un valor determinado al cabo de un tiempo, es decir, contaba con un dinero en activos. Al cabo de dos años, sus cuentas no salen porque esos coches valen menos dinero, de forma que el valor de la empresa es más bajo. Y venderlos antes de tiempo para evitar que sigan perdiendo valor tampoco ha sido la solución.

Aun así, Hertz perdió casi 250 millones de dólares con esta operación y anunció que el último trimestre de 2023 fue en el que más pérdidas registró desde la pandemia del Coronavirus, cuando estaba en bancarrota.

Lo que va a hacer Hertz es cambiar sus planes de electrificación y llevar a cabo la transición hacia el coche eléctrico de manera más lenta. La empresa sigue apostando por este tipo de vehículos, pero no electrificará por completo su flota tan pronto como tenía pensado. De hecho, el propio Hertz, durante su anuncio de dimisión, ha dejado claro que los planes de electrificación de Hertz continúan.

"Durante los últimos dos años, el equipo de Hertz ha trabajado diligentemente para encaminar a la empresa hacia el éxito a largo plazo en un panorama automovilístico cambiante. Hertz está bien posicionada para el futuro y espero ver a la empresa ejecutar su estrategia como líder en movilidad".

Eso sí, el encargado de llevar a cabo este plan, sin que haya daños colaterales, como la pérdida de valor de los Tesla que ha afectado directamente a las cuentas de Hertz, ya no será Stephen Scherr. El ya ex CEO de Hertz ha sido una víctima indirecta de las políticas de precios de Elon Musk, que han arrastrado también al resto de coches eléctricos, incluidos los de General Motors y Polestar que también forman parte de la flota de Hertz.

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