Todo lo que necesitas saber para vender tu coche

Puedes tener varias razones para vender tu coche: ya sea porque quieres comprar uno nuevo o bien porque no lo utilizas y no quieres/puedes asumir sus gastos (mantenimiento, impuestos...). Sea como fuere, si has tomado la decisión de deshacerte de tu automóvil, te contamos lo que necesitas saber para hacerlo: cómo definir su precio, consejos para anunciarlo, trámites y papeleo...

Lo habitual cuando nos deshacemos de un coche es que puedan darse dos supuestos dependiendo de su edad y condición: que vaya directo al desguace para su achatarramiento, en caso de tener una elevada antigüedad o estar en mal estado, o que cumpla las condiciones adecuadas para venderlo.

Y para ello tienes varias opciones. Si has decidido sustituirlo por uno nuevo, lo más rápido y sencillo es venderlo al propio concesionario donde vas a comprar el nuevo. De hecho, normalmente, éstos suelen ofrecer descuentos si haces entrega de tu coche antiguo.

No obstante, si no tienes pensando hacerte con un nuevo automóvil, o bien quieres probar otras alternativas, siempre puedes venderlo a una empresa de compraventa de coches de segunda mano: Canalcar, Compramostucoche, Ocasión Plus... existen múltiples entidades que realizan este tipo de servicios.

La tercera opción es venderlo directamente a otro particular que, de todas las alternativas citadas, es la que, usualmente, más dinero te va a reportar, independientemente de que vayas a adquirir otro coche o no. En definitiva, casi siempre una empresa o un concesionario te va a ofrecer una cantidad inferior en comparación a si lo vendes a otro particular. Aunque, por contra, facilita el papeleo y los trámites.

Cómo definir el precio de tu coche usado

En caso de que decidir vender tu coche por cuenta propia y no dependiendo de terceros, una de las primeras cosas que deberás hacer es fijar su precio. Para ello, lo suyo es investigar por cuánto se venden en el mercado modelos similares. Ten en cuenta que se valora la marca, el modelo, el motor, el equipamiento opcional que tenga, la edad, el kilometraje y, por supuesto, el estado de conservación y el mantenimiento que se le haya realizado.

Así, puedes echar un vistazo a revistas o páginas web que disponen de tablas de precios de coches de segunda mano, a fin de tener una referencia. También valen para ello los anuncios de compraventa de automóviles parecidos al tuyo, además de que existen webs que ofrecen tasación online gratuita. Asimismo, puedes consultar a tu compañía de seguros por el valor que considera que tiene tu automóvil o, incluso, si así lo deseas, solicitar los servicios de un tasador.

Ten en cuenta que, aunque tú siempre querrás vender tu automóvil por la mayor cantidad posible, el posible comprador, por el contrario, buscará hacer el menor desembolso. Por tanto, lo ideal es encontrar un equilibrio en el precio fijado.

Todo dependerá de la oferta y la demanda (si se ofrecen muchos modelos parecidos en el mercado o no), o de tu necesidad, si existe, de venderlo en el menor tiempo posible.

Si hay poca oferta, siempre puedes ajustarlo al alza, pero si hay mucha, lo más recomendable es ofrecer un precio más a la baja. Aunque esto es relativo, ya que también depende del estado del vehículo y de sus características. En definitiva, lo suyo es encontrar un precio justo para ambas partes y en función del modelo.

Ofrece tu automóvil en el mejor estado posible y sé honesto

Lo lógico es que cuando se quiere vender un coche, más se destaquen sus virtudes: cuanto más atractivo, interesante y bonito se vea tu automóvil, más sencillo será venderlo y más dinero podremos pedir por él.

No obstante, no es para nada recomendable que ocultes, maquilles o incluso engañes sobre el mismo a posibles compradores. Y es que más allá de no ser ético, la ley establece que el vendedor, incluso si es un particular, es responsable de los problemas y vicios no notificados de un automóvil hasta seis meses después de la fecha de venta.

De esta manera, una de las cosas que más se valora (como tú mismo harías si fueses a adquirir el vehículo de otro propietario), es que se haya llevado a cabo puntualmente su mantenimiento: es decir, que haya pasado las revisiones pertinentes.

Asimismo, también se tiene en cuenta que se hayan sustituido en el momento adecuado componentes susceptibles de desgaste como , por ejemplo,los frenos, la correa de distribución (dado el caso) o los neumáticos. Y, por supuesto, un comprador también valorará que haya pasado favorablemente la última ITV.

Para demostrar esto, lo suyo es disponer del libro de mantenimiento del automóvil sellado, así como todas las facturas de las revisiones que haya realizado y de los recambios efectuados. No es condición indispensable, pero es la única manera de demostrar al comprador que tu coche ha recibido el mantenimiento necesario.

Pero, ¿y si mi coche tiene elementos que están a punto de vencer su vida útil quiere decir que ya no puedo venderlo? No, pero lo ideal es que se lo dejes claro al comprador y que eso se refleje en el precio de venta.

Por ejemplo, si al automóvil le toca cambiar la correa de distribución dentro de poco (un componente que suele tener un precio elevado), se puede pactar entre ambas partes que el precio se rebaja por ello. Es más, esto se puede reflejar mediante una cláusula en el contrato de compraventa, para evitar posibles malentendidos y problemas posteriores.

En resumen, cuanto mejor sea el estado de tu coche, más podrás sacar por él. Así, en caso de tener seguro a todo riesgo, puede ser una buena idea dar un parte para eliminar posibles arañazos de la carrocería o incluso pintarlo al completo para mejorar su aspecto.

Hacer esto puede interesarte incluso si lo tienes con franquicia o si por dar el parte te penalizan (dependerá de la aseguradora y de la póliza que tienes contratada). Al final es cuestión de echar cuentas: si la pintura mejora el precio de venta más que lo que te cuesta, te puede salir a cuenta.

Anuncia tu coche: no escatimes en fotos y resalta lo más atractivo

Dar visibilidad al automóvil que quieres vender mediante un anuncio puede ayudarte, y mucho, a lograrlo. Y esto no implica que tengas que gastarte dinero, ya que hay canales, páginas web o aplicaciones gratuitas para hacerlo. Sirva como ejemplo la popular Wallapop o foros dedicados al automóvil. Valora pues si te compensa poner un anuncio gratuito o invertir cierta cantidad para anunciarlo.

Si te animas a poner uno o varios anuncios, debes tener una máxima presente: una imagen vale más que mil palabras. Y es que por mucho que recites todas las bondades de tu coche, causará desconfianza que no acompañes el anuncio con fotografías. Y cuantas más mejor.

Lo más recomendable es que fotografíes a tu coche desde diferentes ángulos (delantera, trasera, vista lateral, tres cuartos delantero, tres cuartos trasero), así como el habitáculo, el interior del maletero o el motor. También es aconsejable que lo limpies previamente, tanto la carrocería como su interior, y que escojas un emplazamiento adecuado para que el fondo sea atractivo. En definitiva, si entra bien por los ojos, más posibilidades tendrás de encontrar interesados.

Y aunque las imágenes son muy importantes, no por ello debes descuidar la información que las acompañe. Además de especificar datos imprescindibles como la marca, el modelo, el acabado, el motor, su antigüedad (incluye también la fecha de matriculación) o el kilometraje (ni que decir tiene que jamás debes trucarlo), también puedes acompañarlo de información útil y relevante.

En estos casos, suele funcionar bien el sentido común y preguntarnos qué nos gustaría saber de un coche de segunda mano si fuésemos a comprarlo. Entre ellos encontramos clásicos como si ha pasado la última ITV, si ha 'dormido' siempre en garaje y ha estado, por tanto, protegido por tanto de las inclemencias del tiempo, o si ha recibido un mantenimiento adecuado.

Asimismo, podemos resaltar el uso que se le ha dado (cómo y cuándo se ha conducido), o si dispone de algún equipamiento opcional reseñable. Tampoco es cuestión enrollarse más de la cuenta: basta con resaltar lo más atractivo de nuestro automóvil.

¿Y si un posible comprador nos pide verlo in situ? Siempre es decisión tuya, pero si les ves muy interesado siempre es una buena opción, aunque el tiempo invertido no se traduzca necesariamente en la venta del coche. También puede solicitar probarlo y, de nuevo, está en tu mano permitirlo o no: si decides hacerlo ve siempre con él, ya sea conduciendo o como copiloto, a fin de evitar sustos.

Trámites y papeleo: ¿cuáles son y qué documentación se debe aportar?

Tras poner a punto tu coche, definir su precio y anunciarlo, toca tener claro qué trámites debes realizar y cuál es la documentación necesaria que deben aportar ambas partes (comprador y vendedor).

Lo principal que has de tener en cuenta es que, al vender tu coche, estás realizando una transferencia de propiedad, y por tanto, de titularidad del mismo. Además se trata de una venta contractual, por lo que es necesario redactar un contrato de compraventa. En este artículo incluimos uno tipo, por si tienes dudas sobre cómo confeccionarlo.

Éste puede elaborarse con las cláusulas que consideres oportunas, pero nunca deben faltar ni el importe de la venta, ni la fecha y hora en la que se ha realizado la transacción. Esto último es importante porque, en caso de que el nuevo propietario sea sancionado (aparcamiento indebido, exceso de velocidad, etc.), las multas seguirán llegando al anterior propietario hasta que se haga efectiva la nueva titularidad.

En lo que respecta al cambio de titularidad, el proceso es el siguiente. Por un lado se debe abonar el impuesto de transmisiones patrimoniales y presentarlo en la Agencia Tributaria (modelo 620). Hay que señalar que este gravamen debe asumirlo el comprador, a menos de que esté exento por cualquier motivo, y su importe varía según cada Comunidad Autónoma (la de comprador).

Por otro lado, el vendedor debe comunicar a la DGT el cambio de titularidad o transferencia, previo pago de la tasa correspondiente (actualmente es de 54,60 euros según la tabla actualizada de tasas de Tráfico), aportando igualmente el resguardo de haber pagado el impuesto de transmisión patrimonial.

Es muy importante que, como vendedor, notifiques el cambio de titular en un plazo máximo de 10 días, para ello tienes que ir con el comprador, o bien con un documento firmado por él y con una copia de su DNI.

Por otro lado, en cuanto a la documentación necesaria, debes saber que la compraventa de un automóvil nunca puede hacerse sin los siguientes documentos: ficha técnica o tarjeta de inspección técnica (vendedor), permiso de Circulación (vendedor), DNI (fotocopia del vendedor y comprador), Declaración de Transmisión de Compraventa de vehículos usados (cuatro copias firmadas por ambos interesados) y el contrato de compraventa (también cuatro copias firmadas por ambos interesados).

La mayoría de estos documentos deben presentarse cuando se solicita a Hacienda la transferencia y, en Tráfico, el cambio de titularidad. Asimismo, el vendedor debe aportar el recibo del impuesto de circulación (Impuesto Municipal sobre Vehículos de tracción mecánica) correspondiente al año anterior al de la venta y no puede tener ningún tributo ni multa pendiente de pago.

Los trámites para cambiar la titularidad del vehículo pueden realizarse contratando este servicio en una gestoría, lo que nos ahorarrá papeleo, pero también nos costará dinero.

Por otro lado, para que el comprador pueda circular con el automóvil, debe contar con, al menos, el seguro obligatorio y haber pasado la ITV. Y es que, como refleja Mapfre, aunque no es obligatorio para realizar la transacción que el vehículo haya pasado la última inspección técnica, el nuevo dueño debe ocuparse de que la pase.

Y, por último, no está mal recordar, aunque sea lógico, que no debes entregar tu coche hasta el momento de recibir el dinero por parte del comprador.

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