El coche eléctrico va hacia el pago por uso del climatizador y de otras funciones

Se suele decir que los coches eléctricos son smartphones con ruedas. Inicialmente, se decía como algo peyorativo, sin embargo, esa afirmación es cada vez más cierta. No es algo malo ni bueno, es la realidad. Los coches eléctricos son software con ruedas. “El software representará el 90% de las futuras innovaciones en el automóvil", decía no hace mucho Herbert Diess, CEO de Volkswagen. Y eso lo cambiará todo, desde nuestra manera de comprar un coche hasta el modelo de negocio de las marcas.

Hasta ahora, la electrónica en un coche térmico tenía funciones muy limitadas, como la gestión del motor, de los sistemas de ayudas a la conducción y de algunos servicios conectados. Pero la mayoría de los sistemas siguen siendo sistemas mecánicos o hidráulicos que si bien se pueden controlar vía software hace que el coste no compense en ocasiones, añadiendo más complejidad a una máquina ya de por sí compleja.

Diseñando un coche eléctrico desde cero, esa complejidad desaparece y el software puede controlar muchos más sistemas sin añadir complejidad mecánica. Si a eso le añadimos la llegada de las actualizaciones remotas, las actualizaciones over-the-air popularizadas por Tesla, tenemos todos los ingredientes para un cambio radical en el modelo de negocio de las marcas: el pago por uso de algunas del coche.

El ejemplo más famoso es el sistema de conducción autónoma de Tesla, el Autopilot FSD, por Full Self-Driving. Al comprar el coche nuevo se puede pagar por esa opción para poder usarlo el que día funcione. Al vender el coche de segunda mano, esa función queda desactiva. El nuevo dueño tendrá que pagar si quiere poder disfrutar de ella. O incluso, comprando el coche nuevo, decidimos que no queremos esa opción, pero pasados unos meses cambiamos de opinión y la queremos. Pagamos y la función queda activada.

El equipamiento de tu coche en suscripción por años, meses u horas

Otro ejemplo, el Mercedes EQS viene equipado con una dirección a las cuatro ruedas. En maniobras, las ruedas traseras giran hasta 10º reduciendo el diámetro de giro de este coche de 5 metros a tan sólo 10,9 metros. El EQS viene equipado con esa dirección, con todo el hardware necesario, pero en Alemania no funciona, pues es opcional.

Pero, ahí está el truco, se puede activar en cualquier momento pagando una suscripción anual de 489 euros o bien optar por un pack de tres años y en ese caso el precio baja a 300 euros al año. Es decir, Mercedes monta en todos los EQS el sistema, pero lo bloquea si no se pasa por caja cada año.

En Volkswagen se han empeñado en querer superar a Tesla en todos los aspectos. Así, se plantean cobrar 7 euros la hora cuando el conductor de uno de sus coches eléctricos utilice la función de conducción autónoma.

El jefe de ventas y marketing de VW, Klaus Zellmer, explico en una entrevista concedida a Top Gear que Volkswagen empezará a producir coches con todos los sistemas instalados, en lugar de tener que adaptar cada coche a las especificaciones exactas de cada cliente.

Eso abaratará la producción y, en el mejor de los casos, hará que los futuros vehículos sean más asequibles para los clientes, asegura el ejecutivo alemán. Por ejemplo, el cliente no tendrá que pagar por el asistente de aparcamiento automático que usará solo un par de veces la primera semana y no lo volverá a tocar en la vida.

A cambio, para potenciar sus ingresos y beneficios, Volkswagen alquilará ciertas características sólo cuando el cliente las necesite. Y puso como ejemplo los 7 euros la hora de conducción autónoma de nivel 4. Pero podría ser el caso para casi cualquier función.

Podemos imaginar que también sea el caso del climatizador, con packs promocionales para los meses de verano, por ejemplo, o bien el navegador, pagando solo cuando lo usemos. Las posibilidades son casi infinitas. Cada marca deberá encontrar el punto medio entre equipamiento de serie y de suscripción para no ahuyentar el posible cliente. Algunas funciones, por supuesto, no podrán ser de pago, pues forman parte del equipamiento obligatorio de un coche, como los faros o los limpiaparabrisas.

Y probablemente sea esa la verdadera revolución del coche eléctrico: el cambio de modelo de negocio de los fabricantes. Cuando todos hablan de convertirse en proveedores de movilidad, se refieren a eso: el pago por uso, por suscripción. Los modelos de negocio de Spotify y Netflix llegan a los fabricantes de coches y no solamente a sus distribuidores.

¿Suena descabellado? No tanto teniendo en cuenta que cada vez compramos menos coches nuevos y los alquilamos, ya sea en leasing o renting. Y sí, también en España donde el renting ha representado ya más del 25 % de las matriculaciones en el primer semestre de este año. Y si ya alquilamos un coche por meses o años, por qué no hacer lo mismo con las funciones y tener así un coche a nuestro gusto y presupuesto.

En Motorpasión | ¿Estoy preparado para comprar un coche eléctrico? Claves para saber si compensa

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