De residuo digital a calefacción urbana: así usa Finlandia el calor de los centros de datos y la IA para calentar hogares

El calor que generan los centros de datos ya no se desperdicia: en Finlandia alimenta la calefacción urbana y puede cubrir hasta el 40 % de la demanda

Irene Mendoza

Cada búsqueda en internet, cada correo electrónico y cada consulta a una IA tiene un coste energético oculto. Los centros de datos, auténtico motor del mundo digital, consumen enormes cantidades de electricidad y generan toneladas de calor que tradicionalmente se expulsaban al exterior como un residuo inevitable.

En Finlandia, ese “problema” se ha convertido en una ventaja estratégica. El país nórdico lleva años integrando el calor residual de los centros de datos en sus redes de calefacción urbana, transformando infraestructura digital en una fuente real de energía para hogares y edificios.

Cuando los servidores alimentan los radiadores

Los servidores trabajan sin descanso y, al hacerlo, generan una enorme cantidad de calor que debe evacuarse para que los sistemas sigan funcionando con seguridad. Tradicionalmente, ese calor se expulsaba al exterior como un residuo más del proceso digital. En Finlandia, la lógica se ha invertido: en lugar de deshacerse de él, se captura y se convierte en una fuente energética útil.

El sistema parte de intercambiadores térmicos que recogen el calor de los circuitos de refrigeración de los centros de datos y lo transfieren a redes de agua. A partir de ahí, bombas de calor industriales elevan la temperatura hasta niveles compatibles con la calefacción urbana. Ese calor ya “reciclado” se inyecta en las redes de district heating, un sistema ampliamente implantado en Finlandia desde hace décadas y diseñado precisamente para integrar distintas fuentes térmicas.

En Helsinki, la energética local Helen Ltd. ya distribuye calor procedente del centro de datos subterráneo HE5 Viikinmäki, operado por Equinix. El resultado es tangible: barrios enteros reducen su dependencia de combustibles fósiles sin notar diferencia alguna en confort dentro de sus viviendas. Pero el potencial va más allá de la capital.

Energía Finlandia

Hasta un 40% de la calefacción, sin quemar gas

En Espoo y Kirkkonummi, Fortum está desarrollando instalaciones capaces de cubrir hasta el 40 % de la demanda local de calefacción únicamente con calor recuperado. Y en Hamina, Google opera un centro de datos que, según la compañía, puede suministrar hasta el 80 % del calor anual de la red urbana de la zona. Y no son experimentos, sino sistemas a escala de ciudad, integrados en infraestructuras existentes y con impacto directo en costes energéticos y emisiones.

La recuperación del calor residual no es sólo una buena idea sobre el papel. Estudios publicados en ScienceDirect destacan que los sistemas de calefacción urbana de cuarta y quinta generación permiten aprovechar este calor con alta eficiencia, apoyándose en almacenamiento térmico y gestión inteligente de la demanda. El resultado es una reducción importante de emisiones de CO₂ y una mayor estabilidad del sistema energético. Para países con inviernos largos y redes de calefacción ya desplegadas, como Finlandia, la ecuación es especialmente favorable.

La paradoja energética de la IA

El contexto importa. En 2024, el mundo generó 149 zettabytes de datos, y la cifra sigue creciendo de forma exponencial. El Foro Económico Mundial advierte de que los centros de datos podrían consumir alrededor del 3 % de la electricidad mundial en 2030. Redirigir su calor no es una solución total, pero sí una pieza clave para equilibrar los beneficios de la digitalización con su impacto climático.  

No todos los países pueden replicar este sistema con la misma facilidad. Requiere redes de calefacción urbana, planificación a largo plazo y colaboración entre tecnológicas, energéticas y administraciones. Aun así, el ejemplo finlandés demuestra que la infraestructura digital no tiene por qué ser solo un gran consumidor de energía: también puede convertirse en parte activa de la solución.

Imágenes | Unsplash, @ingeni-academia

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