Este coche eléctrico no solo es cero emisiones, sino que limpia el aire de CO₂ al circular

Hace algunos años, Jeremy Clarkson decía en unas du sus geniales fantochadas que el Porsche 911 Turbo, con sus bajas emisiones para ser un deportivo de casi 500 CV, emitía en algunas ciudades un aire más limpio que el que se respiraba. Obviamente, no es así. Pero sí hay un coche que lo ha logrado. Existe un prototipo de coche que limpia el aire a su paso.

Se trata del Zem, un coche eléctrico desarrollado por los estudiantes de la Universidad Técnica de Eindhoven TU/ecomotive. Este coche captura más dióxido de carbono o CO₂ del que emite durante la conducción, tomando en cuenta el mix energético para cargar su batería. Se trata de un prototipo que purifica el aire mediante un filtro especial.

Al almacenar el CO₂ capturado y luego eliminarlo, Zem puede así aportar su grano de arena contribuyendo a reducir el calentamiento global. Los estudiantes seguirán mejorando el vehículo en los próximos años, con el objetivo de que sea neutro en carbono durante todo su ciclo de vida y llegue a la carretera.

Vehículos en movimiento como centrales para capturar CO₂

Según indican los estudiantes, el coche capturó el equivalente de 2 kg de CO₂ a través de un filtro especial a lo largo de 20.000 kilómetros recorridos en un año. Esto significa que diez coches pueden almacenar tanto dióxido de carbono como un árbol medio.

Siendo un sólo coche no es mucho, pero si se aplicara pronto a gran escala en todos los turismos, argumenta el equipo, el cambio sería notable. Al fin y al cabo, hay más de mil millones de turismos circulando por el mundo, que podrían capturar CO₂ en lugar de emitirlo.

(Foto: Bart van Overbeeke. TU/ecomotive)

De momento, los estudiantes y la universidad están en el proceso de patentar el filtro. Sin embargo, la parte en la que se elimina del coche el CO₂ capturado está todavía en una fase muy de prototipo.

TU/ecomotive está pensando en un futuro en el que el filtro lleno pueda vaciarse fácilmente en la misma estación de carga cuando el coche se esté cargando. Actualmente, el coche puede recorrer 320 kilómetros antes de que el filtro esté lleno.

La idea de capturar el CO₂ cobra cada vez más fuerza como una de las numerosas soluciones para mitigar el cambio climático, al igual que los coches eléctricos de batería, la energías renovables o el hidrógeno verde. Esta todavía en una fase muy incipiente, pues capturar CO₂ tiene el mismo problema que la producción de hidrógeno: requiere mucha energía para poder funcionar.

(Foto: Bart van Overbeeke. TU/ecomotive)

Si una planta de captura de CO₂ puede aprovechar fuentes de energía renovable, como la situada en Islandia que lo almacena bajo tierra, el resultado es positivo. De lo contrario se estaría generando más CO2 del que se fuese a capturar.

De ahí que la idea de instalar sistema de captura de CO₂ en vehículos que se mueven y por tanto no necesitan energía adicional para captar el aire y su CO2, es vista como una posible solución. De hecho, ya se habla de utilizar los trenes de mercancía para capturar CO₂ de la atmósfera.

La idea es que el movimiento del tren sustituya la necesidad de bombear aire a través de dispositivo que necesitan energía para funcionar, haciendo que el aire fluya de forma natural.

Los vagones creados especialmente utilizarán paneles solares y baterías que almacenan la energía recuperada de los frenos del tren para hacer funcionar los dispositivos químicos y mecánicos que filtran el CO₂ del aire, lo convierten en líquido y lo almacenan en tanques listos para ser bombeados y eliminados cuando el tren se detenga.

Según los investigadores que han ideado este sistema, sería un proceso con una eficiencia del 93%. Esto podría suponer un antes y un después en las soluciones climáticas si se extendiera a escala mundial.

Un coche con huella carbono neutra desde su fabricación

Capturar el CO₂ es una parte de la ecuación, no es la única. La otra es limitar la generación de CO₂. El coche eléctrico es una de las posibles respuestas al no emitir CO₂ en su funcionamiento. Pero también es posible limitar la generación del CO₂ desde el momento de la fabricación del coche.

El objetivo del Zem no es sólo demostrar que puede capturar CO₂ mientras circula, sino ser un coche con una huella carbono neutral. Y es que la fabricación de un coche también genera CO₂.

Por ejemplo, en el caso de un VolvoC40 supone un 70% más de emisiones de CO₂ que fabricar un XC40 con un motor de combustión interna. Sin embargo, a partir de 77.000 km recorridos, la huella carbono del C40 empieza a ser inferior a la del XC40 gasolina.

Así, el chasis monocasco y los paneles de la carrocería del Zem, por ejemplo, se fabrican mediante impresión 3D, con lo que casi no hay residuos. Además, el equipo de estudiantes imprime plásticos reciclables que pueden triturarse y reutilizarse para otros proyectos.

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