América era el paraíso de los coches... hasta ahora. Canadá quiere prohibir la venta de los diésel y gasolina en 2035

Hace unos meses, el Parlamento Europeo aprobó la propuesta para prohibir la venta de vehículos nuevos con motor de combustión a partir de 2035. De tal manera que, desde ese año, solo se podrán comprar coches eléctricos nuevos en nuestro continente.

A lo largo de los próximos días, Canadá aprobará una medida similar a través de un plan de reducción de emisiones que solo permitirá vender coches eléctricos en el país norteamericano a partir del año 2035.

Más ayudas y más cargadores públicos

Hay una región del planeta que está siendo especialmente dura con los vehículos con motor de combustión. Europa (o más bien sus políticos) declaró la guerra hace tiempo a este tipo de mecánicas y hace unos meses aprobó la propuesta del Parlamento Europeo para prohibir la venta de vehículos nuevos con este tipo de propulsores a partir de 2035.

En ningún otro lugar han sido tan drásticos como en nuestro continente, hasta ahora. Y es que Canadá también se ha marcado el objetivo de que los únicos coches que se vendan dentro de sus fronteras a partir del año 2035 sean eléctricos.

De momento es solo una propuesta que ha hecho el Ministro de Medioambiente y Cambio Climático, Steven Guilbeault, aunque podría convertirse en regulación a lo largo de los próximos días.

El plan consiste en sacar poco a poco a los vehículos con motor de combustión de los concesionarios. Por lo que habría varias fases hasta alcanzar el objetivo de que el 100% de los coches nuevos sean eléctricos en 2035.

La primera fase consiste en que el 20% de los automóviles nuevos que se vendan a partir de 2026 en Canadá sean eléctricos. En 2030, ese porcentaje deberá ser del 60% y en 2035 del 100%.

En el año 2021, el 5,2% de los coches que se vendieron en Canadá fueron eléctricos y en los seis primeros meses representaron el 7,2% del total de las ventas, según datos proporcionados por el gobierno canadiense.

Para cumplir su objetivo, el gobierno canadiense se plantea poner en marcha medidas que contemplan ayudas para la compra de coches eléctricos e inversiones para crear 50.000 nuevos puntos de carga en todo el país antes de 2027.

De esta forma, habría casi 85.000 cargadores públicos financiados con fondos federales en todo Canadá para ese año, a los que se sumarían los cargadores puestos por empresas privadas y por las administraciones locales.

En cuanto a las ayudas, Canadá renovaría el plan de ayudas que ya tiene en vigor para subvencionar una parte de la compra de un vehículo eléctrico, tanto a las familias como a las empresas privadas. En el primer caso, las ayudas llegan hasta los 5.000 dólares y en el segundo hasta los 10.000 dólares.

El presupuesto reservado para estas ayudas hasta marzo de 2025 es de 1.700 millones de dólares, mientras que el coste de los puntos de carga financiados con dinero público sería de 900 millones dólares, a los que habría que sumar los 1.000 millones que ha gastado Canadá desde 2016.

Además, el gobierno de Justin Trudeau tiene intención de realizar inversiones históricas en la fabricación de vehículos eléctricos en Canadá y, de paso, aprovechar la transición al vehículo de cero emisiones para generar trabajo local.

No es la primera vez que la administración del país norteamericano se marca objetivos similares para reducir emisiones, la diferencia es que el nuevo plan sería una normativa y no un propósito.

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