Cómo lavo la ropa cuando viajo en furgoneta: los trucos que aprendí tras muchas camisetas arruinadas

Lavar la ropa en plena ruta no tiene por qué ser un problema. Con un poco de organización y algunos trucos, puedes mantener todo limpio sin perder tiempo ni dinero

Irene Mendoza

Cuando viajas en furgoneta camper o autocaravana, hay tareas que al principio parecen sencillas y luego se vuelven un pequeño reto. Una de ellas es lavar la ropa. No siempre hay lavanderías cerca, el espacio a bordo es limitado y, si improvisas, es fácil acabar con prendas encogidas o desteñidas.

Después de muchos kilómetros y bastantes coladas accidentadas, he aprendido que mantener la ropa limpia en ruta no depende de tener suerte, sino de conocer las opciones que mejor se adaptan a cada tipo de viaje. Desde aprovechar las lavanderías automáticas hasta recurrir a inventos tan útiles como las bolsas de lavado portátiles, todo tiene su momento.

Lavanderías y campings: la opción más cómoda y rápida

Cuando la ruta pasa por ciudades o zonas más turísticas, lo más práctico es aprovechar los servicios de lavanderías automáticas o de los propios campings. En estos últimos, casi siempre hay lavadoras y, en muchos casos, secadoras. Algunas funcionan con monedas, otras se incluyen en la tarifa del alojamiento, pero en general son una opción segura para una colada completa.

Las lavanderías automáticas, por su parte, se han convertido en un gran aliado para los viajeros. En Europa hay muchísimas y basta con buscar en Google Maps para encontrar una cerca. Suelen costar entre 8 y 10 euros por lavado y secado de unos ocho kilos, y tienen programas rápidos y eficientes. El consejo más útil es aprovechar cada lavado al máximo: ropa, toallas, sábanas… todo junto. Así se ahorra tiempo, dinero y productos.

Conviene también hacer un repaso visual antes de entrar: las lavanderías con buenas valoraciones y fácil aparcamiento alrededor siempre facilitan la parada. Y si hay mesas amplias para doblar la ropa allí mismo, mucho mejor: todo queda ordenado y listo para guardar y evitas el caos de ropa limpia mezclada con la sucia al volver a la furgoneta.

Lavar en ruta: las soluciones portátiles que realmente funcionan

Cuando la lavandería más cercana está a kilómetros o simplemente necesitas salir del paso, existen alternativas sencillas y eficaces. Las más populares son las bolsas de lavado portátiles, como la Scrubba, una bolsa estanca con relieve interior que permite lavar pequeñas prendas usando solo agua y jabón.

Es ligera, ocupa poco y no necesita electricidad. También funcionan bien los barreños flexibles de goma o silicona, que resisten mejor que los de plástico y son fáciles de guardar. El truco para que el lavado a mano sea eficaz está en dejar la ropa en remojo unos 30 minutos con agua templada antes de frotar.

Si el clima lo permite, basta con colgar las prendas al sol o usar el interior de la furgoneta con aireadores para acelerar el secado. Y para transportar la ropa húmeda sin empapar nada, una bolsa impermeable es la mejor aliada. Eso sí, el jabón importa. Siempre que sea posible, conviene usar detergentes biodegradables. 

Son más respetuosos con la naturaleza y menos agresivos con la piel. Y lo más importante: nunca viertas agua jabonosa en la naturaleza. Las aguas grises deben vaciarse en los puntos habilitados, especialmente si usas detergentes. Mantener limpia tu ropa no debería ensuciar el entorno que recorres.

Trucos útiles que ahorran tiempo y evitan disgustos

Con la práctica se aprenden pequeños gestos que marcan la diferencia. Uno de los mejores inventos son las toallitas anti-transferencia de color, perfectas cuando no hay tiempo ni espacio para separar la ropa por colores. Metiendo dos o tres en cada colada, se evitan muchos sustos.

También merece la pena dividir la ropa en dos secadoras si hay más de una libre: la colada se seca antes, se arruga menos y resulta más fácil de doblar después. 

Y si viajas con mascota, ten en cuenta que algunas lavanderías tienen máquinas específicas para mantas y juguetes de animales. Son más resistentes y evitan mezclar pelos con la ropa de uso diario. Si no es el caso, lo mejor es lavar esas prendas a mano con jabón neutro y dejarlas secar al aire.

Cuánto cuesta y cada cuánto conviene lavar la ropa di viajas en camper

El precio medio de una colada completa depende del país, pero suele estar entre 6 y 10 euros, contando lavado y secado. En zonas muy turísticas puede subir un poco más. Por eso, conviene planificar las coladas junto con otras paradas (como repostar o comprar comida) para optimizar trayectos.

En cuanto a la frecuencia, no hay una regla fija. La mayoría de viajeros hace una colada completa cada semana o diez días, aunque en verano o en rutas con playa o montaña suele ser necesario lavar más a menudo. En invierno, en cambio, se puede espaciar algo más. Con los productos adecuados, un poco de previsión y el hábito de aprovechar cada parada, tu colada deja de ser un problema y pasa a formar parte natural del viaje.

Imágenes | Unsplash, Scrubba

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