Ford Fusion 1.6 TDCi, prueba (parte 2)

Viene de la primera parte. ¿Qué podemos esperar del interior? En esencia, es un Fiesta, pero algunas piezas son diferentes. La habitabilidad es mejor, obviamente.

El acabado es correcto a cambio de lo que pagamos, pero con detalles a mejorar, como un reposapie izquierdo muy pequeño (no apto para tallas mayores al 45), algunos portaobjetos no sujetan nada, piezas de color carrocería visibles en el interior, seguros manuales, etc.

El puesto de conducción está más alto, aunque tampoco es muy adecuado para todas las morfologías ya que el volante no se puede regular en profundidad. Gracias al V2C opcional, es posible manipular el equipo de música, climatizador monozona y teléfono mediante la voz, aumentando la seguridad activa y reduciendo las distracciones.

Es espacioso para cuatro adultos de talla generosa, pero que no jueguen en la NBA. Cinco adultos pueden acomodarse si no son muy anchos de espaldas. La plaza central es más cómoda de la media ya que no tiene una mesita plegable. El túnel central molesta poco y es fácil acomodarse.

Es un coche cómodo de suspensión en carretera, aunque podría estar mejor ajustado, balanceando menos en curvas. Los asientos delanteros sujetan poco en los giros, los traseros absolutamente nada. A 120 Km/h si el viento sopla un poco más de lo normal se aprecia en la dirección.

El equipamiento no es especialmente brillante. El radio-CD, al igual que el Fiesta, no se traga los discos con MP3 ni opcionalmente. Nos queda el recurso cutre de enchufar un reproductor portátil por la toma auxiliar. Los mandos en el volante no son de serie, el cargador frontal de discos tampoco, ni el Bluetooth, ni el V2C.

En seguridad está flojito, pues hay que pagar aparte por el ESP, reposacabezas central trasero, airbags laterales y de cortina. El ordenador, A/C, climatizador, luces automáticas y sensor de lluvia son opcionales, ¡menos mal que es el más equipado!

Si nos liamos a meterle extras su principal ventaja, el precio, se va esfumando. Según EuroNCAP tiene 4 estrellas, como el Fiesta de 2002.

En cuanto al maletero, no es espectacularmente grande por sus formas irregulares. Tiene la capacidad de un compacto, 337 litros. Si abatimos los asientos traseros no tendremos un piso de carga plano, pero 1.175 litros de capacidad sí. Una bicicleta de montaña debería caber sin complicaciones. En caso de necesidad el asiento del copiloto puede abatirse.

Hay una rueda de repuesto de galleta bajo el piso y es posible colgar alguna bolsa de plástico que pese poco sin que vaya dando vueltas solita en las curvas. Sólo se puede abrir el portón con un botón en el salpicadero o con la llave, no me gusta. Para quien mida 1,60 o menos le va a costar un poco cerrar el portón, aunque tiene un asa interna para facilitar la faena.

Ahora que estamos en crisis, y habiendo stocks, es fácil conseguir un precio de risa por este coche. Si no nos importa que sea tecnología un poco pasada de moda y lo que he comentado, es una compra interesante, aunque no creo que su auténtico público lea mucho Motorpasión.

Eso es todo, no hay más partes.

Agradecimientos especiales a Danstructor
Prueba y fotografía | Javier Costas Franco