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Del Fórmula 1 a la calle: tecnología de competición que se trasladó a nuestros coches

En 2002, Toyota daba el paso definitivo y entraba en el más espectacular campeonato sobre cuatro ruedas, la Fórmula 1. Para muchos fue una decisión sin sentido, un gasto enorme de recursos sin sentido. De hecho, tras siete años de esfuerzo representados en la figura de Jarno Trulli y el equipo de Toyota motorsports GmbH en Colonia, el gigante nipón ponía fin a la etapa de F1. Quizás aun os estéis preguntando porqué las principales industrias del motor dedican grandes presupuestos a competiciones como la F1. ¿Es rentable invertir cientos de millones para competir en circuito? ¿cómo afecta a los usuarios en última instancia?

Lo cierto es que buena parte de la tecnología que utilizamos a diario en nuestros vehículos llegó, en algún momento, de un monoplaza. A pesar de que el objetivo último de la competición es ser el más rápido, sus avances llegan tarde o temprano a los catálogos para hacer nuestros trayectos más cortos, eficientes o seguros. ¿Adivinas de qué instrumentos estamos hablando? Te lo contamos tras el salto.

Los neumáticos

La competencia entre los grandes fabricantes de neumáticos ha hecho un gran favor a sus clientes. En Fórmula 1, los equipos se enfrentan a todo tipo de situaciones que ponen a prueba la calidad de las gomas elegidas: temperaturas extremas y humedad en Malasia, frío en el renovado circuito austriaco de Spielberg o falta de grip en el asfalto urbano de Mónaco. En cualquier caso, estas situaciones han conseguido que los compuestos mejoren en durabilidad, seguridad y rendimiento dentro y fuera de los circuitos.

Discos de freno

Durante los gloriosos años 50 de Alberto Ascari, las escuderías de el recientemente formado campeonato de F1 se decantaron por el uso de frenos de disco frente a los de tambor utilizados hasta la fecha. Su potencia y capacidad para refrigerarse terminaron por convencer a los ingenieros y se extendieron a lo largo de la parrilla. Hoy en día es una pieza del equipamiento más básico. ¿Quiere decir esto que en el futuro se montaran discos de carbono o cerámicos? Sí y no, en la actualidad se utilizan en súper-deportivos pero de momento el acero es la mejor opción para un uso cotidiano.

KERS o frenos regenerativos

A no ser que hayas estado de viaje o en una cueva durante los últimos seis o siete años, la palabra KERS te será más que familiar. Además, si eres aficionado a la Fórmula 1 o al automovilismo, seguro que te viene a la cabeza la cara de Antonio Lobato explicando una y otra vez su funcionamiento. En resumen, es un sistema que permite convertir la energía cinética de las frenadas en energía eléctrica para almacenarla y utilizarla más tarde. La FIA abrió la puerta al KERS en 2009 permitiendo el uso de hasta 82 cv (60Kw) y fue Lewis Hamilton en Hungría el primero en ganar una carrera con este sistema instalado. ¿Sabes dónde lo utiliza Toyota en la actualidad? En efecto, en toda su gama híbrida para aumentar la autonomía recargando las baterías mientras conducimos.

Caja de cambios

Los sistemas de cambio automáticos, semi-automáticos o secuenciales que utilizan millones de conductores fueron, en origen, una medida para mejorar la aceleración y tiempos por vuelta de los monoplazas de F1. Al no tener que utilizar el embrague, el piloto ganaba un tiempo muy valioso. Lo que en principio fue un innovador avance de competición consigue que hoy personas con déficit de movilidad puedan conducir y moverse con libertad.

Materiales y aerodinámica

Los que nos seguís desde hace tiempo, habéis visto cómo avanza el diseño en pocas décadas. El uso de túneles de viento o tecnología aeronáutica tiene su origen en la obsesión por minimizar la resistencia que ofrecen los F1 al avanzar a través del aire. Las espectaculares líneas de los coches actuales intentan mejorar su coeficiente de resistencia para ser más eficientes. Asimismo, los materiales utilizados son más ligeros, seguros y resistentes… llegados directamente de los equipos de F1, como la fibra de carbono. Los chasis y carrocerías de los turismos actuales son otro mundo comparados con los de hace unas décadas.

¿Y en el próximos años?

Parece claro que la tecnología híbrida, eléctrica y alternativa está tomando las riendas del automovilismo. De hecho, ya contamos con un campeonato como la Fórmula E donde se compite con vehículos puramente eléctricos. Quizás sus esfuerzos por mejorar la autonomía, potencia y velocidad en las cargas consigan que dentro de unos años estos "puntos débiles" no sean más que un recuerdo en los libros de historia.

Fotos | Toyota, Ben Sutherland

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