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Así será el futuro que nos ha pronosticado la cumbre COP25

Como sabemos, a principios de diciembre se ha celebrado en Madrid la 25° Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas por el Cambio Climático (COP25). Una reunión de 197 estados que ha estado marcada por su traslado forzado de Chile a España, el tibio compromiso de Estados Unidos y la presencia de la activista Greta Thunberg. Pero a pesar de los asuntos externos y de los inciertos resultados, la COP25 ha servido para marcar algunas importantes líneas a desarrollar en los próximos años.

Más ayuda económica para los países más vulnerables al cambio climático

Uno de los aspectos en los que más se trabajó en la COP25 fue en el denominado Fondo Verde. Este Green Climate Fund, dependiente de la ONU, es la mayor institución financiera de ámbito global destinada a gestionar los recursos económicos que los distintos países destinan a la lucha contra el cambio climático, con la Unión Europea a la cabeza.

Se ha querido poner el foco en los países más vulnerables al cambio climático

El Fondo Verde ha cobrado un mayor protagonismo en este COP25 con la presencia de los ministros de economía y finanzas de 51 de los países participantes. Era de hecho la primera vez que estos responsables participaban en la Cumbre del Clima, lo que daba una pista de la importancia que se le van a los presupuestos de cada estado dentro de la estrategia climática global. No en vano, este grupo de responsables, que ha pasado a llamarse la Coalición de Ministros de Finanzas por la Acción Climática, gestionan en total 7 billones de dólares (un 10% del PIB mundial).

Así con todo, la Coalición y el conjunto de la Cumbre han querido dotar al Fondo Verde de un mayor ámbito de aplicación, y sobre todo, de un sentido más práctico. Se ha decidido que por primera vez se destinen recursos a paliar los efectos devastadores de los desastres naturales producidos por el cambio climático. Y se ha querido poner el foco de atención en los países en vías de desarrollo, que cuentan con menos recursos para la lucha climática y resultan más vulnerables a sus consecuencias. En esta línea, se ha creado la Red de Santiago, liderada por Chile, que procurará unificar la asistencia y ayuda técnica que desde diversas fuentes puedan recibir estos países vulnerables.

Perspectiva de género en las políticas medioambientales

Los estados participantes de la Cumbre Climática también han decidido incorporar por fin en este COP25 la perspectiva de género en la lucha medioambiental. Es algo que se venía demandando desde el COP21 y el Acuerdo de París, en el que los 175 países suscriptores se comprometieron a incluirlo. También en el COP23 de Bonn, donde se estableció el Plan de Acción de Género (PAG) para darle más protagonismo a la mujer en las acciones medioambientales. Sin embargo, el COP25 arrancó con que ninguno de los países participantes han cumplido con su compromiso.

Las consecuencias del cambio climático aumentan la desigualdad de la mujer

En este COP25 han sido varios los paneles y grupos de trabajo dedicado al papel de la mujer, tanto como tomadora de decisiones en las políticas medioambientales como principal víctima y afectada por las consecuencias del cambio climático. Ya en el COP24 de Katowice se presentó un documento en el que se resalta que efectivamente el cambio climático tiene diferentes efectos en hombres que en mujeres. Y que los desastres naturales tienden a acrecentar la situación de desigualdad y de vulnerabilidad que ya sufren las mujeres en todo el mundo. Algunos motivos de este fenómeno son las diferencias en la propiedad de la tierra (sólo el 1% de los cultivos están en mano de mujeres), la prioridad del hombre sobre la mujer en el acceso a los recursos, o la mayor tasa de pobreza (el 70% de las personas pobres del mundo son mujeres).

Así con todo, los últimos desastres naturales han servido para ratificar esta situación de mayor vulnerabilidad. Por ejemplo, en el terremoto-tsunami del Índico que asoló el sudeste asiático en 2004, las mujeres supusieron el 70% del total de fallecidos. También conocemos casos entre los países del primer mundo, como durante la ola de calor de 2003, que golpeó especialmente a Francia, y en el que el 65% de las víctimas mortales fueron mujeres. Y las consecuencias no suponen solamente la pérdida de vidas, sino a otros aspectos sociales. Por ejemplo, tras el paso del huracán Katrina por Estados Unidos en 2005, el 66% de los puestos de trabajo destruidos correspondían también a mujeres.

El hidrógeno como gran alternativa para la descarbonización

Sin duda el gran tema central del COP 25 fue el mercado internacional que regule el comercio de derechos de carbono. Este sistema establece límites de emisiones de CO2 a cada país, en base al cual si lo supera, ese país debe comprarle “derechos de emisión” a otro que por contra esté por debajo de su límite. Supone una herramienta de incentivo económico para que los estados del mundo apuesten por la descarbonización de sus respectivas industrias, de tal manera que sus emisiones estén por debajo de su límite y puedan financiarse vendiendo esos “derechos” que le sobran.

Crece el hidrógeno como alternativa para la descarbonización de la industria

Dentro de este panorama, el hidrógeno ha ganado más protagonismo que nunca como alternativa para esa descarbonización de los sectores industriales. El gran reto en el que los gobiernos se centran es hacer del hidrógeno una tecnología cien por cien ecológica. Para ello ya se trabaja en dos conceptos, el de “hidrógeno azul”, que reutiliza el monóxido de carbono generado en las formas primitivas de producción de hidrógeno a partir de gas natural. Y sobre todo el de “hidrógeno verde”, aquel que se produce a partir de la electrólisis del agua utilizando electricidad procedente de fuentes renovables.

Hasta cinco fueron los eventos del COP25 dedicados al hidrógeno, y centrados en su aplicación en los sectores industriales, la construcción residencial y, sobre todo, el eco-transporte y la electromovilidad. La apuesta a esta última cuestión por parte de España, país anfitrión, quiso escenificarse con la llegada a la cumbre de Pedro Duque en un Toyota Mirai. El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades acudió en la primera unidad matriculada en nuestro país del automóvil de pila de combustible de hidrógeno de Toyota. Este significativo gesto ha venido acompañado de la entrega por parte de Toyota España de otras doce unidades del Toyota Mirai, y del anuncio de la instalación de estaciones de carga de hidrógeno (las llamadas “hidrogeneras”) en Madrid, Aragón y Sevilla.

Imágenes | Toyota Newsroom | UNICEF | COP25 | Prensa Toyota | Unsplash/Adli Wahid

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