El consejo directivo de BMW va a renunciar a su presencia en el próximo Salón de París 2016. Saltarse una cita así tendrá como objetivo concentrarse en si su estrategia con el coche eléctrico hasta el momento está siendo fructífera.
Aunque la apuesta actual del fabricante con su división eléctrica BMW i no se puede tachar de poco ambiciosa, lo cierto es que los resultados en ventas no están siendo tan satisfactorios para parte de la directiva. Si a esto sumamos la oleada de proyectos rivales que se avecinan constituye el aliciente perfecto que podría instar a BMW a adoptar una estrategia algo más clásica: electrificar sus modelos más relevantes.
Así lo han apuntado varias fuentes internas de la compañía, hablando de posibles motorizaciones eléctricas para la Serie 3, el X4, o el MINI. Precisamente, a principios del verano, veíamos en forma de concept el futuro que BMW tenía preparado para el MINI. La cuestión es si esos planes de futuro han de adelantarse algo más, en concreto, hasta 2019. De ahí que se planteen dejar las reticencias con la movilidad eléctrica que había arrastrado el fabricante, y suban su apuesta con la movilidad eléctrica.
El problema para BMW es el cómo. Mientras es conocido que al compañía se encuentra desarrollando un crossover eléctrico, reconocen a la vez que adaptar la plataforma del BMW i3 para el MINI eléctrico sería demasiado caro, lo que llevaría al coche a superar los 40.000 euros. Por eso se plantean la electrificación de más modelos bajo la misma plataforma, como algunos de sus vecinos alemanes, mientras que la Serie i seguiría su propio camino. Terminado septiembre sabremos más sobre los planes de BMW.
Vía | Automotive News Europe
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