Comprarte un coche eléctrico de 100.000 euros y que no cargue con el frío. Cómo afecta la temperatura a las recargas

El dueño de un Tesla Model S intentó cargar su coche en plena ola de frío y con una temperatura exterior de -7 Cº. Después de probar en un par de cargadores y perder varias horas en el intento, no hubo manera de iniciar la carga.

Según él, cargar su Model S con esa temperatura es imposible, pero ¿qué hay de cierto en ello? Está claro que los coches eléctricos no se llevan muy bien con el frío, pero ¿tanto como para que solo sirvan de pisapapeles cuando el termómetro cae bajo cero?

El frío y las baterías

Norteamérica está sufriendo una de las peores olas de frío de los últimos años y los lugares fríos no son el paraíso para los coches eléctricos. Las bajas temperaturas afectan a las baterías de litio, tanto en un teléfono móvil como en un automóvil. De la misma forma que en un smartphone la batería se descarga antes cuando el termómetro marca temperaturas bajo cero, la autonomía de un vehículo eléctrico desciende en esas condiciones.

Por un lado, la demanda de energía de la batería es mayor para mantener una temperatura de funcionamiento óptima. Por otro, la carga cunde menos porque se utiliza más energía para calentar el habitáculo a través de la calefacción.

Por culpa del menor rendimiento de la batería y del mayor consumo de energía, la autonomía de un coche eléctrico disminuye entre un 20% y un 30% cuando hace frío.

Hace unos meses, el ADAC llevó a cabo un estudio que sirve para hacerse una idea de cuánto afecta el frío a los modelos de cero emisiones. Algunos modelos ofrecen un 50% menos de autonomía a -7 Cº respecto a cuando hay 14 Cº. A otros les afecta menos, pero ninguno es inmune al frío.

COCHE

autonomía con 14 Cº

Autonomía con -7 Cº

variación

Fiat 500E

244 km

182 km

25%

RENAULT ZOE

351 km

244 km

30%

HYUNDAI KONA ELÉCTRICO

215 km

147 km

32%

FORD MUSTANG MACH-E

300 km

202 km

33%

lexus ux300e

224 km

141 km

37%

nissan leaf e+

332 km

210 km

37%

volkswagen id.3

324 km

162 km

50%

FUENTE: ADAC




Lo ideal para este tipo de vehículos es que la temperatura ambiente sea de entre 15 y 35 Cº. Si el coche eléctrico tiene bomba de calor, la cosa mejora, porque no es necesario demandar tanta energía de la batería para aclimatar el interior. Pero, incluso si equipa este componente, la autonomía a temperaturas bajo cero es inferior a la que se consigue con un tiempo menos extremo.

Además, el frío afecta a la experiencia de usuario con los coches eléctricos. Más allá de que los fabricantes recomienden preaclimatar el interior cuando el vehículo está cargando o apagar la calefacción y recurrir a los asientos calefactados para aprovechar al máximo la batería, hay que tener en cuenta otras cuestiones.

Y es que cuando el mercurio está en negativo o simplemente el ambiente es frío, hay que tener en cuenta que el proceso de carga se complica. No basta con conducir hacia un punto de carga, aparcar y conectar el cargador al coche; en estas condiciones, la batería necesita alcanzar cierta temperatura para que se inicie el proceso de carga.

En caso de no alcanzar esa temperatura óptima, hay que esperar hasta que el sistema de gestión térmica del coche la prepare para la carga. De la misma forma que si hace mucho calor, la recarga no será todo lo rápida que podría ser con una temperatura más suave.

Algunos modelos, como los Tesla, son capaces de preparar la batería para la recarga mientras se conduce hacia un supercargador de la marca. Basta con seleccionarlo como destino en el navegador y el coche se encargará de incrementar la temperatura de la batería para que, al llegar, se pueda iniciar el proceso de carga sin perder tiempo.

Si hace demasiado frío, es probable que toque esperar hasta que la batería alcance la temperatura mínima y se inicie el proceso de carga. Pero eso no significa que un coche eléctrico no esté hecho para utilizarse en climas fríos, solo hay que ver la cantidad de estos modelos que circulan por el norte de Europa, especialmente por Noruega. Es más, en Canadá pretenden que solo se vendan coches eléctricos para 2035 y allí hay zonas que directamente son gélidas.

Simplemente hay que adaptarse, como en otros ámbitos de la vida. Es cierto que con un diésel no hace falta y basta con descolgar la manguera del surtidor de gasoil, meterla en la boca del depósito y llenarlo, pero que las temperaturas frías obligan a cambiar hábitos en muchas cuestiones.

Cuando se mezcla el frío con una avería

Tesla Model S frío

No es nada nuevo, ni exclusivo de los coches eléctricos, por mucho que el dueño de un Tesla Model S se empeñe en compartir su mala experiencia a la hora de cargar el coche en plena ola de frío.

A través de la red social TikTok, Domenick Nati publicó un vídeo para compartir el mal trago que le hizo pasar su Tesla el día de Nochebuena. Y es que le fue imposible recargar la batería del Model S, ni en su casa ni en un Supercharger de Tesla.

Según Nati, fue por culpa de las bajas temperaturas que había en ese momento, con un termómetro marcando 19 grados Fahrenheit, es decir, -7 grados centígrados. Está claro que no es una temperatura tan extrema, pero cuando intenta cargar el coche, el Model S de Domenick muestra un mensaje en el cuadro de instrumentos para avisar de que la temperatura de la batería necesita calentarse.

El aviso recomienda mantener enchufado el cable mientras el sistema de gestión térmica del coche calienta la batería. Domenick sigue las instrucciones y permanece a la espera durante más de dos horas, pero el mensaje persiste y no hay manera de que el Tesla inicie la carga, por lo que desiste.

Domenick tampoco tenía mucho margen de actuación, dado que la autonomía restante era de 19 millas, el equivalente a unos 30 km. En cualquier caso, es difícil creer que este fallo estuviera causado por el frío y es más razonable pensar que el Tesla Model S de Nati tuviese algún tipo de avería y se trate de un mal funcionamiento de esta unidad en concreto.

El especialista en cargadores para coche eléctricos Wallbox avisa de lo peligroso que puede ser que la batería caiga por debajo del 20% en esas condiciones: "Para estar seguro en invierno, nunca dejes que el nivel de la batería caiga por debajo del 20 %. Para cargar cuando hace frío intenso, su automóvil necesitará una reserva de energía para calentarse y estar listo".

Es posible que ahí se encuentre la explicación a lo que le ha sucedido a Nati. Con 30 km de autonomía restante, la reserva de batería de su Tesla Model S cayó por debajo del 20% y el coche no fue capaz de preparar la batería para la carga en esas condiciones. Aunque debería poder hacerlo y simplemente habría que esperar más tiempo para que el sistema alcanzase la temperatura óptima.

Probablemente, su sistema de gestión térmica no funcionase correctamente y eso provocó que la batería no alcanzase la temperatura necesaria para iniciar la carga. De momento, Domenick Nati ha pedido explicaciones a Tesla, pero todavía no ha obtenido respuesta por parte de la marca americana.

En otros coches, como el Nissan Leaf, la regulación térmica solo se activa por debajo de -20 Cº, pero el Tesla no necesita llegar a ese extremo y es capaz de poner en marcha la regulación térmica incluso si el coche está apagado, sin necesidad de estar enchufado.

Tampoco existe una temperatura mínima a la que no se recomiende utilizar el coche, de la misma forma que no hay una máxima. La química de las baterías hace que su capacidad disminuya cuanto más frío hace y aumente cuando más calor hace.

Probablemente en Yakutsk, la ciudad más fría del mundo, con inviernos por debajo de -50 Cº, ningún coche eléctrico funcione, pero es que los coches térmicos también tienen serios problemas, hasta el punto de que se dejan arrancados durante toda la noche para poder utilizarlos al día siguiente, aunque ni siquiera eso evita que amanezcan congelados.

Sea como sea, hablamos de un frío tan extremo que condiciona absolutamente todo en la vida. En el caso del Tesla Model S de Domenick son -7 Cº, una temperatura que se registra en muchas poblaciones españolas a lo largo de estas fechas y que no impide hacer vida normal.

Por lo tanto, sin averías de por medio, está claro que no habría ningún inconveniente en cargar el Tesla Model S de Nati o cualquier otro eléctrico con una temperatura de -7 Cº, sobre todo cuando se recurre a las funciones de preacondicionamiento.

Otra cosa es su autonomía, que será menor, pero ese frío no debería imposibilitar la función de carga, por mucho que Nati diga que su coche no es capaz de cargar en esas condiciones.

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