BMW M550d xDrive, el M diésel de la Serie 5

Hace apenas unos días conocíamos de forma oficial el lanzamiento de una nueva gama de modelos de la familia M de BMW bajo el nombre de BMW M Performance. Ahora sabemos que efectivamente montarán motores turbodiésel e incluso tracción integral xDrive.

Tres son los modelos que BMW M Performance acaba de presentar: BMW M550d xDrive (en carrocería berlina y Touring), BMW X5 M50d y BMW X6 M50d. Todos ellos comparten un seis cilindros en línea turbodiésel de 3 litros de cilindrada y 381 CV de potencia.

Nosotros vamos a centrarnos ahora en los BMW M550d xDrive y BMW M550d xDrive Touring, los primeros M turbodiésel de la Serie 5. Según la propia marca, estos nuevos modelos son un ejemplo de que la deportividad no está reñida con la eficiencia. Veamos qué nos ofrecen.

Estéticamente tanto el BMW M550d xDrive berlina como el touring se diferencian de un Serie 5 normal por las entradas de aire sobredimensionadas y por paragolpes específicos tanto delante como detrás, éste último con difusor integrado.

Las salidas de escape tiene forma trapezoidal, son oscuras y se encuentran a los laterales de la zaga. Las llantas M, por su parte, son de aleación ligera y 19 pulgadas con gomas en medidas 245/40 R19. De forma opcional se ofrecen llantas de 20 pulgadas de color Ferric Grey.

Corazón Turbodiésel

El BMW M550d xDrive (berlina y touring) esconde bajo el capó un 3 litros diésel TwinPower Turbo con tres turbos e inyección directa common rail de 381 CV que desarrola un par motor máximo de 740 Nm a partir de las 2.000 RPM y se combina con una transmisión automática de ocho velocidades.

Gracias a este motor el M550d xDrive es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en apenas 4,7 segundos mientras que la versión familiar lo hace en 4,9 segundos. Aún siendo así de rápidos, arrojan un consumo de 6,3 y 6,4 litros a los cien kilómetros, respectivamente, y emiten 165 y 169 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.

Estas cifras de consumo tan reducidas se deben a sistemas como el Auto Start/Stop, el sistema de recuperación de energía en la frenada o el modo EcoPro, un modo que permite la conducción más eficiente posible gracias a cambios que permiten que el motor o el cambio trabajen de forma más relajada.

Aunque el M550d no sea un M5, sí cuenta con soluciones típicas de M GmbH como los reglajes de la suspensión o el chasis, así como la dirección hidráulica, siendo todo ello en favor de un comportamiento dinámico a la altura de todo un BMW M.

El sistema de frenos del BMW M550d xDrive (y también del touring) cuenta con discos autoventilados (iguales a los del 550i) de 374 y 345 milímetros de diámetro, en los ejes delantero y trasero, respectivamente.

Interior y equipamiento

Si echamos un vistazo al interior del BMW M550d xDrive encontraremos un volante M con levas forrado en piel, reposapiés M, selector de cambio con el logo M, guarnecido del techo en color antracita, inserciones de aluminio y asientos deportivos M con tapicería de alcántara y tela con costuras en contraste y logotipo M.

Entre el equipamiento de serie de ambas versiones encontramos los faros de xenón, control de crucero adaptativo, asientos delanteros regulables eléctricamente, climatizador de cuatro zonas, sensor de lluvia, radio Professional, sistema manos libres, iluminación ambiental y sistema de mando iDrive.

De forma opcional se puede optar por un techo solar de accionamiento eléctrico, volante calefactado, sistema de navegación con disco duro, sistema de entretenimiento para las plazas traseras o sistemas de ayuda al conductor como el Park Distance Control, el Head up display, la visión panorámica Surround View o el sistema de visión nocturna.

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