Prueba: Volkswagen Golf Variant (parte 1)

La última incorporación a la familia del exitosísimo Golf ha sido la carrocería familiar, denominada Variant, como la versión familiar del Passat. Puede resultar adecuado para quien desea el compacto pero su capacidad de carga se queda corta debido a estado de buena esperanza, perro o el motivo que sea. Ojo, por que su maletero no es más grande que el del Jetta.

Exterior

Es el modelo más largo de la gama, incluso más que el Jetta, el Golf con culo la berlina basada en el Golf. La distancia entre ejes se mantiene respecto a la versión compacta, lo que no apunta a grandes diferencias en el interior. Y así es, pero lo veremos más adelante. Lo único que le diferencia exteriormente del compacto, trasero aparte, es la parrilla cromada que usa el Jetta y las barras de techo.

La versión que vemos en las fotos es Advance, la superior, que tiene elementos estéticos de más empaque que el básico Trendline. Por ejemplo, los neumáticos de 17 pulgadas le delatan, aunque estas llantas no son de serie, se llaman “ClassiXs”. El modelo básico, usa tapacubos de 16’’ de serie y los bordes de las ventanillas no están cromados como es este caso.

En las fotos podemos ver el enorme techo panorámico opcional, que tiene una anchura de 1,36 metros y proporciona una gran luminosidad (ideal para tener distraídos a los críos). De todas formas, el Variant es la versión más luminosa de la gama Golf.

En cuanto al portón no alcanza una altura muy grande, con lo que, en principio, no hay que temer darle un meneo contra el techo de un aparcamiento.

Interior

Al estar basado en el compacto, por dentro es prácticamente idéntico, los cambios se refieren a mínimos detalles de practicidad y a que el techo tiene una caída menor, con lo que es un poquito más cómodo para personas de estatura alta. Creo que cuatro adultos de 2 metros pueden encajar bien en el coche, aunque la estatura máxima en régimen de comodidad atrás está en torno a 1,80m.

Pese a ser un familiar, no nos engañemos, es estrecho para viajar con tres adultos. Aun suponiendo que sean personas delgadas, tenemos un túnel central donde no caben los pies y tenemos que juntar las piernas a las de los pasajeros laterales. Por otra parte, la mesita extensible tiene como contrapartida un respaldo duro y por ende incómodo, para travesías de distancia media/larga. Mejor para cuatro.

En las plazas delanteras, se va como en el Golf. Hay buena economía espacial, mandos muy bien situados, buena visibilidad, calidad de acabados por encima de la media… La consola central la noté un poco pegada a las rodillas que dan al interior, y en algunas curvas de fuerte apoyo estaremos un poco molestos. Quitando eso, entre los familiares compactos, es de los mejores. La sujección lateral de los asientos convence en estas plazas, detrás no.

Ahora veamos las plazas traseras. Sobra sitio para las rodillas en caso de viajar cuatro adultos, pero apenas un par de dedos o tres. Las puertas aquí no tienen mucho sitio precisamente para objetos. Esta unidad tenía paquete de fumadores, y la puerta derecha contaba con cenicero. Aunque no se ve, también había una toma de 220V atrás, pero es opcional. En los pilares B hay un par de modestos enganches para bolsas de poco peso.

En cuanto a comodidad, es fácil de imaginar que se va bien, es un buen chasis. La versión Trendline tiene un tarado de suspensión más blandito, y el Advance uno más deportivo. Por buena carretera se va bien, y por firmes irregulares es preferible la suspensión más blanda, aunque balancea un poco más.

El motor, concretamente un 1.4 TSI de 140 CV, es de los más silenciosos del mercado y va poco revolucionado en autopista, el confort acústico aumenta. La principal fuente de sonoridad proviene de los neumáticos, pero es moderada. Si hablamos de confort térmico, la climatización es suave. De serie, el climatizador es bizona y hay salidas para los pasajeros traseros, todo un punto a su favor.

El maletero, según la norma VDA, tiene una capacidad de 505 litros (Golf 3p/5p 350 l, Jetta 527 l). Cuenta con un doble fondo, bajo el cual se aloja una rueda de repuesto de emergencia y algunas herramientas. En el primer piso caben objetos muy largos o finos, y a los laterales del espacio de carga hay un par de compartimentos pequeños.

Pegado al asiento central, en un compartimento con tapa, se ubican los triángulos. La comunicación con el habitáculo es muy fácil, de modo que es posible sacar los triángulos sin abrir las puertas o llevar esquís. Tiene una cortina enrollable que oculta la carga, y no tiene tendencia a saltar sola, algo que observé en los 3 Audi A4 Avant que he tenido. Abatiendo los asientos la capacidad de carga asciende a casi 1.500 litros y el piso resultante es completamente plano.

Aunque tenga menos capacidad que el Jetta (ver foto de su maletero), también es cierto que se carga mejor y con más facilidad. Además, aquí tenemos un espacio más regular y el doble fondo es más práctico. Los números no siempre aciertan.

En la próxima entrega os contaré qué tal va el motor 1.4 TSI de 140 CV y una faceta oculta del Golf Variant que me decepcionó, no esperaba eso de este coche. ¿El qué? Vuelve mañana y lo sabrás…

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