1 de Enero de 2008. Joe había quedado con sus amigos para hacer una pequeña ruta por el monte nevado con su Jeep Wrangler. Abetos y nieve en un marco incomparable en ese primer día del año, con autopromesas que incluyen pasar más tiempo en la naturaleza y con los amigos.
Lo acompaña su amigo Richard, y deciden iniciar el camino seguidos del resto de amigos. Al rato, Joe y Richard se fijan en una zona en la que parar. Motivados por el bello paraje, no reparan en que un tronco suelto interrumpe la carretera, demasiado bajo para ser visto por el conductor.
De repente, notan un ruido en en la rueda delantera izquierda, Joe pisa el freno y mientras frena nota como algo se mueve bajo sus pies: es un gran y afilado tronco amenazando su parte viril. Mira a los ojos a Richard, ambos miran al tronco y gritan… ¡Doloooorpasioooon! (¿Creíais que la historia no iba a terminar de forma cómica?)
Dejando a un lado el cuento de Navidad pasado de fecha, hay que decir que los nombres y la situación son inventadas, pero la fecha, el coche y el gran tronco son reales, si no que se lo pregunten al dueño del coche, llame como se llame.
Sobre estas líneas, mi foto favorita, el utensilio para hacer la depilación de las partes íntimas.
¿A partir de ahora seguiréis circulando tranquilos por caminos con troncos a los lados de la carretera?
Vía | Carscoop
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