Coronando Europa a la rusa, en un Land Rover Defender

Hay que ser original y diferente al resto, debió pensar Alexander Abramov, el aventurero ruso que protagoniza esta particular historia. Quería alcanzar la cima del monte Elbrus, en el Cáucaso, considerada la más alta de Europa con sus 5.642 metros de altura, aunque ya lo había hecho mucha gente antes que él. ¿Solución? Subamos en un Land Rover y ya verás como somos carne de récord.

Surgía así la idea de coronar Europa a lomos de un Land Rover Defender equipado hasta los dientes para poder lidiar con todo lo que un ascenso de este tipo podía suponer. Como bien dicen en Rusadas, no hay precisamente una vía de doble carril para subir a la cima del Elbrus, ya que se trata de un volcán durmiente con más de 22 glaciares que se cobra en torno a una veintena de vidas anuales.

Tras un largo año de entrenamiento en las montañas del Cáucaso, Abramov se dispuso a llegar a la cima de Europa en agosto de 1997, y al parecer no le fue muy difícil alcanzar los 3.750 metros de altura, gracias principalmente a las buenas condiciones del terreno hasta esa altura. No obstante, todavía quedaba lo más duro.

Las condiciones iban empeorando y la nieve y el hielo iban tomando mayor protagonismo. El Land Rover iba equipado con neumáticos de clavos, cadenas para éstos e incluso un sistema winch de los que se utilizan en todo-terreno para sacar los vehículos de los lugares donde quedan atrapados.

Aún así, el coche dio muchos problemas a los diez miembros de la expedición, ya que en numerosas ocasiones tuvieron que descender desde alturas cercanas a los 5.000 metros para reparar el vehículo o sustituir alguna pieza en mal estado.

Tras 45 interminables días de batalla contra la nieve, el hielo y los problemas mecánicos, Abramov y su equipo consiguieron, el 13 de septiembre de 1997, alcanzar la cima del monte más alto de Europa a bordo de un Land Rover, o más bien, consiguieron subir un vehículo hasta aquella altura. De cualquier manera, lograron el récord Guiness.

Una vez coronaron la cima, y tras celebrar la hazaña con unos cuantos ceros, las fotografías correspondientes y unas derrapadas a la rusa, el equipo decidió que después de tanto esfuerzo se merecían un descanso, y se lo tomaron a orillas del Mar Negro. No obstante, dejaron el Land Rover en la cima del Elbrus, por lo que tendrían que volver a por él.

Tras su descanso en la llamada Riviera Rusa, el equipo de Abramov se dispuso a finales de septiembre a rescatar al Land Rover de su gélida localización, pero el tiempo había empeorado y hacía más frío que cuando consiguieron alcanzar la cima. Al llegar, encontraron el coche demasiado congelado para conducirlo hasta la base de la montaña, por lo que parte del equipo tuvo que descender en busca de cadenas y otras herramientas para poder bajar el coche de allí.

El conductor, por alguna razón, decidió que podría bajar el coche hasta la base, y a ello se puso, sin esperar a los refuerzos, viéndose poco después rodando por la ladera del Elbrus y viendo el Land Rover despeñarse hasta los 5400m, donde se destrozó completamente contra unas rocas. El Defender sigue todavía en aquel lugar, y todos los miembros de la expedición volvieron a casa sanos y salvos, pero con muchas historias que contar a sus nietos.

Fuente | MountEverest
Vía | Rusadas
Fotos | Drive2ru y media.club4×4.ru
Vídeo | Youtube

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