Ferdi Porsche resucitó una mítica carrera en los Alpes y hoy es un espectáculo de superdeportivos derrapando sobre hielo con esquiadores atados al paragolpes

Carreras sobre una pista helada, coches históricos y modernos, skijöring y una mezcla de cultura del motor y festival en pleno invierno alpino

Irene Mendoza

En pleno corazón de los Alpes austriacos, una antigua pista de aterrizaje junto al lago se congela cada invierno y se convierte en uno de los escenarios más singulares del automovilismo actual. Allí se celebra la FAT Ice Race, un evento que reúne a miles de aficionados, coches de valor histórico incalculable y máquinas modernas dispuestas a competir sobre hielo sin cronómetros.

Zell am See pasa en pocos días de ser un tranquilo destino alpino a una meca invernal del motor. Entre 3.000 y 5.000 personas rodean la pista helada mientras los coches entran y salen derrapando, con neumáticos de clavos, motores aullando en el aire frío y un paisaje de montaña que parece sacado de una postal. Muchos lo llaman el ‘Goodwood invernal’, aunque aquí todo es más crudo, más físico y mucho más resbaladizo.

Donde la tradición no se guarda en vitrinas

Fat Ice Race

La FAT Ice Race recupera el espíritu de las carreras alpinas de los años 30 y 50, cuando se competía sobre lagos helados sin más ayudas que el talento y el tacto al volante. Su renacimiento moderno en 2019, impulsado por Ferdinand Porsche (Ferdi Porsche), no buscaba crear otro evento exclusivo sin alma, sino demostrar que la tradición puede seguir viva si se adapta con naturalidad al presente.

En cuanto a las inscripciones, coches y pilotos son seleccionados por la organización en función de su historia, su carácter y cómo vive el motor. La personalidad pesa tanto como la velocidad, y ganar no siempre es lo más importante. De hecho, aunque hay tiempos y clasificaciones, el protagonismo suele repartirse entre los coches más especiales y las mangas más espectaculares sobre hielo.

Las categorías tampoco funcionan como en un campeonato convencional. Conviven buggies y 4x4, clásicos de tracción trasera, prototipos experimentales y exhibiciones que rozan lo artístico. El reglamento técnico es deliberadamente fácil: neumáticos de clavos, revisiones previas y unas normas básicas de seguridad. Nada de igualar prestaciones al milímetro. La idea es dejar que los pilotos disfruten de verdad del hielo.

Ese enfoque atrae a un perfil muy concreto de participantes. En la pista no es raro ver a pilotos profesionales y embajadores históricos del automovilismo, como Timo Bernhard, Walter Röhrl o incluso figuras ajenas al motor pero habituadas a competir al límite, como el esquiador olímpico Aksel Lund Svindal. Todos con el mismo objetivo: derrapar sobre hielo y formar parte de una carrera que se vive más como experiencia que como competición.

Skijöring, clásicos y tecnología moderna en el mismo hielo

Pero si hay una imagen que define la FAT Ice Race es la del skijöring. Un coche acelera mientras un esquiador, sujeto por una cuerda, hace ‘drift’ sobre el hielo ayudando a estabilizar el conjunto. Este no es un copiloto al uso, pero sí parte activa del equipo.

La coordinación entre ambos decide más que la potencia, y ahí reside buena parte de la magia de una disciplina tan antigua como impactante. En la pista también conviven iconos históricos y tecnología actual. El museo rodante de Porsche suele ser uno de los grandes protagonistas, con modelos míticos derrapando como si el hielo fuese su elemento natural.

Tampoco faltan referencias legendarias del rally y la resistencia, ni tampoco propuestas modernas como el Taycan, que demuestra cómo la gestión eléctrica del par y la tracción total pueden ser aliadas incluso en una superficie tan extrema. Todo pasa muy cerca del público, sin grandes barreras, con el ruido, el frío y el olor a gasolina formando parte del espectáculo.

Así, más que un festival pensado para Instagram, la FAT Ice Race se ha consolidado como un evento donde el riesgo, la cultura del automóvil y la competición real conviven sobre hielo, con la próxima cita ya marcada en el calendario para los días 30 y 31 de enero de 2026 en Zell am See.

Imágenes | FAT Ice Race, Top Gear

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