Uno de cada cinco conductores prefiere ser un delincuente a pagar multas: falsificar matrículas en Reino Unido sale absurdamente barato que nadie hace nada para arreglarlo

Matriculas Uk

En Reino Unido, falsificar una matrícula cuesta menos que pagar una multa por aparcamiento o exceso de velocidad: se estima que uno de cada cinco coches circula con placas clonadas o modificadas para evitar sanciones. Y eso se está convirtiendo en un grave problema por varios motivos.

La facilidad para conseguirlas, la escasa supervisión y unas sanciones ridículas a los responsables de estas falsificaciones empieza a ser peligroso. Más allá del fraude, hablamos de una amenaza real para la seguridad vial. Para erradicarla, expertos y parlamentarios exigen cambios urgentes, pero mientras tanto, el sistema continúa siendo asombrosamente fácil de burlar.

Cuando fabricar matrículas ilegales es más fácil y barato de lo que parece

Una investigación liderada por el Vehicle Identity Group de la Universidad de Cranfield ha destapado una verdad incómoda: muchos proveedores registrados por la DVLA (el organismo de matriculación británico) están dispuestos a vender matrículas sin verificar la identidad ni la propiedad del vehículo. Cualquiera puede unirse al Register of Number Plate Suppliers a cambio de 40 libras (unos 47,50 euros), sin ningún tipo de control previo, historial comercial ni auditoría posterior.

“Hasta la fecha hemos encontrado más de 135 miembros dispuestos a hacer placas clonadas… y sin duda habrá más”, denuncia Michael Rhead, uno de los expertos responsables del informe. En una entrevista con The Guardian, el excomisario de vigilancia biométrica Fraser Sampson, apuntaba: “Me asombra que la solución a algo tan grave, y que ya ha sido demostrado, aún no se haya puesto en marcha. ¿Debemos esperar siempre a la calamidad para impulsar el cambio?”.

No se trata sólo de fraude económico, pues los criminales usan estas matrículas falsas por ejemplo para eludir cámaras ANPR (reconocimiento automático de matrículas), evadir peajes, cometer delitos y circular sin ser detectados por todo el Reino Unido. En un caso de los que ha salido a la luz, se ha llegado a probar que un proveedor de West Midlands llegó a suministrar más de 7.000 placas al crimen organizado.

Las “matrículas fantasma”, el nuevo enemigo invisible

Más allá de las matrículas falsas o clonadas, se ha detectado otro fenómeno imparable: las matrículas fantasma que, cubiertas con sprays reflectantes o películas adhesivas, se vuelven invisibles a las cámaras de control de velocidad y acceso. Una búsqueda rápida en Internet permite encontrar productos por apenas 4 libras (unos 4,75 euros) que pueden inutilizar la vigilancia de zonas de bajas emisiones como las de Londres o de Birmingham.

“Estos productos permiten a delincuentes graves y terroristas circular por las carreteras sin ser detectados”, dice el presidente de la Asociación Británica de Fabricantes de Matrículas (BNMA), Michael Flanagan, a This Is Money UK. Desde la organización exigen una regulación más estricta para frenar a los proveedores ilegales que venden sin pedir ningún tipo de documentación.

Además, algunos vendedores en línea van un paso más allá y ofrecen placas con fuentes alteradas, caracteres desalineados o recubrimientos reflectantes que confunden el software OCR de las cámaras, haciendo prácticamente imposible rastrear al vehículo.

El castigo que no disuade a nadie: poco más de 100 euros por llevar matrícula falsa

El verdadero escándalo es que la sanción por conducir con una matrícula ilegal en Reino Unido es de apenas 100 libras, unos 118 euros. No hay retirada de puntos, ni incautación del vehículo, ni implica antecedentes penales. Es tan barato delinquir que muchos conductores que se consideran “legales” lo hacen simplemente para evitar multas de aparcamiento o exceso de velocidad.

En comparación, en España, las consecuencias por manipular una matrícula son mucho más severas: una placa en mal estado conlleva una multa de 200 euros sin retirada de puntos, pero cubrirla con sprays o pegatinas es considerado una infracción muy grave. Las sanciones en este caso llegan a 6 000  euros y 6 puntos del carné, además de la posible inmovilización del vehículo. En casos de falsificación, los conductores también se exponen a penas de prisión de 3 a 6 años.

La diputada laborista Sarah Coombes, una de las voces más activas en la lucha contra este fenómeno, lo tiene claro: “Cien libras es un elemento disuasorio lamentable si te pillan con una matrícula ilegal”. En febrero presentó un proyecto de ley para endurecer las penas: multas de 1.000 libras y seis puntos, además de la posibilidad de retirar el coche o el carné.

“Las matrículas falsas ya no son un problema marginal. Están en todas partes y están socavando el Estado de Derecho en nuestras carreteras”, sentenció Coombes en una carta dirigida al Parlamento británico antes de una reunión con expertos de la DVLA, la RAC y la industria. El Gobierno asegura estar comprometido con el cumplimiento de la ley. “Un proveedor legítimo siempre pedirá ver los documentos de identidad y de derecho antes de vender una placa de matrícula”, insiste un portavoz de la DVLA.

Pero lo cierto es que el sistema actual permite que cientos de proveedores lo eludan sin consecuencias, y muchos conductores inocentes acaban teniendo que demostrar su inocencia por infracciones que no han cometido. Mientras que falsificar una matrícula cueste menos que un café y la multa por ello menos que una sanción por aparcamiento, los delincuentes seguirán actuando.

Imágenes | @ed_in_burgh, Unsplash

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