Consiguen certificar la velocidad más elevada en un accidente de coche en toda Europa, y ha ocurrido en España

Hay récords que no deberían existir, como el de la velocidad más alta registrada en un accidente de tráfico. A principios de año, en Navarra, ocurrió un accidente con al menos una víctima mortal en el que la Policía Foral logró determinar de forma pericial la velocidad a la que el vehículo accidentado circulaba: 250 km/h.

Aparte de la velocidad extremadamente elevada para una vía pública, lo destacable es que la Policía Foral ha podido establecer esa velocidad de forma pericial accediendo a la centralita del coche.

Es decir, con toda probabilidad, esa velocidad certificada por el informe se usará como prueba a cargo en el juicio, todavía pendiente, en relación a ese accidente.

Los técnicos de la policía navarra han determinado con certeza esa velocidad gracias al registro y análisis de la centralita del coche. Según el informe pericial, cuando el coche se accidentó circulaba a la velocidad de 250 km/h, o lo que es lo mismo, la velocidad más alta que haya podido ser establecida en un informe pericial en España, y probablemente en Europa.

La caja negra del coche delata la velocidad del choque

Inicialmente, la policía navarra no se percató de ese triste récord. Como explicó al Diario de Navarra el policía foral Pablo Esquisabel Otamendi, fueron compañeros del Área Central de Investigación de Accidentes de los Mossos d’Esquadra, con los cuales colaboran habitualmente, quienes les señalaron que en Europa nadie había logrado certificar una velocidad tan elevada.

Aunque lo que más les llamó la atención fue la manera en la que obtuvieron esa cifra. “Seguramente se hayan producido siniestros muy graves a esa velocidad tan alta en otros países de Europa, lo destacable en esta ocasión es haber podido recuperar los datos que lo certifican”, explicó Esquisabel.

Y es que por regla general, los coches quedan destrozados de tal manera que resulta a menudo muy difícil reconstruir completamente el escenario de los acontecimientos. Aquí, la Policía Foral pudo acceder a la caja negra del coche, la cual va vinculada a los airbags.

Esta caja negra, obligatoria en todos los coches de nueva homologación en Europa desde 2022 (y en cualquier coche nuevo vendido en Europa a partir de 2024), recopiló la información en un periodo anterior y posterior al despliegue del airbag.

Estas cajas negras registran datos como la velocidad o la intensidad de la frenada. Así, el acceso a esos datos fue clave para poder determinar la velocidad a la que ocurrió el accidente.

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