Comparativa: SEAT Altea XL 1.8 TFSI contra Volkswagen Touran 1.4 TSI (parte 1)

Seguimos con las pruebas de Noviembre Familiar®. En esta ocasión enfrento a dos monovolúmenes del grupo VAG, el Altea XL, versión alargada del Altea y el Touran, con planteamientos similares en el fondo: parecer el máximo posible berlinas sin dejar de lado la practicidad de sus carrocerías y con motores enérgicos de gasolina, que comentaré en la segunda parte.

La comparativa promete ser ajustada, incluso en el precio, que podría parecer que no. Ambos movolúmenes tienen grandes argumentos para intentar convencernos, aunque apuestan por otros detalles que no persigue por ejemplo el C4 Picasso y viceversa.

Exterior

El SEAT Altea XL nació como respuesta a necesidades superiores de espacio y al poco éxito que está teniendo el Toledo, de modo que se les ocurrió alargar al Altea unos 18,7 centímetros. El resultado: más espacio en las plazas traseras, más maletero y 5 plazas de momento. Sus dimensiones exteriores (largo,ancho,alto) son 4.467/1.768/1.581 mm, muy parecidas a las del Touran, 4.407/1.794/1.635 mm, que es más ancho y más alto.

Veámoslos por separado. El español es prácticamente igual a un Altea, pero con una ganancia de espacio que no sacrifica la estética. No tiene la típica silueta de monovolumen, es una imagen dinámica, aunque ya un poco vista por la similitud del Altea/Toledo/León. A título totalmente personal, he visto más Altea XL que Toledos.

Esta versión, Sport-up, se puede identificar por el logotipo TFSI en los laterales y por las llantas de aleación de 17 pulgadas. El escape es doble, como el 2.0 FSI que reemplazó el motor que más adelante comentaré.

El alemán utiliza una silueta más conservadora, con menor caída del techo. Menos mal, ya que es capaz de transportar 7 personas si pagamos aparte por la 3ª fila de asientos. El morro es muy parecido al que gasta el Passat o el Touareg, lo estrenó a finales del año pasado. El relleno de la parrilla frontal, negro en este caso, discrimina a la versión Traveller de Highline. Los pilotos y paragolpes también fueron modificados en su puesta al día.

El Touran monta unos neumáticos 205/55 R16 de serie en versión Traveller, y el Altea XL Sport-Up 225/45 R17, diferencia que se nota un poco en cuanto a confort. Por motivos que comentaré en la segunda parte, no recomiendo para nada los neumáticos Pirelli P7 para el Altea XL.

No pretendo extenderme más en esta parte para que esto no se haga muy largo. De momento, el que no haya quedado convencido a primera vista, tendrá que seguir leyendo.

Interior

Siguiendo los turnos establecidos, me pongo de nuevo con el Altea XL. El salpicadero y el interior es prácticamente el mismo que encontramos en el Altea o el Toledo. Los materiales no tienen la misma calidad que los del Touran, que cuenta por ejemplo con algún que otro cromado y no tiene ese símil “fibra de carbono” que o se adora o se repele. Aquí hay más diseño, en el Touran se persigue más practicidad.

Con los asientos deportivos de la versión Sport-Up, cuatro adultos se acomodan convenientemente, y el 5º pasajero iría mal por los bordes de sujección de las plazas adyacentes. Con los asientos normales, en el Altea XL no se va tan bien como en otros monovolúmenes, hablando de adultos, pero un niño sí se acomoda bien. Aunque los cuatro hipotéticos adultos tengan alturas cercanas a los 2 metros, se encontrarán literalmente “a sus anchas”.

No abundan los huecos portaobjetos, pero bajo los asientos delanteros contamos con sendos cajones más grandes que los del Touran (pero los tiene dobles). Caben un par de latas de refrescos, el móvil y la billetera, por ejemplo. Atrás falta hasta un elemental cenicero para fumadores y es menos versátil que sus rivales.

El Touran prefiere ser más práctico, tiene más huecos portaobjetos y más grandes que el Altea XL. Por ejemplo, añade una guantera en el lado del conductor (apertura un poco complicada), triple portaobjetos de techo, salidas de aire en las plazas traseras, compartimentos a los pies de los pasajeros de la segunda fila… En este aspecto, el Touran se impone en practicidad a su rival.

Dispone de 5 plazas reales, con asientos individuales, aunque el central trasero es un poquito más estrecho y no sirve para instalar una sillita infantil. Se va más desahogado y cinco adultos no muy corpulentos caben perfectamente, si contamos con el espacio que ocupa el túnel central. No es tan cómodo como el C4 Picasso, ya que este último tiene el piso llano y mejora notablemente el confort del 5º pasajero.

Puede tener 7 plazas pagando aparte, no tan prácticas como las del C4 Grand Picasso o Mazda 5. Son aptas para personas menores de 1’70 y con cierta agilidad para acomodarse, porque la puerta es de apertura convencional y por el sistema de plegado de los asientos. Por cierto, el asiento delantero derecho puede plegarse completamente haciendo las veces de mesa, si transportamos algún objeto largo es interesante saberlo.

El Altea XL mima a sus pasajeros pero no tan bien como el Touran. Debido a la suspensión deportiva de serie y a lagunas de insonorización del chasis, mete más ruido al interior y más imperfecciones del firme a las posaderas del pasaje. Es una pena, por que el confort pierde puntos. He hecho más de 2.500 kilómetros con 3 Altea XL en total y en autopista el “runrun” de las ruedas no me terminaba de hacerme sentir cómodo.

Por otra parte, la suspensión hace que sea más incómodo cuando el asfalto es de baja calidad, aunque las cualidades dinámicas son buenísimas, todo sea dicho. El ruido aerodinámico es contenido, pero el C4 Picasso gana claramente en este apartado, puesto que es más silencioso. El motor apenas hace ruido, por que gira a regímenes muy bajos (120 6ª poco más de 2.500 RPM) y hasta que no se le pisa apenas suena, pero el aislamiento del chasis lo estropea.

El monovolumen Volkswagen es un término medio más acertado entre tacto de berlina y confort propio de monovolumen. En viajes largos la diferencia con el Altea XL se hace patente, pues tiene mejor aislamiento. En la versión Traveller, la suspensión deportiva es opcional. No sabría precisar si mi unidad la tenía como extra o no, pero en conducción rápida no eché estabilidad de menos (familia y rally es mala combinación) y como rutero me pareció muy bueno.

El motor TSI es muy silencioso también, gira a más revoluciones que el TFSI pero es más silencioso que un 2.0 atmosférico corriente y que muchos motores de gasolina. En los cruceros de autopista a 120 Km/h en 6ª relación el motor gira a unas 2.800 RPM, por debajo de lo normal, que vienen a ser 3.000 RPM como mínimo. Pensando en el confort y en las soluciones prácticas para los niños, el Touran se perfila como una opción mejor.

Los asientos de la segunda fila en ambos monovolúmenes se pueden regular longitudinalmente y de inclinación del respaldo. En el Touran hay 15 centímetros entre posiciones longitudinales, independientes en las tres butacas, mientras que en el Altea XL son 14 centímetros y se desplaza en 2 piezas (60/40).

No se pueden extraer los asientos del de Martorell, pero el bávaro sí lo permite, con maña y paciencia. Esto se debe al peso de los mismos, no es muy diferente al caso del Renault Scenic. Si sacamos la butaca central, es posible acercar las laterales, como en el Opel Meriva. Aumentaría un poco la seguridad al haber más separacion de las puertas.

Sin análisis de los maleteros, esta comparativa no vale nada. Fiel a esa máxima, os cuento: el Altea XL tiene un maletero muy grande, 532-635 litros en función del espacio que hayamos ganado con los asientos traseros. Parece mucho, pero el Touran le aventaja con su volumen máximo de 695 litros, claramente mejor para viajes largos con 5 adultos.

En el SEAT la rueda de repuesto es una galleta temporal, mientras que el Volkswagen tiene un kit de reparación de pinchazos o almacena una rueda de repuesto igual a las demás, con su llanta de aleación y todo, por 285 euros.

Una pega para el Touran: los triángulos traseros van dando el coñazo en su compartimento, no van fijos, a diferencia del Altea XL, donde no se menean ni queriendo. No lo entiendo, de veras. En ambos maleteros se localizan tomas de 12V, útiles para neveras, cargadores, etc.

Se llena con más facilidad el maletero del alemán por el diseño del portón, no tiene apenas escalón y es más grande. En el Altea XL hay un desnivel entre la boca de carga y el piso del maletero. Como colofón, el volumen máximo de carga es de 1.604 litros en el Altea XL y en el Touran mucho más: 1.989 litros.

Esto de momento, en la próxima entrega sabremos qué motor tiene mejor rendimiento, si el recién llegado 1.8 TFSI de 160 CV o el consolidado 1.4 TSI de 140 CV, ¿alguien quiere apostar?

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