Peugeot 208 GTi, prueba (parte 2)

En la presentación dinámica en Francia recorrí con el "Peugeot 208 GTi":http://www.europapress.es/motor algunos tramos del Rally de Montecarlo, e incluso un tramo sin coches en el que pude ir a fuego. En esta ocasión me he tomado las cosas más en plan _keep calm and drive a Peugeot_.

Uno de los objetivos de la prueba larga es determinar hasta qué punto es un coche utilizable a diario, o si es el inicio de nuestra ruina personal. De todas formas, he mezclado diversos estilos de conducción, intentando pensar como un cliente de 208 GTi. Homologa 5,9 l/100 km. Al recogerlo, 10,8 l/100 km de media según ordenador. _¡Ofuf!_

Como siempre, puse el ordenador a cero, porque mis consumos son prácticamente siempre inferiores a los de los compañeros que han conducido antes los coches de prensa. El depósito estaba lleno, comenzó la aventura con este pequeño felino.

Motor de 200 CV para 1.160 kg

Está claro, la relación peso/potencia es muy favorable al 208 GTi. De hecho, comparado con su precedesor, son 90 kg menos, 25 CV más y 35 Nm más. Ahora disponemos de 270 Nm en _overboost_, es decir, durante una cantidad limitada de segundos. El motor está desarrollado entre PSA y BMW.

Acelera a 100 km/h en 6,8 segundos y tiene una punta de 230 km/h. Más importante que eso, las recuperaciones, los adelantamientos en tercera (80-120 km/h) son realmente veloces, pero en marchas largas también se defiende, a diferencia de un atmosférico. En autovía la quinta no la necesita para nada.

Muy parejo con sus rivales, el Clio RS EDC (automático) solo le saca una décima en aceleración, y tanto Ibiza Cupra como Fiesta ST, con menos potencia declarada, una décima más. Los dos franceses tienen la mayor velocidad punta. En consumo, 5,9 l/100 es valor común a Ibiza y Fiesta. El Corsa OPC es más lento y gasta más que los demás.

Como vimos en entregas anteriores, se han hecho diversas modificaciones en la suspensión, respecto al 208 normal, para que el chasis sea más rígido y la suspensión efectiva, pero sin ser muy reactiva. El comportamiento del coche es bastante neutro. No da sorpresas desagradables.

Durante todo el tiempo que lo he conducido, lo único que ha hecho fuera de lo normal es derrapar un poco en ciudad, conduciendo de forma agresiva, sobre pavimento mojado, no más de 30 km/h. No es que tenga un ancho excesivo de neumático (205/45 R17), pero claro, ¿qué coche no patina más con lluvia?

El control de estabilidad es todo o nada, se puede desconectar por completo. Cuando está activo no es particularmente intrusivo, se puede convivir con él, a menos que se conduzca de forma muy brusca. Es muy fácil de conducir a nada que se sea mínimamente responsable.

Un GTi neutro y noble

Con esto quiero decir que si un día hay que dejarle el coche a un hermano de 18 años con poca experiencia, no hay que pensar que se matará con él. También le podemos dejar el coche a nuestra madre, y solo dirá que hace algo más de ruido que su 208. Lo digo otra vez, no es un coche nada radical.

El ajuste de suspensión, aunque es eficaz, no llega a ser incómodo, y si me pongo en plan carbonilla, quisiera un poco más de dureza, aunque sea a golpe de extras. Nada que no se pueda solucionar con piezas de terceros, pero por ejemplo el Clio RS es más durito de suspensión, y el Fiesta ST es más ágil.

También podemos hacer viajes largos con él sin reventar la columna vertebral, es cómodo. El sonido de escape tampoco se convierte en una pesadilla. Como tampoco tiene una membrana para pasar ruido de motor al habitáculo, tampoco resulta ruidoso. El escape suelta unos decibelios más, pero no es molesto.

¿Es utilizable en el día a día?

Faltaría ver lo del consumo. En Francia ya comprobé que el consumo en conducción agresiva era elevado, más del doble de la homologación, pero claro, es que conduje _de aquella manera_. Si queremos llegar a viejos no se puede conducir así todos los días.

Procuré respetar los cambios recomendados por el ordenador y practicar una conducción normal. También hay que incluir un viaje relámpago a Ávila sin pisar la condenada autopista, todo el rato por nacional y adelantando a todo el que se me pusiera por delante. Según ordenador, una horquilla de 7 a 9 l/100 km en los parciales.

A los 500 kilómetros y poco reserva, es decir, se han consumido aproximadamente 45 litros de 50. Eso da una media de casi 9 l/100 km, frente a los 7,7 l/100 km declarados por el ordenador. Con una conducción más tranquila se pueden hacer 7 litros o menos con facilidad, y eso para un coche de 200 CV está más que bien.

Le pasa lo que a muchos motores con turbo, que se vuelven muy sensibles al uso en función de la caña que se les dé. Desde luego si no se apuran las revoluciones, el motor va desahogado en marchas un poco largas. En autopista, en sexta, 120 km/h implica algo menos de 3.000 RPM. Consumos más contenidos en crucero.

Como tiene control de velocidad, podemos elegir limitador (evita que pasemos una marca determinada) o regulador (mantiene el ritmo). El uso frecuente del limitador ayuda a consumir menos y de paso, a evitar multas. Con eso y la conducción habitual es más razonable acercarse al consumo homologado.

¿Queréis más opiniones? En Spritmonitor hay cinco unidades ("ver detalle":http://www.spritmonitor.de/en/overview/36-Peugeot/1281-208.html?power_s=190&powerunit=2). El que menos, 6,36 l/100 km, el que más, 9,79 l/100 km. Media de 7,35 l/100 km. El ordenador siempre marca menos consumo del real. Si nos fijamos en el conductor más eficiente, ha logrado igualar o mejorar los 5,9 l/100 km de homologación en cinco ocasiones.

Conducción del Peugeot 208 GTi

En conducción deportiva igual le falta un pelín de precisión a la dirección, pero en general es una delicia lo del volante pequeño. En las calles del casco viejo de Ávila no hay que hacer tantas manos, el coche maniobra con facilidad y de forma muy natural. Y para aparcar, qué os voy a contar.

Es un coche muy cortito, fácil de aparcar _per se_, pero si no queremos correr riesgos, el sensor de aparcamiento es nuestro amigo, de forma opcional. Cabe en plazas de aparcamiento pequeñas, son 3,96 metros de largo, 1,74 de ancho y 1,46 de alto. Son datos útiles si hay que buscarle plaza de garaje.

No me ha gustado tanto en conducción muy lenta, en atasco, pues el pedal del embrague está un poco duro. A bajas revoluciones, si pedimos mucho esfuerzo al motor, no va a reaccionar rápido. Trabaja mucho mejor a alto régimen, pero sin tener una respuesta explosiva en ningún caso.

El cambio de marchas no tiene nada que ver con anteriores modelos PSA, es de guiado preciso, accionamiento rápido y con un tacto realista. Le han cambiado el pomo que tantos Citroën y Peugeot han llevado últimamente, el de aluminio. El que tiene es un poco grande pero le sienta bien.

Si está extendido el reposabrazos del conductor, estorba un poco al meter segunda, cuarta y sexta, pero se agradece en cruceros largos en los que no hay que cambiar. Al ser un motor turbo con una curva de par aplanada, puede aguantar las marchas muy bien. En autopista no hay que reducir para adelantar, va sobrado de par.

Sobre los frenos, son los más potentes que tiene la gama 208, y me parecen muy adecuados. En Francia le di bastante caña al coche y no conseguí fatigarlos. En esta prueba lo máximo que hice fue bajar el puerto de los Leones (N-VI) y tuve que usarlos ya que la retención del motor no es suficiente con pendientes del 9% (en segunda).

La tercera velocidad es ideal para adelantamientos, porque a una velocidad baja (60-80 km/h) el motor va al régimen suficiente, y si estiramos las revoluciones hasta el corte, son prácticamente 150 km/h. En otros aspectos quizás no da la talla, pero es un plusmarquista en lo que se refiere a adelantamientos.

El momento más tenso de la prueba fue tal vez una curva en la que entré pasado, en cambio de apoyo, e intervino el control de estabilidad. Con un coche del mismo segmento sin esa puesta a punto, la reacción del coche habría sido más violenta. Vamos, que ha quedado claro que cuesta ponerle en aprietos.

También concluyo, al igual que en Francia, que no necesita un diferencial electrónico ni autoblocante, a la salida de curvas lentas el motor no es violento ni pierde apenas tracción, y en curvas más rápidas tampoco pierde agarre. La mayoría de sus rivale sí tienen soluciones electrónicas para mitigar las pérdidas de tracción (freidoras de frenos).

Es un coche perfectamente válido para el día a día, incluyendo viajes a la universidad, al trabajo o a ver a nuestra pareja. Más discreto que coches de planteamiento similar, pero eficaz cuando ha de serlo, y sin dar emociones fuertes (ni para bien, ni para mal). Un sano término medio entre deportivo y utilitario.

También sirve para viajes largos, el consumo puede ser razonable, el confort es generoso, y no castiga a los pasajeros. Eso sí, recordemos que en las plazas traseras con más de 1,70 metros de altura se empieza a ir justito. No es un 2008. Tampoco un 208, es un 208 GTi.

No veo por qué no la marca se puede plantear una versión más radical, con 220-230 caballos y una puesta a punto más contundente. El chasis puede con más. ¿208 GTi R? Es una posibilidad. Seguro que encontraría su público si el aumento de precio es contenido y ganase en carácter.

_Continuará..._

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