Audi A4 Avant 2.0 TDI, prueba (conducción y dinámica)

Puede que en nuestro mercado las carrocerías familiares no tengan la acogida que tienen en el resto de Europa, pero no por ello dejan de ser versiones muy interesantes. En este caso estamos probando el familiar más pequeño de la gama Audi, el Audi A4 Avant, del que ayer mismo empezamos a hablar.

La estética continuista del modelo, la gran calidad de acabados y materiales, la amplia oferta tecnológica o los no demasiado generosos habitáculo trasero y maletero son algunas de las cuestiones que pudimos tratar durante la parte anterior de la prueba.

Hoy cambiamos de tercio para conocer más a fondo el 2.0 TDI de 177 CV que da vida a este A4 familiar. Sin duda tanto la motorización como las cualidades dinámicas son sus mejores bazas, haciendo de él una opción muy a tener en cuenta, a pesar de no ser el familiar más amplio de su categoría.

Tradicionalmente asociamos las rancheras de Audi con la tracción integral de la casa, Quattro, en parte imagino por las atractivas versiones All Road, que pueden hacernos pensar que cualquier familiar con cuatro aros en la parrilla también tiene cuatro ruedas motrices.

En el caso del coche que nos ocupa, el A4 familiar, existen versiones de tracción total en la gama, pero no es el caso de nuestra unidad de pruebas, que se conforma con la tracción delantera, sobre la cual, por cierto, no hay queja alguna. A pesar de los 177 CV las pérdidas de tracción son inexistentes (salvo que las busquemos por voluntad propia) y el coche transmite su potencia al asfalto de manera sobresaliente.

Tirando del carro se encuentra uno de los motores más vendidos de todo el grupo Volkswagen, el archiconocido 2.0 TDI que ya hemos probado en infinidad de modelos. Veamos más en profundidad las cualidades de este propulsor turbodiésel en la versión más potente de la oferta.

2.0 TDI de 177 CV

Bajo el capó del A4 Avant encontramos el 2.0 TDI en la versión más potente ofrecida, la de 177 CV. Si nos interesan menos las prestaciones y queremos reducir ligeramente los consumos, podemos optar por el mismo motor con potencias de 120, 136, 143 y 163 CV.

Este 2.0 litros turbodiésel con inyección por Common Rail es un cuatro cilindros y ofrece su potencia máxima de 177 CV a 4.200 RPM mientras que el par motor máximo de 380 Nm está disponible a partir de las 1.750 vueltas (hasta 2.500), aunque en la práctica el motor tiene ya fuerza desde apenas 1.000 revoluciones por minuto. Destaca principalmente no sólo por ser suficientemente enérgico, sino también por lo refinado que resulta.

Gracias a este 2.0 TDI de 177 CV y al cambio automático Multitronic, esta versión consigue unas prestaciones bastante aceptables. El sprint de 0 a 100 km/h le lleva unos 8,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 211 kilómetros por hora. En el caso de equipar la caja manual de seis marchas la punta aumenta hasta los 222 km/h pero la aceleración se resiente en tres décimas.

En lo que a consumos se refiere este motor es uno de los mejores frente a la competencia (aunque mejor con la caja manual). Arroja un consumo combinado de sólo 4,9 litros a los cien kilómetros (5,6 en ciudad y 4,5 en carretera) y emite 129 gramos por kilómetro de dióxido de carbono.

Durante nuestro recorrido de pruebas pudimos realizar unos 1.700 kilómetros a bordo del Audi A4 Avant (el coche tenía apenas 3.000 kilómetros cuando lo recogimos) y conseguimos un consumo medio de 5,8 litros, siendo casi el 90% del kilometraje en autovía y a velocidades legales.

Si decidimos hundir un poco más el pie o circulamos por una Autobahn alemana a ritmo más elevado, el consumo se elevará fácilmente hasta los 7 u 8 litros. De cualquier manera, para un coche de 177 CV estas cifras no están nada mal.

Al volante del A4 Avant

Si el propulsor turbodiésel de esta versión del A4 Avant es uno de sus puntos fuertes, el equilibrado chasis es, a la fuerza, otra de sus virtudes. Permite una conducción ágil si así lo queremos pero al mismo tiempo ofrece una gran calidad de marcha durante el resto del tiempo.

A pesar de tener entre manos un vehículo de 4,70 metros y 1.575 kilogramos de peso en vacío, la sensación al volante es de ligereza y agilidad. Mientras que con otros coches de parecidas características notamos que estamos ante un coche grande e incluso perezoso de reacciones, con el Audi A4 Avant podríamos creer sin problema alguno que conducimos un A3 de dimensiones más reducidas y comportamiento más vivo.

Poco después de ponernos en marcha con este A4 familiar se hace evidente que con este cambio automático Multitronic, de variador continuo, el carácter del coche es más bien burgués. La suavidad del cambio es tan acusada que las transiciones entre marchas prácticamente ni se perciben.

No hay duda en que si lo que queremos es llevar a cabo una conducción tranquila y relajada, disfrutando al máximo del comfort que ofrece este coche, el cambio Multitronic es la opción por la que decantarse. No obstante, si buscamos más emociones o tenemos un estilo de conducción más deportivo, deberemos optar por el cambio manual de seis velocidades, a pesar de que el Multitronic no es tan lento como se podría pensar.

Además, la suspensión tiene un tarado muy equilibrado que la hace benévola para los ocupantes y lo suficientemente precisa como para llevar a cabo una conducción más animada si así lo deseamos. La suavidad de marcha del A4 Avant destaca incluso a velocidades elevadas en carretera.

Otro de los puntos más controvertidos del nuevo Audi A4 es la dirección electromecánica, de la que se ha dicho que tiene un tacto ciertamente artificial. Lo cierto es que gracias al Audi Drive Select (opcional) podemos conseguir en el modo Dynamic (el más deportivo) una dirección de mejor tacto y más comunicativa que en el modo normal.

Los modos de conducción son cinco: Efficiency (prima la eficiencia y se engrana la marcha más larga posible), Comfort (la dirección es más blanda y la respuesta al acelerador más suave), Auto, Dynamic (la dirección se vuelve más pesada, el acelerador más sensible y el cambio más rápido) e Individual (podemos elegir la configuración que queramos de motor/cambio y dirección).

Si queremos disfrutar de la conducción el modo más apropiado es el Dynamic aunque también podemos crear nuestra propia configuración en el modo Individual. Este modo es muy útil si queremos, por ejemplo, el mejor tacto de la dirección (en modo deportivo) pero sin que esto afecte al motor y al cambio.

Mañana continuaremos analizado a fondo el Audi A4 Avant 2.0 TDI de 177 CV, aunque bucearemos más en la gama del modelo, en su oferta de equipamiento y también en todo lo relacionado con la seguridad. ¡No te lo pierdas!

Continuará...

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