Esa extraña perversión que tenemos los editores de MotorPasion por publicar grandes deportivos estrellados, estampados, destrozados, reventados y un largo etcétera de sinónimos cada día se ve acrecentado con vuestras pistas. Raro es el día que no llega alguna pista con un coche de esos inalcanzables con arrugas en la chapa.
Esta vez el turno es de un Porsche 911 y su enemigo vital ha sido la nieve. Ese elemento frágil, delicado, agradable al tacto y esas cosas, pero que cuando cae desde un techo, hace unos bollaos del carajo. Y si no mirad el lateral. La próxima vez, aparcará mirando hacia arriba.
Moraleja: Estos coches no se aparcan en cualquier sitio…
Un saludo para Sebestia.
Vía | Taringa
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