Gasolina o diésel (Guía para comprar un coche IV)

Hace unos años yo abanderaba entre mis conocidos la defensa de los coches de gasolina. Pero no por la pureza, sensaciones ni deportividad, que a la mayoría de la gente le importa un pimiento. Simplemente por economía.

Ahora que el precio del diésel supera al de la gasolina, mi defensa es más sencilla. Como suelo decir medio en broma, comprar un diésel es como estar enamorado: cuando sea tu caso estarás completamente seguro. Pero si dudas, no es tu caso.

Si te pasas el día en la carretera por trabajo, o coges el coche a diario para hacer unos desplazamientos fijos, el diésel es una buena opción. Si te lo compras porque “a lo mejor cambio de trabajo”, o “a lo mejor hago viajes largos”, olvídalo.

Aunque es difícil establecer una cifra, se habla de 30.000 kilómetros anuales para rentabilizar un diésel. Lo ideal es que hagas tus propias cuentas, teniendo en cuenta el precio del combustible, el consumo, la diferencia de precio entre coches, etc.

A continuación, unas ideas brevemente resumidas que necesitarás para valorar los cálculos:

  • Aunque es difícil predecirlo, el precio del gasóleo probablemente seguirá subiendo a un ritmo superior al de la gasolina.
  • Las reparaciones y revisiones de motores diésel son normalmente más caras
  • Para calcular la diferencia real, no caigas en la trampa de comprar los precios iniciales, compara las financiaciones con la misma cuota. Si hay 2.000 euros de diferencia y el gasolina lo pagas a 5 años, la diferencia será que el banco te preste 2.000 euros durante 5 años sin pagar nada, y después pagar esos 2.000 en un año o dos. Si aumentas la cuota para el diésel, estás haciendo trampa, también la podrías aumentar para el gasolina.
  • En caso de empate, piensa en que llegue una época de “vacas flacas”. Si tienes un coche gasolina, puedes optar por no moverte y no gastar en gasolina. Si tienes un coche diésel, el sobreprecio lo tienes que pagar igual, no vale decirle al banco que no estás usando el coche.
  • A favor del diésel, hay que decir que los consumos homologados habitualmente se parecen más a los reales en los diésel que en los gasolina. Es decir, seguro que el diésel te consume “algo más” de lo que dice el fabricante, pero el gasolina te consumirá “mucho más” de lo que dice. Esto es debido a la metodología de cálculo de los consumos y las características de cada tipo de motor.

Con esto no trato de espantar a nadie que se quiera comprar un diésel. Trato de convencer a aquellos que, equivocadamente piensan que van a ahorrar, que hay muchos factores que se deben evaluar.

Por otra parte, respecto al placer de conducción, hay que decir que es algo muy subjetivo. Muchos aficionados al motor defienden los motores gasolina como los únicos puros, sin embargo hay gente que prefiere conducir un diésel. Si bien los factores económicos son objetivos, esto es una decisión única de cada uno, completamente subjetiva. Asesórate sobre los precios, pero que nadie te diga cuál te gusta más, eso sólo lo sabes tú.

Nota: La fotografía son los precios en una gasolinera ayer. Parece que la gasolina vuelve a superar el precio del diésel (salvo que sea un error en el cartel), aunque posiblemente no sea representativo de la tendencia actual.

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