Estos vehículos de piedra esparcidos por las calles de Canadá no se pueden conducir, pero tienen un potente mensaje

Como parte de la iniciativa “Passages Insolites” en la que participan hasta 40 artistas internacionales, hasta el próximo 9 de octubre se pueden ver por las calles de Quebec (Canadá) varias esculturas de piedra que evocan a un todoterreno Jeep, un quad y una moto acuática, que incorporan algunas piezas reales de estos vehículos.

Esta llamativa colección bautizada como “Radical Nature” es lo último del francés Baptiste Debombourg: un artista urbano disruptivo conocido por sus descomunales y originales creaciones, que suelen buscar el impacto, la reacción e interacción del espectador.

Vehículos reconvertidos en fósiles de un tiempo indeterminado

Coches de piedra

Aunque los vehículos de piedra de Debombourg no son tan refinados como los del artista neoyorquino Daniel Arsham, y puede decirse que evocan conceptos diferentes, en el fondo tienen algo en común: en un contexto global de electrificación, ambos encapsulan en un tiempo indeterminado diferentes formas de movernos y disfrutar de nuestro tiempo libre.

“En algún lugar entre la Edad de Piedra y nuestra sociedad de ocio contemporánea, vehículos anacrónicos están dispersos por todo el barrio. Eres libre de subirte, pero buena suerte si consigues avanzar: el quad, la moto acuática y el todoterreno al más puro estilo de los Picapiedra están literalmente grabados en piedra”, dice el artista en su cuenta de Instagram.

Para realizar esta peculiar ‘oda a los vehículos recreativos’, Debombourg ha utilizado principalmente granito crudo de Polycor, material que el artista define como “bruto e inerte”, y que no ha sido escogido al azar, pues según él, “confiere una monumentalidad paradójica a los vehículos que simbolizan el poder humano de imponernos al entorno natural por placer recreativo”.

Más allá de estas curiosas obras diseñadas ex profeso para la popular muestra anual de arte urbano que tiene lugar en Quebec desde 2014, Debombourg ya ha creado anteriormente obras relacionadas con el ocio y vehículos que paradójicamente no se pueden mover.

Ejemplo de ello es la montaña rusa hecha con sillas de hierro que inauguró en 2015 en la Plaza de Bouffay en Nantes (Francia). Más recientemente, el crítico artista también llamó la atención con ‘Amplifier’.

Esta caravana destartalada y segmentada que estuvo expuesta en las afueras del castillo de Örebro (Suecia), con motivo de la exposición bienal "OpenART de 2022", era "un alegato a la libertad de movimiento y a la resiliencia de la sociedad", tras las restricciones y dificultades ocasionadas por la pandemia mundial de COVID-19, según su autor.

Como la mayoría de las obras de Debombourg, esta impactante pieza estaba impulsada por "una reflexión sobre el tiempo, la historia, la memoria y los sueños", así como por su aspecto algo irónico.

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