Yuki Tsunoda ha ganado al imbatible Max Verstappen, pero en un universo paralelo: el de los monster truck

Los equipos de Fórmula 1 de Red Bull, el Oracle Red Bull Racing y el Scuderia AlphaTauri, están disputando este año un campeonato aparte de la F1: la (Un)serious Race Series. Son una serie de carreras en clave de humor que tienen lugar en paralelo a la celebración de algunos grandes premios.

En todas ellas se enfrentan un piloto de Red Bull y uno de AlphaTauri. La primera fue una carrera con mini lanchas en Miami y en la segunda uno de los pilotos de cada escudería se puso al volante de un monster truck.

Al volante de monstruos de más de 4 toneladas

Esta segunda prueba de la particular (Un)serious Race Series se disputó hace unas semanas, aprovechando la celebración del Gran Premio de Austria de F1, la carrera de casa para Red Bull. Los protagonistas de este capítulo fueron Max Verstappen y Yuki Tsunoda.

El duelo entre el holandés, que está dominando con mano de hierro el campeonato de Fórmula 1, y el japonés, que lleva todo el año destacando sobre su ya ex compañero Nyck de Vries, se libró en una cantera situada en Austria, el mismo escenario del evento de motocross hard enduro Red Bull Erbergrodeo.

Para esta carrera, Max compitió con el alias Super Max y Yuki se hizo llamar Yukinator. Normalmente, los dos pilotos juegan en ligas diferentes porque el Red Bull está unos cuantos pasos por delante del AlphaTauri, pero esta vez utilizaron coches idénticos. Eso sí, cada uno decorado con los colores de cada equipo.

Son enormes monster trucks que miden tres metros de alto, 3,70 metros de ancho y 5,40 metros de longitud. A pesar de que por dentro no pueden ser más espartanos, con poco más que la jaula de seguridad, un asiento, los arneses, el volante y algunos botones, pesan 4,2 toneladas. Solo uno de sus neumáticos pesa casi mismo que un Fórmula 1, alrededor de 700 kg.

Para moverse utilizan un motor Chevy Big Block V8 de 5.7 litros que desarrolla 500 CV. Puede parecer mucho, pero no hay que olvidar que tiene que mover un lastre enorme, por lo que sus prestaciones no son nada del otro mundo.

Lo espectacular en estos coches es cómo pasan por encima de coches, cómo saltan y como se tragan cualquier obstáculo con sus ruedas gigantes y su suspensión. Además, a diferencia de la F1, en esta competición no hay reglas estrictas.

Ni hay restricciones, ni límites de peso, ni de neumáticos, ni siquiera de la propia pista, donde había varios obstáculos en forma de coches viejos y charcos llenos de barro. Es algo así como comparar el boxeo con la lucha libre.

Antes de la carrera, los dos pilotos se enfrentaron al cronómetro en la clasificación para establecer sus posiciones de salida. Verstappen fue el más rápido y salió primero. El japonés, en cambio, ganó la carrera, pero no porque fuera el más rápido, sino porque el coche de Max falló. "Max tuvo fallos de arranque. Quizá sea porque metí agua en su motor", dijo Tsunoda después de la carrera.

Desde luego, tuvo que ser una experiencia curiosa para los dos pilotos, pero especialmente para Verstappen. No solo porque el cockpit de su monster truck no tiene nada que ver con el de F1, sino porque no está acostumbrado a perder, y menos contra uno de los pilotos de AlphaTauri.

Fotos: Joerg Mitter/Red Bull Content Pool

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