El motor 6.3 V8 del Mercedes ML 63 AMG tiene originalmente 510 caballos, más que un Lamborghini Gallardo por ejemplo, pero el preparador Kleemann le ha apretado las tuercas hasta sacarle 800 caballos, gracias a los turbocompresores montados con la ayuda de German Automotive Engineering (GAE).
El sistema de escape también ha sido modificado por Kleeman, y la caja de cambios permanece intacta: sigue utilizando la 7G Speedshift del original, con tracción a las cuatro ruedas.
Lleva unas llantas de 20 pulgadas con neumáticos 315/35 Pirelli P-Zero y una nueva suspensión para poder soportar toda esa potencia. Hace el 0 a 100 km/h en 4 segundos y tiene una velocidad máxima autolimitada, pero a 300 km/h. Vaya monstruo.
Vía | autoblog.nl
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