Volvo dejará de fabricar sus camiones en Irán: continúa la diáspora tras el bloqueo de EE.UU.

Sabíamos que la ruptura del acuerdo nuclear con Irán por parte de Donald Trump iba a traer consecuencias entre las empresas automovilísticas que se habían animado a invertir en el país desde 2015. Entre ellas, se encontraba AB Volvo que acaba de anunciar, según informa Reuters, que dejará de fabricar sus camiones en Irán. ¿La razón? Las sanciones impuestas por EE.UU. impiden a la marca recibir el pago de los bancos iraníes.

No es la primera y seguramente no será el última, pero Volvo AB ya no fabricará sus vehículos industriales en Irán. Pese a que recientemente la marca sueca había confirmado su intención de convertir a Irán en el principal centro de exportación para la región del Golfo Pérsico, así como en los mercados del norte de África, el bloqueo comercial que sufre de nuevo el país por parte de EE.UU. ha llevado a la marca a replantearse su estrategia.

Los bancos no pagan: se rompe el acuerdo

Volvo AB había firmado una alianza con Saipa Diesel, filial de SAIPA y la segunda automovilística más grande de Irán. Así, el fabricante sueco enviaba los kits de piezas a sus fábricas, para que las plantas de la firma de camiones iraní los ensamblase. Desde que se formalizase su acuerdo, más de 3.500 camiones de Volvo han sido montados por Saipa Diesel hasta el pasado mes de mayo, momento en el que Trump anunciaba la ruptura con Irán.

Ahora, Fredrik Ivarsson, portavoz de Volvo, asegura que Volvo AB ha dejado de recibir pagos por parte de Irán en lo que respecta a las mencionadas piezas. "Con todas estas sanciones y todo lo que Estados Unidos ha impuesto... el sector bancario no funciona en Irán. No podemos recibir pagos", ha explicado Ivarsson a Reuters.

Por su parte, las declaraciones para la agencia britanica de un responsable del departamento comercial de Saipa Diesel confirman que, efectivamente, son las sanciones estadounidenses las que han precipitado que ambas empresas finalicen su acuerdo de colaboración: "Han decidido que, debido a las sanciones impuestas a Irán, desde mayo no podrían seguir cooperando con nosotros. Teníamos planes para construir una nueva planta en Irán, pero se han negado a trabajar con nosotros".

Éxodo europeo en Irán

Fuente: Flickr/Gage Skidmore.

Esto supone un duro golpe para la industria automovilística iraní, que al contrario de otros sectores como el energético o el bancario, sí había conseguido firmar contratos con varias marcas europeas. La estampida no ha hecho más que comenzar: compañías alemanas, francesas y de otros países europeos también se están replanteando cesar sus inversiones en Irán.

Y es que pesar que la Unión Europea ha diseñado un nuevo marco legal para proteger a las empresas del Viejo Continente tras la guerra declarada por Trump en materia de aranceles, las sanciones a Irán están llevando a los bancos a evitar hacer negocios con empresas iraníes. No en vano, en Washington ha amenazado con expulsar del sistema financiero estadounidense a cualquiera que facilite transacciones con el país.

De esta manera, se presenta una previsible diáspora de las empresas europeas en Irán. Ésta comenzaba con PSA suspendiendo varias join ventures que tenía en el país a principios de junio, mientras que a mediados de agosto Scania, filial de Volkswagen, cancelaba todos los pedidos que no había podido entregar a consecuencia de las sanciones.

Por su parte Daimler ha afirmado que, por el momento, se limitará a observar cómo se van desarrollando los acontecimientos, mientras que Volkswagen ha negado que haya tomado la decisión de cesar sus negocios con Irán. Y veremos qué ocurre cuando se haga efectivo el bloqueo a las actividades petrolíferas el próximo mes de noviembre: España es uno de los países que importa el crudo de Irán...

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