Transportar mercancías bajo tierra, las 24 horas y con vehículos autónomos: el ambicioso sistema al que aspira Suiza

El próximo 1 de agosto Suiza pondrá en marcha un proyecto que se lleva forjando desde 2016 y que incluso ha conseguido cambiar la regulación del país: enterrar el transporte de mercancías mediante un sistema de entrega automatizado con vehículos autónomos que se moverán entre ciudades y centros logísticos a 30 km/h.

El principal objetivo del proyecto Cargo Sous Terrain (CST) es descongestionar las carreteras del país, al mismo tiempo que contribuye a la reducción de emisiones. El primer tramo de este sistema logístico subterráneo contará con 70 km de longitud y 10 puntos de conexión y se espera que esté listo en menos de una década.

En total se espera que la red alcance los 500 km de extensión entre el lago de Constanza y el de Ginebra, con ramificaciones hacia Basilea, Lucerna y Thun. Se prevé operativa por completo de cara a 2045 y se calcula que la inversión rondará los 30.000 millones de francos suizos, procedentes de fondos privados.

Cómo funcionará el transporte subterráneo de mercancías

En esencia, Cargo Sous Terrain (CST) sigue un principio parecido al de los sistemas de transporte automático de pasajeros bajo tierra como el de los trenes sin conductor, pero promete superarlos en eficiencia y seguridad.

En primer lugar, en vez de moverse solo "de un punto A a un punto B", los vehículos de transporte subterráneo de mercancías como los de CST recorrerán una compleja red que conformará un sistema logístico completo formado por túneles que conectarán los centros de producción con los puntos de entrega de los núcleos urbanos.

Estos vehículos eléctricos y autónomos que, según los creadores del proyecto, se moverán gracias a energía procedente de fuentes 100 % renovables, serán capaces de recoger y depositar las cargas automáticamente en las rampas y ascensores verticales designados durante las 24 horas del día, se desplazan sobre ruedas en túneles de tres vías y tienen un accionamiento eléctrico con carriles de inducción.

Fuente: CST

Las mercancías se podrán transportar en palés o en contenedores modificados: los más pesados y de mayor tamaño irán por carriles inferiores y, los de tamaño inferior y más ligeros, se moverán más cerca del techo del túnel.

Además, gracias a los vehículos de transporte compatibles con la refrigeración, también es posible el transporte de mercancías frescas y refrigeradas. En cuanto a los “hubs”, como denomina CST a los puntos de conexión, se están creando en centros logísticos ya existentes y aseguran la interconexión con todos los sistemas de transporte (ferrocarril, carretera, marítimo, carga aérea).

Según CST, con este sistema logístico subterráneo será económicamente viable transportar pequeños volúmenes en palés individuales o contenedores de forma continuada, ya que el flujo continuo de mercancías de pequeño tamaño evitará los tiempos de espera en las estaciones de transferencia.

“Asimismo, la necesidad de espacio puede reducirse enormemente porque no será necesario el almacenamiento temporal de mercancías”, aseguran.

Fuente: CST

Respecto al transporte automatizado subterráneo de pasajeros, el transporte de mercancías también presenta la ventaja de que los túneles pueden ser más pequeños y operar a velocidades más lentas que las que exigirían los pasajeros y no necesitan prestar atención a aspectos como la comodidad en los desplazamientos.

Este proyecto llega en el momento idóneo para el país, cuando las estimaciones de la Oficina Federal de Carreteras de Suiza (FEDRO) y de la Oficina Federal para el Desarrollo Territorial anticipan que “el volumen de transporte de mercancías en Suiza aumentará hasta al 37 % de 2010 a 2040” y prevén que las rutas de tráfico actuales por sí solas no serán capaces de asumir este crecimiento.

Fuente: CST

Según CST, con su proyecto “se reducirá el tráfico de mercancías pesadas en las carreteras nacionales hasta un 40 %”, sumado a que una microdistribución eficiente en las zonas urbanas, “se traducirá en un ahorro considerable de emisiones de carbono y de los niveles de ruido”.

Pero aunque parece un proyecto prometedor, no será fácil ni barato, ni estará listo a corto plazo. En cifras, el coste -que será sufragado en su totalidad por el sector privado- de esta compleja red ha aumentado considerablemente respecto a las primeras estimaciones de 2016, que lo fijaban en torno a unos 3.500 millones de euros al cambio.

Ahora se calcula que el coste de los 500 km que tendrá en total la red oscilará entre 30.000 y 35.000 millones de euros, aunque para la primera fase que arrancará el próximo 1 de agosto la inversión será de alrededor de 3.040 millones de euros (3.000 millones de francos suizos al cambio).

Fuente: CST

Esta inyección de fondos incluye la maquinaria y el software necesarios y la construcción de un tramo de 70 km con diez puntos de conexión entre Zúrich y un centro logístico en Härkingen-Niederbipp al oeste de Suiza, que se busca que esté operativo en menos de una década.

Para ello, CST se ha asociado con un grupo de grandes empresas logísticas y minoristas suizas que ven esta solución como un complemento a las infraestructuras de carretera y ferrocarril existentes en la actualidad.

Otros cantones suizos al este de Zúrich como San Gall y Turgovia ya están tomando nota de las medidas de planificación que se pondrán en marcha para la línea inicial del proyecto, y ya han empezado a estudiar posibles ubicaciones para formar parte de CST.

Es cierto que todo entre entramado está muy lejos de empezar a funcionar, pero está un paso más cerca de hacerse en realidad de lo que parecía en 2016.

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