El padre de los coches camper fue el Citroën más raro de la historia: seis ruedas, alargado al imposible y hasta con bidé dentro

El mundo camper no es solo para las furgonetas: un coche también se puede camperizar para transformarse en una casa con ruedas. Sirve de ejemplo el Dacia Jogger, que entre sus opcionales tiene un módulo camper. Pero el padre de los coches camperizados sea posiblemente una las singulares conversiones del Citroën CX firmadas por el carrocero Tissier.

Este especialista francés fue conocido por transformar modelos del doble chevrón en ambulancias, limusinas, vehículos de reparto o incluso para transportar otros coches. No hubo dos Citroën Tissier iguales y, entre sus creaciones, también encontramos versiones camper. Añadir una suerte de tercera dimensión desde el pilar B incitaba a ello.

Si 007 hubiese veraneado en camper, lo habría hecho este CX Tissier

Se estima que Tissier transformó cerca de 30 unidades del Citroën CX, aunque en su haber también encontramos unidades de otros modelos, como el Citroën DS, convertidos en furgonetas. Básicamente su especialidad era alargar la carrocería de las berlinas del doble chevrón para darles nuevos y múltiples propósitos. Como resultado pasaban a ser eran maravillosas rarezas únicas.

Sus modificaciones no eran oficiales de fábrica, pero sí estaban autorizadas por Citroën. Algunos de estos CX Tissier llegaron a exhibirse en eventos oficiales de la marca o en su estand en Salones del Automóvil. El carrocero galo fundó su empresa en 1960, pero no fue hasta la década de la 70 cuando puso su ingenio al servicio de modelos de Citroën, haciéndolos mutar en enormes furgones con seis y hasta ocho ruedas. 

Aunque los diseños variaban según el cometido, la fórmula de Tissier solía ser la misma: añadir un enorme módulo en fibra de vidrio, y uno o dos ejes adicionales. Todo ello sin renunciar a la avanzada y sofisticada suspensión hidroneumática del Citroën, que se aplicaba a los ejes adicionales gracias a que la firma surtía a Tissier de los componentes necesarios.

La camper más rápida del mundo. Se estima que fueron tres las unidades camper del CX con el sello de Tissier. Una de ellas, es este Citroën CX Tissier 'Penthouse'. Con seis ruedas y el mencionado apéndice trasero en fibra de vidrio, se alargaba más allá de los seis metros. 

En concreto este 'Penthouse' camper se asentó sobre un CX GTi, la versión deportiva del exitoso sedán. Bajo el capó escondía un bloque gasolina con inyección Bosch L-Jetronic que rendía 128 CV. Eso, según Citroën, lo convirtió en la camper más veloz del planeta en aquel momento.

Un lujoso apartamento setentero sobre ruedas. También presumía del lujo por bandera si hablamos de la camperización en sí. Toda la trasera de este Citroën CX 'Penthouse' es una casa rodante dividida en dos partes: una sala de estar (dormitorio por las noches), y un aseo completamente equipado con lavabo, ducha, WC y hasta bidé. 

El salón disponía de un sofá que se convertía en cama doble, una mesa y una completa cocina con fuegos a gas, nevera y fregadero. Se combinaba con estupendas comodidades: una cafetera exprés, televisión, teléfono o un equipo de sonido con radio, amplificador y reproductor de cintas cassette. La firma que surtió de todo el mobiliario camper fue Dubicamper.

La zona habitable gozaba de aislamiento térmico y el techo, accionado por fuelle, se elevaba eléctricamente para que los ocupantes pudieran estar cómodamente de pie. Un generador independiente surtía de energía a todo el equipamiento, incluyendo la iluminación interior, y disponía de aire acondicionado y calefacción también adicionales. El conjunto lo completaban un depósito de agua limpia de 166 litros y otros dos para aguas grises y negras.

No sabemos si se trata de esta unidad cazada recientemente en España por Kombustible 26, pero se le parece mucho excepto por la tapicería. Parece estar en perfecto estado.

De transportar aviones al camping. Otro Citroën CX Tissier camper es esta unidad subastada por Artcurial en 2019, también de seis ruedas. En realidad no fue concebido como autocaravana, sino como vehículo de transporte: se la encargó la empresa agrícola La Culture De L’an 2000 ya que necesitaba transportar y promocionar sus ultraligeros. Así, en la caja de este CX trasladaban sus pequeñas aeronaves fumigadoras.

En 1992 esta empresa gala quebró, y sus activos salieron a subasta. Quien se hizo con los servicios de este CX Tissier a golpe de mazo, lo convirtió en camper. La conversión es mucho más tosca que la realizada por Tissier, pero dispone de fregadero, cocina y armarios varios. La cama brilla por su ausencia: quizá alojara un colchón sobre la zona de muebles del lateral izquierdo, pues forman una superficie plana.

Dado su estado, con óxido por doquier y la mecánica pidiendo a gritos una puesta a punto, se subastó hace cinco años por solo 9.536 euros. Un precio mucho menor al estimado, entre 10.000 y 15.000 euros, dada su condición de ejemplar único en el mundo. Ojalá su nuevo propietario lo restaure con equipamiento camper más moderno y lo disfrute como vivienda de escapadas sobre ruedas.

Imágenes | Citroën, Artcurial

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